Estas reflexiones de G.S. me han llevado a mi a otra, también pesimista, referida a otro teatro- así lo veo yo-el Parlamento español. Institución convertida en una realidad virtual completamente ajena a la propia identidad o personalidad nacional. Para muestras, las sucesivas leyes aprobadas en los últimos tiempos hechas por y para unos pocos de la realidad española. Para cuya aprobación , en muchas ocasiones, no se ha tenido en cuenta, para nada, a la otra casi mitad de la representación del pueblo allí presente. Disposiciones sacadas adelante con la ayuda de grupos minoritarios presentes en la Cámara gracias a la Ley D'Hondt y por la que éstos suelen "sacar" onerosa contrapartida. Así, tenemos la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, la mal llamada ley de Educación, la de los "matrimonios" de homoxesuales, etc. Eso, por una parte.
En otras , como en el caso de sueldos, pensiones y demás, relativas a los parlamentarios, por unanimidad se señalan emolumentos y condiciones de las que sólo, en rigurosa exclusividad, gozan ellos.
4 de febrero de 2022: Han transcurridos unos cuantos años desde que escribí este comentario, y mis particulares reflexiones derivadas de las del escritor nórdico se han visto ampliamente refrendadas por la actualidad cotidiana, con el Congreso nacional aprobando leyes cocinadas en las trastiendas de los partidos y en función de los intereses espurios de unos pocos( Eutanasia, la de Educación o ley Celaá y la Reforma de la Ley Laboral , por citar algunos ejemplos).
Con un Parlament(la asamblea autonómica catalana), caracterizado por su falta de actividad, pero sacudido últimamente por el tema de la posible retirada del escaño al cupaire Juvillà, y días atrás, pero aún colea, por los 1,7 millones de euros al año que dicho organismo gasta en sueldos de funcionarios que allí ya no trabajan desde hace mucho tiempo . Y no digamos de la gestión del Ayuntamiento de Barcelona.
Resumiendo: si ya entonces, en
mi calidad de mortal común me sentía tal
cero absoluto, en la actualidad soy un cero, sí, pero chapucero, chapucero...
31 de marzo de 2022: Pienso que la sesión parlamentaria de ayer, en el Congreso Nacional fue antológica . Una selectiva muestra de la degradación de una institución democrática. Un jefe del ejecutivo, Sánchez, incapaz de dar las debidas explicaciones por su persistente mala gestión. La suya y la de sus numerosos ministros y su costosa red de asesores. Se planta en el hemiciclo, echa el pertinente discurso y posteriormente se dedica a echar balones fuera y/o salirse por peteneras.
Pero mientras seguimos si explicaciones acerca de lo tratado con Marruecos y el cambio de postura en cuanto al Sáhara, los precios por las nubes y creciendo, el currículo en Educación aprobado, y etc. etc.
2 de diciembre de 2022: En marzo utilicé la calificación de "antológica"a la sesión parlamentaria en la que el Sr. Sánchez no dió las explicaciones exigidas en relación al tema de Marruecos.
A las habidas en estos últimos días no sé cómo denominarlas para que con el adjetivo calificarlas en justicia, luego de ver, oir y reflexionar acerca de lo que está ocurriendo en el Congreso de los Diputados, con la aprobación de la tramitación por la via de urgencia de la supreción del delito de sedición del Código Penal, para lo cual los diputados socialistas del PSOE(*) , puestos de pie y todos a una, dijeron "Juntos y sin fisuras, Sí", amén del disparate que al final ha supuesto la aplicación de la Ley conocida como "Sólo sí es sí", la comparecencia del Ministro Grande Marlasca por lo de los muertos de la valla de Melilla, y etc. Sesiones broncas a las que hay que unir la visión de la bancada azul (la del gobierno) vacía o casi vacía durante la mayor parte de la sesión, demostrando así su desprecio más absoluto a las argumentaciones de los otros grupos parlamentarios. Y también el vacío de la Cámara en general que , en muchas ocasiones, podremos observar al orador de la tribuna hablando en exclusiva para los de su grupo y alguno que se ha quedado por allí. Y como si todo ésto no fuera ya suficientemente indignante para el ciudadano común , hay que añadir la parcialidad de la presidencia del Congreso.
En fín, ¡aberrante y bochornoso!
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