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martes, 11 de marzo de 2008

El día del libro, abril 24, 2006

Ayer, 23 de abril, fue el Día del libro. Su celebración en tal fecha obedece a la coincidencia de conmemoraciones relacionadas con dos grandes de la Literatura Universal, William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra. Antaño este era un día entrañable para mí. No me perdía la visita de paradas de libros, buscando uno que me gustara y aprovechar el diez por ciento de descuento. Esto ha quedado ya muy lejos, por múltiples razones. Entre ellas que los libros nuevos suelen ser carísimos; tampoco me gusta el montaje patriotero barato que se monta aquí, en Cataluña, alrededor de esta conmemoración, pero, y principalmente, porque los libros que se publican ahora, su contenido, por regla general, no me atrae. En alguna otra ocasión anterior lo he dicho. Ahora repito mi creencia de que existe una regla tácita por los que tienen como actividad laboral (fuente de ingresos) escribir, hacerlo siguiendo tendencias y contenidos que le son dictados por la editorial o por quién sabe Dios, me da igual, que les asegura ver publicadas sus - llamémoslas- "creaciones intelectuales”. Abundando unos temas concretos, muchos en torno a cuestiones sobre dogmas o verdades del Cristianismo, Opus Dei, Vaticano, Iglesia, satanismo, magia, etc. Eso por una parte, luego, e independientemente del relato, a veces colocados "con calzador", párrafos cargados de cochinadas, aberraciones sexuales o acciones y costumbres muy disolutas,...Supongo que también hoy se siguen dando verdaderos escritores con creatividad e imaginación suficiente, que saben plasmar lo mejor y más bello de la criatura humana y de todo lo por Dios creado. Pero que, como a Cervantes, el porvenir les destinará la gloria y mérito correspondientes, no obtenidos en su tiempo.

En resumen, que ahora me complace más rebuscar entre los montones de libros del mercado de ocasión en busca de un ejemplar barato de algunas de las obras universales. ¡¡¡Me encanta!!!