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viernes, 19 de junio de 2015

Ascenzia, o de la elección a ciegas, (Libro Negro, de G. Papini)

Desde hace unos días, releo, escogido al azar, alguno de los pasajes o capítulos de "El libro negro" este para mí, espléndido libro del singular a la par que visionario escritor, Giovanni Papini. ¡Genial !

La pasada semana y de nuevo hoy, he releído con especial atención e interés el titulado Ascenzia, cuya lectura recomiendo.  Lo hallé y copié  de la página : ttp://www.venamimundo.com/Apuntes/Ascenzia.HTML .  Seguidamente, transcribo(copio y pego) las frases a mi modesto entender más relevantes  en cuanto a la enseñanza que creo  nos pretende dar.

"No pude permanecer más de veinticuatro horas en esta singularísima ciudad,(...) los habitantes están divididos en seis castas,(...)sacerdotes(...)  conductores del pueblo(...),  ricos y  comerciantes (...)  maestros y  artistas (...)los servidores y esclavos(...)  mujeres, de cualquier condición o estado que sean, (...) Todo ciudadano, sea hombre o mujer, debe llevar en el pecho un trozo de género en forma rectangular donde está escrito con caracteres bien marcados su nombre y apellido, su dirección y la fecha de nacimiento. Así pues, con una ojeada a la ropa y al cartelito, cualquiera puede saber la casta, el nombre y la edad del que pasa a su lado, del que está sentado junto a sí, del que entra en una oficina o en un comercio. Nadie puede ocultar sus datos, el incógnito es juzgado como actitud culpable. El gobierno de Ascenzia es una democracia pura, pero de una forma completamente diversa de las demás. Los nombres de los ciudadanos cuya edad oscila entre los veinticinco y los sesenta y cinco años, son insaculados (*) en grandes urnas. Cada siete días un niño extrae un nombre, y el así designado por la suerte será rey de la ciudad durante una semana. Con el mismo sistema se extraen cien nombres más, y los agraciados desempeñan durante el mismo período de tiempo el oficio de parlamentarios.
 Pedí explicaciones...de tan absurdo método; ,... en las democracias todos aspiraban a mandar y gobernar. .. tal deseo era satisfecho con más generosidad ..., además, se evitaban los peligros de las camarillas y patrocinios, tan funestos para la libertad cuando el que gobierna permanece durante mucho tiempo en el poder.
 Le hice notar que en esa forma se suprimía lo que se llama en otras partes «elección», o sea, escoger a los mejores. Mi guía no se inmutó lo más mínimo por tan ingenua crítica, y me replicó
 - ... en las repúblicas, los hombres más inteligentes y honrados, procediendo por instinto y por autodefensa, rehuyen ocuparse en la vida política, la que es tenida por ellos como basta e infecta, de modo que los electores se ven forzados a elegir entre las personas menos geniales y menos íntegras. .. con nuestro sistema nadie puede rehuir el sacrosanto deber de guiar por turno la cosa pública, ... Al mismo tiempo se ahorra el gasto desenfrenado de mentiras y de dinero que se hace en las elecciones comunes.
 (...)En caso de que los designados por el sorteo sean imbéciles o malvados, poco es el daño que pueden hacer en el breve lapso de siete días; en cambio, si son personas rectas e inteligentes, la misma brevedad del tiempo acordado les estimula a proceder prestamente, a efectuar sin demora lo que consideran útil para el bien común. 
Y para terminar expongo mi sorpresa, pues lo desconocía, ante el hecho de que el sistema de la insaculación, o sea, la elección por sorteo de los dirigentes públicos  fue un método practicado  en los territorios de la Corona de Aragón. Dada su brevedad, a continuación copio y pego la información hallada en Wikipedia:
Ubicación de Corona de Aragón
(*)Insaculación
Se denomina insaculación (lat. in y sacculum, saquito) al procedimiento de elegir alcaldes, regidores u otros oficiales de justicia y de gobierno poniendo en un saco, bolsa o cántaro ciertas bolillas o cédulas. Es una de las forma de realizar por sorteo la elección ciega de una o más personas para los correspondientes puestos o responsabilidades.

En las bolas figuran los nombres de las personas capaces y después de haberlas mezclado bien se saca al azar las necesarias para que los sujetos cuyos nombres figuraban en ellas sirviesen a los empleos o cargos que se trataba de proveer.

Historia
En la Corona de Aragón, desde mediados del siglo XIV, la insaculación se había aplicado total o parcialmente para la provisión de magistraturas municipales. Sin embargo, fueron los privilegios concedidos por Fernando II de Aragón (privilegios de 1498, ampliados en 1499), los que establecieron el sistema insaculatorio en diversos municipios catalanes que más tarde se generalizó y extendió a otras corporaciones. La eficacia del sistema coincide con el descrédito de la elección mediatizada y no libre, motivo de partidismos locales y luchas intestinas en las ciudades. Por el decreto de Nueva planta (1716) se abolió el régimen de insaculación.

Este medio se usó mucho en Extremadura, Murcia y La Mancha y podía practicarse en cualquier pueblo donde se consideraba necesario por la autoridad política de la provincia para evitar los efectos de la rivalidad o ambición de los partidos o familias. La insaculación se decretaba de oficio o a instancia de parte y se hacía por el comisionado de la autoridad superior o por el vecindario con la intervención de aquél.