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sábado, 7 de abril de 2018

“Rebelión en la Granja”, de Eric Arthur Blair, más conocido por George Orwell.


Rebelión en la Granja”, (*) de Eric Arthur Blair,  más conocido por   GeorgeOrwell. Es un libro de escasas 130 páginas, editado  por Unidad Editorial, 1999, núm. 48 de la Colección Millenium publicada por El Mundo. Título original: Animal Farm, traducción de Rafael Abella, prólogo de Juan Pedro Aparicio.

 Hace años, todavía joven,  comencé a leer  “1984, pero no fui capaz de continuar con , para mi gusto, tan  deprimente texto.  Posteriormente, no he sentido deseos de retomar esta lectura. Novela  de la que nació el significativo personaje del “Gran Hermano”, el  vigía omnipresente que todo lo ve y nada se le escapa.   

Una cita oída sobre Orwell en relación a alguna de sus más conocidas obras, (su ensayo “Homenaje a Cataluña”,  la ya citada “1984”, o puede que esta misma  "Rebelión en la Granja") me llevó a coger este libro, con introducción del propio Orwell bajo el sugerente título  “Lalibertad de prensa”(**)  que  advierte de la temática  allí abordada. La novelita se lee  con facilidad . Según he leído es todo un clásico entre la llamada literatura distópica o apocalíptica (1)

En el momento de su publicación, año 1943, considero que fue por parte de Orwell    un  superior acto de valentía y de honradez profesional . Porque expuso lo que él consideraba verdad, su verdad, en contra de los criterios imperantes tanto de los propios, la intelectualidad de izquierdas, como de sus contrarios ideológicos. Fue una voz solitaria que clamaba  en el desierto, tal como El Bautista.

En su prólogo Orwell manifestó que su objetivo era explicar al mundo : “el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país, con exclusión de cualquier otro régimen dictatorial” (pág. 11). Lo hizo  con  sencillez y elocuencia  y  habló tanto de las vilezas como de los modos y de las formas de sus actores, utilizando especies concretas de animales, escogidas sabiamente por él para representar a los personajes  reales,  a los que con su alegoría quería identificar. Claridad que hizo aún más diáfana mediante los nombres con los que bautizó a sus personajes principales. Como por ejemplo, asignar a   los dirigentes al ganado porcino ; y  al de mayor rango, o sea, al situado en la cúspide del poder, el nombre de “Napoleón”(3). Al cual describe como “un verraco grande de aspecto feroz, el único cerdo de raza Berkshire de la granja”. Sin duda, muy explícito. Aparicio, en  su prólogo a esta edición, aclara que se refiere a Stalin,  y el denominado “Snowball”(Bola de Nieve), a Trotski. Así, cabe suponer que "El Viejo Mayor"(Willingdon Beauty) sería Lenin.

En esta fábula  Orwell alude a la implantación del  totalitarismo en Rusia tras la Revolución de 1917, que significó el fin  del régimen de los zares. Rebelión  que a la postre supuso para la masa popular (el pueblo llano)  sólo el cambio de unos tiranos por otros, tanto en el gobierno como en el  goce y  disfrute de los privilegios de clase . Porque los privilegios- quede claro-  no fueron suprimidos, sino que los nuevos dirigentes  los hicieron suyos.(***) Mientras que para el resto las cosas continuaron igual e incluso  peor. Discrepo con Orwell en cuanto a la imposibilidad de aplicar esta metáfora a otras dictaduras e incluso la hago extensible a otros posicionamientos  políticos, como vb. el  nacionalismo,   en sus luchas por alcanzar el poder político.

El escritor británico, resumiendo,  supo registrar  de modo soberbio no sólo las fases y estrategias, sino las características  personales  que suelen adornar a los líderes de los que blandiendo  el argumento del interés común, de todos, en realidad lo único que les mueve y guía es el interés propio, el suyo personal y además intransferible. Suyo, de los suyos, y de nadie más. Círculos exclusivistas entre quienes se reparten todo, absolutamente todo; y a los cuales, llegados al poder, se hace difícil, casi imposible, destituir.(2) 

Ejemplos, unos cuantos, aunque principalmente –al menos más sonoro e inmediato-lo tenemos en la Cuba de los Castros, ominosa dictadura totalitaria que ha convertido en  una inmensa finca de su propiedad a un país antaño próspero - en el que, sin duda, había muchas cosas que corregir. País  en cuyo gobierno se suceden tal como si una dinastía hereditaria se tratase. Mientras el pueblo pasa penurias y escaseces de toda índole, entre ellas la de la libertad de movimientos y de expresión, por  citar sólo algunas de las más elementales,  mal viven con la existencia de libretas de racionamiento, y con la esperanza de las remesas que les envian desde el extranjero sus deudos, etc. Y para mayor contraste,  el gobierno cubano hace negocio con multinacionales extranjeras, entre las cuales hay españolas, especialmente en el negocio turístico. Régimen que llevan ya casi SESENTA AÑOS. 

¡Me perdí…como tantas otras veces me fui por los Cerros de Úbeda!



______________
(*)Lo leí a mediados de agosto del  año 2017, pocos  días antes del  cruento atentado en las Ramblas de Barcelona, al que algunos días más tarde siguieron las bochornosas jornadas de los días 6 y 7 de septiembre,en el Parlament catalán en las que la mayoría parlamentaria independentista pretendía culminar el por ellos denominado “PROCÉS” con la DUI,  de colofón final.  Conjunto de  acontecimientos que trastornaron mucho mi ánimo  y no tuve ganas de comentar este librito que  nos relataba a modo de metáfora lo acontecido a principios del siglo XX en la Rusia zarista. Hechos que se podrían sintetizar en un “quítate tú para ponerme yo”: La monarquía absolutista de los zares es sustituida por el totalitarismo soviético, tras sanguinarias luchas (contra  los del régimen zarista y también entre ellos mismos). Régimen de los Soviets en el que también unos pocos, al igual que antaño, se arrogaron, repartieron y legaron a los suyos todos los bienes y los privilegios. En suma, que, como bien dice el dicho: ”Para este viaje no hacían falta tantas alforjas”, ni tanta sangre derramada.

(**)La Libertad de prensa, prólogo en pdf.

(***) Esta nota la incluyo en 30.01.2022, después de mi reciente lectura de "El Gatopardo", y recordado la frase aquella "que todo cambie, para que todo siga igual", que bien claro le quedó al Príncipe Fabrizio significaba  quitar a unos para ponerse otros.  Nunca la supresión de privilegios.

(1)Literatura distópica: subgénero de la literatura de ciencia ficción.” El relato distópico nos presenta una hipotética sociedad futura donde, ya sea por la deshumanización de la misma, un gobierno totalitario o el control intrusivo que la tecnología ejerce sobre el día al día, el individualismo se degrada en términos absolutos en favor del pensamiento único y de una sociedad unitaria. En definitiva, un mundo de pesadilla donde nadie debe saltarse las reglas o corre el riesgo de ser aniquilado. Por ello se afirma que la distopía es lo opuesto a la utopía, la sociedad ideal donde todo funciona a las mil maravillas”.

(2) Detallo seguidamente las cuestiones a mi modesto entender, genéricas, que hacen esta obra universal. Indico las páginas en las que pueden leerse:
Cobardía intelectual , ( 12)
La falsía de trabajar para sí y el futuro propio y no para beneficio común. (68)
Exportar sacrificando el abastecimiento nacional (71)
La figura del comisionista, y sus extrañas relaciones con el líder (72)
La compra de jueces(93)
Pergeñar los focos de las iras populares mediante la tergiversación de la realidad (94)
Perversión de la realidad, convirtiendo en triunfos las pérdidas y los fracasos (101)
Los “privilegios” para los propios, “los suyos” (105)
Los finalmente favorecidos  (117)

(3) Napoleón: sabida es la aversión de los británicos por la figura histórica de Napoleón Bonaparte, considerado peligro público número uno.