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martes, 11 de marzo de 2008

Los que escriben, (Escribiendo por mandato), junio 2005


Últimamente he leído dos libros que abordan la temática del escritor y su mundo. Estos libros son "QBVII " y "Los escritores". El primero de León Urisestadounidense de origen judío, pero, en realidad,  "ciudadano del mundo". El otro escrito por Michel SaintPierre, un  escritor francés, a mi modesto entender,  muy envanecido por todo lo referente a su patria. Creo que se denomina chauvinismo a estos modos  parciales de interpretar  la realidad que nos rodea.

A pesar de tan aparente disparidad entre estos dos autores, observo en ambos fuertes coincidencias en algunas de sus consideraciones como las alusivas a las singularidades que según ellos caracterizan al escritor y  le hacen distinto al resto de sus congéneres. (¡¿?!) Pero, si cabe, me ha sorprendido  más su coincidencia en hablar del escritor que escribe por mandato. En “QBVII”, Uris lo denomina "intelectual prostituido o ramera intelectual", porque, dice, se vende. No escribe sus propias convicciones, sino lo que le señalan otros, a los que sirve, y éstos creen que puede vender; si sexo, sexo; si violencia, violencia,...lo que sea.
Intelectuales prostituidos capaces de crear héroes y heroínas, también mitos y leyendas falsos a sabiendas de que están pervirtiendo y tergiversando la realidad de los hechos acontecidos. ¡Malo! Maléfico me parece utilizar esa facultad, ese don, para crear y transmitir ideas y sentimientos falsos, guiados tan sólo por el interés particular  y para medrar en beneficio propio o en el de los suyos. Unas veces adornando y otras embelleciendo con la palabra las acciones más viles; o, si por ello le pagan,  ensalzar al canalla mientras hunde al cabal.
Preciso que cuando digo escritores, me refiero a todo el que escribe, llámesele literato, ensayista, novelista, historiador o periodista. A estos últimos , opino,  les cabe mayor responsabilidad o peor el calificativo a dar. Porque su papel - tal como decía Josep Plá- sería el de notarios de la realidad que conocen, y su función estaría ceñida a informar lo más fielmente posible sobre los hechos acontecidos.
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4 de marzo de 2024: En estos últimos días , en España, vivimos sumergidos entre las noticias que afloran en torno al denominado caso Koldo o  "Mascarillas". Escándalo de grandes proporciones que afecta a los socialistas que nos gobiernan, en especial a su cúpula, hacia la cual apuntan todos los indicios. Pero no es de este  affaire de corrupción mayor de lo que quiero hablar, sino de los periodistas. De la clase periodística  española, que, una vez más es puesta en evidencia su mal hacer ,  con - como siempre- muy dignas excepciones. 
En este caso concreto cabe señalar al periódico digital "The Objetic", cuyo director, Álvaro Nieto, tiene el mérito - así lo estimo- de haber publicado un libro "Conexión Caracas-Moncloa", Ediciones B,2022, en él que explicita algunos de los más sonados episodios de la trama.

18 de julio de 2024: Al caso Koldo ha seguido  los escándalos relacionados con la esposa y el hermano de Sánchez, presidente del gobierno.  Asuntos a los cuales no se ha dado las exigidas explicaciones y por el contrario la amenaza de silenciar los medios que los han sacado a la luz. A esta amenaza cierta la han bautizado con "regeneración democrática". ¡Se necesita ...!