La segunda de las cartas de Bécquer describe sus añoranzas como periodista político en El Contemporáneo, periódico madrileño del que formaba parte. Reproduzco a continuación uno de los párrafos, porque considero vigente la reflexión de Bécquer acerca del maremagno que la actividad del periodismo político conlleva:
"A esta distancia y en este lugar me parece mentira que exista aún ese mundo que yo conocía, el mundo del Congreso y las redacciones...y que existe tal como lo dejé, rabiando y divirtiéndose, hoy en una broma mañana en un funeral, todos de prisa, todos cosechando esperanzas y decepciones, todos corriendo detrás de una cosa que no alcanzan nunca, hasta que corriendo den en uno de esos lazos silenciosos..., y desaparezcan como por escotillón con una gacetilla por epitafio."
Pensar en un Bécquer hablando de la cuestión política, teniendo en cuenta que la época de la historia de España que le tocó vivir fue el litigioso siglo XIX, en su segundo tercio, me resulta de mucho contraste. ¡ Sólo vivió treinta y cuatro fructuosos años! Este contraste toma cuerpo quizás porque el ejercicio del periodismo en la actualidad española no creo cuente, salvo contadas excepciones, con buena representación. Abunda demasiado el clientelismo, es decir, hablar o escribir no en virtud de una crítica razonada de las circunstancias y de los hechos en cuestión, sino al dictado del que manda y paga. ¿Cómo es posible explicar, si no, tantas muestras de periodismo sesgado, partidista, silencioso, tímido, cobarde y otros calificativos negativos que, por desgracia, tenemos en España?
Por último, puesto que de periodismo y periodistas estoy hablando, quiero expresar mi rechazo a la campaña contra COPE y sus periodistas y locutores. Cadena de radio desde cuyos micrófonos, en ejercicio del derecho de libertad de expresión amparado por la Constitución de 1978, aún vigente, se exponen a la opinión pública sus particulares opiniones o puntos de vista.(*)
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(* ) 25 de mayo de 2014: Han transcurrido nueve años desde que escribí este comentario y algunas cosas han cambiado. Hoy creo que ni la COPE, ni sus periodistas y locutores, afortunadamente, padecen la campaña de rechazo de entonces. Pero tampoco, según considero, la COPE del presente es la de ayer, cadena en la que ha habido cambios substanciales en la dirección general que ha dado entrada a sucesivos nuevos equipos humanos de comunicación de tono moderado . Y, asimismo, primado, según mi parecer, la información deportiva sobre toda otra. La moderación y la cortesía son siempre de agradecer, tanta información deportiva, sin embargo, cuanto menos, me asombra en una cadena sustentada por los obispos españoles de la Universal Iglesia de Cristo.
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18 de febrero de 2016: Dos años han transcurrido desde que escribí el añadido anterior y el panorama político español es pura efervescencia, desde el pasado 20 de diciembre, fecha de los comicios generales.
En este plazo de tiempo muchos de los componentes de nuestra" clase periodística", están como vulgarmente se dice "echando el resto", es decir, subiendo la contaminación, la tergiversación, la manipulación y todas las malas artes posibles, a cotas difíciles de superar con tal de favorecer a la formación política por ellos defendida y perjudicar, consecuentemente, a la otra u otras. Según creo, se hace omiso caso de las hemerotecas, incluso de las más recientes, y, con descaro y absoluta falta de objetividad, se abrazan y bendicen a los que quieren aupar. Al mismo tiempo que cual víbora odiosa inocula su veneno cargado de informaciones insidiosas, medio verdades y hasta mentiras en relación al adversario . Me pregunto, pues, ¿ ésto es periodismo ?
21 de diciembre de 2017:Hoy en el Hemisferio Norte comenzamos el invierno, el solsticio de invierno o la noche más larga. Y también es la jornada en la que, en Cataluña, habrá comicios autonómicos. Espero que como en la linda leyenda toledana de Bécquer, "El Cristo de la calavera", ilumine con su luz nuestras conciencias y nuestro entendimiento para elegir aquellos que verdaderamente persigan el bien común y general, el de todos los catalanes y por ende, españoles, y se restablezcan la concordia y la unidad.
En muchas otras ocasiones he defendido mi creencia de la responsabilidad de los medios de comunicación en la cuestión catalana con sus medias verdades, muchos, demasiados silencios, ocultación, manipulación y tergiversación. Sigo creyendo que de haber contando con una clase periodística en general amante de la verdad y fieles a su compromiso con el lector no habríamos llegado a donde, desafortunadamente, hemos llegado. Al presente oigo hablar mucho de la posible intromisión de la llamada trama rusa como creadora de noticias falsas e intoxicadoras, particularmente, no creo que puedan ser tan eficaces como lo han sido los medios catalanes, hasta ahora tan abundantemente subvencionados por la Generalitat. Dato, por otra parte, conocido por todo el que lo ha querido saber, pues se publica en el Bolentín oficial de la Generalitat.
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(* ) 25 de mayo de 2014: Han transcurrido nueve años desde que escribí este comentario y algunas cosas han cambiado. Hoy creo que ni la COPE, ni sus periodistas y locutores, afortunadamente, padecen la campaña de rechazo de entonces. Pero tampoco, según considero, la COPE del presente es la de ayer, cadena en la que ha habido cambios substanciales en la dirección general que ha dado entrada a sucesivos nuevos equipos humanos de comunicación de tono moderado . Y, asimismo, primado, según mi parecer, la información deportiva sobre toda otra. La moderación y la cortesía son siempre de agradecer, tanta información deportiva, sin embargo, cuanto menos, me asombra en una cadena sustentada por los obispos españoles de la Universal Iglesia de Cristo.
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18 de febrero de 2016: Dos años han transcurrido desde que escribí el añadido anterior y el panorama político español es pura efervescencia, desde el pasado 20 de diciembre, fecha de los comicios generales.
En este plazo de tiempo muchos de los componentes de nuestra" clase periodística", están como vulgarmente se dice "echando el resto", es decir, subiendo la contaminación, la tergiversación, la manipulación y todas las malas artes posibles, a cotas difíciles de superar con tal de favorecer a la formación política por ellos defendida y perjudicar, consecuentemente, a la otra u otras. Según creo, se hace omiso caso de las hemerotecas, incluso de las más recientes, y, con descaro y absoluta falta de objetividad, se abrazan y bendicen a los que quieren aupar. Al mismo tiempo que cual víbora odiosa inocula su veneno cargado de informaciones insidiosas, medio verdades y hasta mentiras en relación al adversario . Me pregunto, pues, ¿ ésto es periodismo ?
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21 de diciembre de 2017:Hoy en el Hemisferio Norte comenzamos el invierno, el solsticio de invierno o la noche más larga. Y también es la jornada en la que, en Cataluña, habrá comicios autonómicos. Espero que como en la linda leyenda toledana de Bécquer, "El Cristo de la calavera", ilumine con su luz nuestras conciencias y nuestro entendimiento para elegir aquellos que verdaderamente persigan el bien común y general, el de todos los catalanes y por ende, españoles, y se restablezcan la concordia y la unidad.
En muchas otras ocasiones he defendido mi creencia de la responsabilidad de los medios de comunicación en la cuestión catalana con sus medias verdades, muchos, demasiados silencios, ocultación, manipulación y tergiversación. Sigo creyendo que de haber contando con una clase periodística en general amante de la verdad y fieles a su compromiso con el lector no habríamos llegado a donde, desafortunadamente, hemos llegado. Al presente oigo hablar mucho de la posible intromisión de la llamada trama rusa como creadora de noticias falsas e intoxicadoras, particularmente, no creo que puedan ser tan eficaces como lo han sido los medios catalanes, hasta ahora tan abundantemente subvencionados por la Generalitat. Dato, por otra parte, conocido por todo el que lo ha querido saber, pues se publica en el Bolentín oficial de la Generalitat.
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24 de junio de 2022: Ayer, al comenzar el día, me enteraba de la muerte de José Luis Balbín, (R.I.P.) que fue un referente periodistico en España . Pero no es de esto de lo que quiero hablar(escribir), sino del papel jugado por los periodistas en torno al escándalo en torno a Oltra, la política valenciana de Compromís, vicepresidenta, portavoz y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalidad Valenciana desde 2015 hasta esta misma semana, en que se ha visto obligada a presentar su dimisión .
Aclaro que suelo centrarme en lo referente a la información relacionada con Cataluña, pero no dejo de procurar estar al tanto de lo que ocurre en el resto del país, España. Así, en alguna ocasión, había oido o leido acerca de la exigencia de responsabilidades por los abusos a menores en los centros tutelados por la Administración en la comunidad valenciana. Y punto.
Sin embargo, tras la imputación de Oltra y estallado el escándalo, principalmente por, al principio, la negativa de ésta , respaldada por su partido, a dejar los cargos, tal como exigían a los demás, ahora, los detalles de tan bochornoso suceso son aireados con proliferación. Pero no se debe olvidar que son pasado, ocurrió y que, entonces, contra viento y marea, ello debía haber sido informado a la opinión pública general. Ello, creo, hubiese ayudado más al esclarecimiento de los hechos y ayudado a la posible víctima o víctimas.
Me ha indignado, sobremanera, conocer el detalle de que la joven, entonces una menor adolescente, fue conducida esposada al juzgado. Que hubo un juicio y el violador condenado a cinco años.
En consecuencia, y tanto como al parecer gustan estos temas escabrosos con los que nos suelen "deleitar" en las televisiones, con el morbo adicional de ser marido o ex marido de una persona pública con mando en plaza, me pregunto las razones por las que este tema no ocupó en aquel entonces el lugar y extensión que ahora ocupa en la totalidad de los medios.
Seguidamente copio y pego párrafos escogidos de la información publicada por público.es:
La fiscal considera que Oltra dictó una "orden verbal" para "desvirtuar la credibilidad de la menor", ingresada en un centro de acogida privado pero con concierto con la Generalitat. La joven, nacida en 2002, tenía 14 años cuando comunicó, en febrero de 2017, a una trabajadora social que un educador del turno de noche, Luis Eduardo Ramírez, abusaba de ella. Ese trabajador era el marido de Mónica Oltra en aquel momento, posteriormente se separaron.
En resumen ¡hace falta valor!