Título de la edición original "The human factor" G.G., 1978. Traducción Iris Menéndez y Enrique Sordo, Editorial Argos Vergara, 1979.
Los servicios secretos aquí en juego son los de Reino Unido, los de la desaparecida URSS, los de la Unión Surafricana , los de EEUU, y los de China , en relación a la defensa y salvaguarda, principalmente, de los respectivos intereses económicos de estos colosos en África, el rico continente negro, repleto – como todos sabemos - de diamantes, oro, uranio y otras riqueza naturales, explotadas por compañías de países foráneos, muchos de ellos europeos(franceses, belgas, holandeses, ingleses...).
Su lectura, consecuentemente, me ha hecho recordar la existencia de los cuerpos de espionaje( los servicios secretos) que países como EEUU, Reino Unido, Rusia, o cualquier país que se precie, tiene, entre ellos, claro está, la propia España. Al mismo tiempo que me cuestiono qué les está pasando a todos "estos chicos" que, desde que hemos entrado en el siglo XXI, son incapaces de soplar, filtrar, o lo que sea, pero, en definitiva, dar información anticipada y suficiente para abortar atentados o sabotajes como los del 11 - S, 11- M y 7- J. ¿Qué pasa?
En la portada se indica que fue llevada al cine con el mismo
título por Otto Preminger, contando como protagonistas a Nicol Williamson y la
modelo somalí Imam Haywood. Años ochenta.
Se
trata de un relato de espías por el que desfilan diferentes tipos y
nacionalidades de estos profesionales. Cuyo protagonista, Castle es más bien
una contrafigura o antihéroe de James Bond, el súper agente 007, el héroe
de ficción creado por Fleming; tanto por su físico y
aptitudes personales como - acaso principalmente- por la forma de llevar
a cabo su acción de agente doble.
Los servicios secretos aquí en juego son los de Reino Unido, los de la desaparecida URSS, los de la Unión Surafricana , los de EEUU, y los de China , en relación a la defensa y salvaguarda, principalmente, de los respectivos intereses económicos de estos colosos en África, el rico continente negro, repleto – como todos sabemos - de diamantes, oro, uranio y otras riqueza naturales, explotadas por compañías de países foráneos, muchos de ellos europeos(franceses, belgas, holandeses, ingleses...).
Greene, en esta novela, nos da una visión poco halagüeña de los servicios
secretos, porque los ha dibujado con trazos propios de entidades peligrosas y
nada de fiar. ( Así, al menos, lo entiendo yo). Organizaciones
cuyos miembros son capaces de desprenderse de alguno sus componentes, es decir,
eliminarlos sin escrúpulo alguno. Y en el supuesto de producirse
fallos garrafales en la consecución de sus objetivos, especialmente si estos
errores provienen de alguno de los que están en la cúspide del organigrama,
aunque por el camino haya quedado algún o algunos muertos, ¡no
pasará nada! Se disfraza " la chapuza" y a seguir. En
suma, ¡ horror!.¿ En manos de quiénes estamos?
Su lectura, consecuentemente, me ha hecho recordar la existencia de los cuerpos de espionaje( los servicios secretos) que países como EEUU, Reino Unido, Rusia, o cualquier país que se precie, tiene, entre ellos, claro está, la propia España. Al mismo tiempo que me cuestiono qué les está pasando a todos "estos chicos" que, desde que hemos entrado en el siglo XXI, son incapaces de soplar, filtrar, o lo que sea, pero, en definitiva, dar información anticipada y suficiente para abortar atentados o sabotajes como los del 11 - S, 11- M y 7- J. ¿Qué pasa?
Cierro el comentario permitiéndome sugerir la revisión
profunda de estas organizaciones junto a la renovación de muchos de sus cuadros
de mando y de agentes secretos, nacionales e internacionales como medida quizás
más efectiva en lugar de alianzas de civilizaciones o de guerras
internacionales contra el terrorismo.
oooOOOooo
10 de enero de 2018: Al releer el comentario me he
dado cuenta que me fui por los Cerros de Úbeda, y hablé de otras cosas para,
finalmente, olvidarme de lo principal, el factor humano, o sea, el
papel primordial que en cualquier trama, juega la conducta del ser humano.
Principalmente si éste se comporta “humanamente” y actúa según le dicte su corazón y no la razón. Un
corazón noble, generoso, que ama a los suyos. En el caso concreto de la novela de Greene, esposa
e hijo, y se sacrifica por ellos.
Este es,
en suma, el tema o fondo argumental de esta novela de espías. Todo lo demás, es
decir, los modos y métodos de unos y otros servicios de inteligencia, sean los
norteamericanos de la CIA, los británicos del MI6, los soviéticos de la KGB,
etc., es igual. Tanto su descripción y su empleo en la trama novelesca son sólo
medios para desarrollar el argumento principal que es la complejidad del ser
humano. Enfatizo el término “humano”.
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