Ayer hablé de la novela y hoy trataré de comentar algunas de las diferencias entre la sociedad española allí descrita con la que ahora vivimos o, más bien, sufrimos. Muchas cosas han cambiado y son, al presente, bien distintas. Por ejemplo, la edad de jubilación. La de la novela, a los setenta y, como quien dice, "con una patita en el otro mundo". Porque entonces la esperanza media de vida estaba en los 75 años. Hoy esta media se ha prolongado a los ochenta y cuatro o más. En cuanto a lo de retirarse a tan avanzada edad, parece un privilegio reservado para los puestos más elevados de los consejos de administración de la gran banca y otras multinacionales españolas. Las mismas organizaciones en las que, casualmente, la mayoría de sus empleados fueron mandados para casa con poco más de cincuenta años. (*)
En la página 21 he leído estas frases con las que, a la salida de la comida de despedida, uno de su ex-compañeros anima a nuestro protagonista:
“- Bobadas. Hoy un hombre a los 70 no es un viejo, ...La ley dijo setenta como pudo decir noventa. El retiro es un premio. Hoy un hombre a los setenta no es un viejo. Usted ahora podrá dedicar su tiempo a lo que le plazca; a sacar fotografías, por ejemplo."(pág.21)
A este comentario yo añadiría lo siguiente:
- Menos a los cincuenta y pocos , edad a la que actualmente, muchos se ven abocados , en la plenitud de la vida , incluida la profesional.
- La ley puede decir y fijar lo que quiera, ya que el empresario, con la connivencia de sindicatos y de la propia admón. pública, hará y deshará a placer. Para muestras las prejubilaciones masivas llevadas a cabo en empresas como Telefónica, la gran Banca, RTVE, etc.
- Lo de entenderlo como un premio, habría que preguntárselo a los cientos y miles de ciudadanos que para evitar o ante el miedo de, en el caso de decir no, verse excluidos, relegados o hasta degradados en sus funciones y sueldos,( o las tres cosas a la vez) se ven obligados, en contra de sus deseos y/o intereses económicos o personales, a la aceptación de una oferta de jubilación anticipada o prejubilación de su empresa. Considerarlo un premio, creo, corresponde sólo al trabajador afectado.
Para los demás, opino, es una muestra del envilecimiento de las normas y condiciones laborales imperantes en el país. Las jubilaciones forzadas, forzosas, colectivas y en cadena, han sido práctica común en muchas de las grandes empresas del sector terciario o servicios, al que pertenecen las de comunicaciones, crédito y finanzas o también muchas actividades desempeñadas por la administración pública. Organizaciones todas con ingente número de empleados.
Una mirada a las cifras de evolución de la plantilla en España, durante el lustro 1995-1999, de cualquiera de estas empresas, por ejemplo Telefónica, o la gran banca en su conjunto, nos evidenciará como, en esos años, el espectacular crecimiento y la expansión de estas entidades, fue acompañado con una disminución también espectacular, porcentual y absoluta, del número de sus empleados.
La argumentación dada, en líneas generales, ha sido la renovación necesaria debido a la implantación de las nuevas tecnologías; para las cuales la plantilla en nómina no estaba, según ellos, capacitada. La realidad simple ha sido la sustitución de una plantilla con condiciones económicas y sociales superiores por otra de contratos y condiciones precarias. Se añade el agravante de que el número de la plantilla contratada, si se contrató, suele ser muy inferior a la que había. Medidas y prácticas llevadas a cabo con la connivencia, por activa o por pasiva, de todos los estamentos socio-laborales: empresas, admón. pública, sindicatos, etc. Por otro lado, contraviniendo las recomendaciones de la UE, de prohibir pre jubilaciones y jubilaciones anticipadas; y por el contrario, incentivar la prolongación de la edad laboral.
Hago hincapié en que esto concierne a la evolución de la plantilla de estas empresas en España; dato contrastable según informes y auditorías anuales de dichas empresas. El incremento de plantilla, si lo hubo, fue originado por la de fuera de nuestras fronteras.
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(*)Cuando revisaba estos comentarios supe de la medida o proyecto del actual gobierno socialista de incrementar la pensión de aquellos trabajadores que amplíen a los setenta años su jubilación. ¡Quién lo entiende!
13 de Abril de 2021: Ayer el Ministro Escrivá presentaba un proyecto para motivar al empleado a retrasar su jubilación. ¡Por favor! Regulen y vigilen su cumplimiento pero de cara al empleador.
6 de julio de 2021: En días pasados el Ministro Escrivá en una entrevista en TV1 afirmó , en relación al tema de las pensiones, que los baby boomers( los nacidos entre mediados los cincuenta y mediados los 70) tendrían bien que cobrar menos o trabajar más tiempo como solución al problema del sostenimiento de las pensiones.
La afirmación, según los expertos, tiene fundamentos lógicos, pero la verdad no se puede decir y menos en el mismo día en que gobierno, patronal y sindicatos firmaban, con mucho bombo y platillo , en los jardines de la Moncloa, acuerdos sobre reformas de las pensiones.
Particularmente me sorprende que no exista un clamor general reclamando la reforma del gigantesco y costoso estado de las autonomías español. Esos diecisiete estados de taifas, con sus diecisiete duplicidades en estructuras y organizaciones autonómicas, algunas de las cuales, encima, son insaciables.
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