Han
transcurridos unos cuantos días desde que terminé de leer este libro de Joyce . Hay ocasiones en que los libros, como las infusiones, debemos dejarlos
reposar un poco.
El libro
me gustó. Porque son historias que reflejan circunstancias y hechos cotidianos,
así como personajes y situaciones sencillas, verosímiles y también universales.
Llamó mi atención la reiterada aparición, en muchas de las narraciones, de
varones adultos con una exacerbada inclinación por la bebida, en la que se
gastan lo que tienen y lo que no tienen. Como contraste a lo
antes dicho, he visto resaltadas muchas bondades y virtudes en los personajes
femeninos, descritos como encarnaciones de arraigo y defensa del
entorno familiar, y ejemplos de esfuerzo personal. Las describe y
representa inteligentes, discretas, sensibles y amorosas con y para los suyos.
Hacendosas y elemento principal del
núcleo familiar, soportando y cuidando con múltiples atenciones, muchas veces
no merecidas, a unos egoístas e
indolentes esposos, padres y hermanos.
Entre
estos personajes femeninos los que más me impactaron fueron Eveline, la
protagonista de la historia de igual título, María, de "Arcilla", la Sra. Kearney de "Una madre”,
y el
trío de las dos tías y sobrina de "Los muertos", la
última de las narraciones que componen este libro; y quizás la más conocida por
haber sido llevada al cine por el famoso cineasta norteamericano Houston.
En esta
narración, "Los muertos", a través de los numerosos personajes
femeninos que aquí aparecen, capitaneados por el ya aludido trío anfitrión,
Julia , Kate, y Mary-Jane, seguidas por la joven sirvienta, Lily, la señorita
Ivors, una nacionalista recalcitrante, para terminar con la esposa del
protagonista de la historia, conmocionada al oír una vieja melodía irlandesa,(La doncella de Aughrim),
Joyce nos da una
secuencia de los prototipos de mujeres de su Irlanda natal.
Opino,
pues, que Joyce tuvo
un buen concepto de las dublinesas. Sensación que
subyace en la mayoría de las historias contadas en este libro. En el que
abundan los personajes
femeninos atractivos, y el que más - pienso - la
"feíta" de María, del relato titulado "Arcilla", ya
citado por mí, a la que su jefa , en la
lavandería en la que trabajaba, una protestante, le decía: " María, llevas
verdaderamente la paz contigo "