Se acaba el año 2014 y aún tengo pendiente de comentar tres de
los libros que durante su curso leí. Así que me pongo a escribir para ver de
concluir con el año las tareas pendientes.
Empezaré por el más antiguos de los leídos, “La pequeña Dorrit”,
novela de Carlos Dickens, Editorial Bruguera, 6ª edición, marzo 1973, Colección
Historias, Serie Clásicos Juveniles, nº 19, traducción Enrique Martínez
Fariñas, ilustración de sobrecubierta de Bosch Penalva, ilustraciones
interiores de Jaime Juez Castellá. Título original: “Little Dorrit”.
Hace ya unos cinco o seis años leí “Oliver Twist”, cuyo
comentario dejé pendiente, y luego, cuando quise hacerlo, me sentí incapaz. No
quiero que con “La pequeña Dorrit” me pase igual, cuya lectura me resultó amena
y especialmente ilustrativa por los contrastes que nos ofrece la situación allí
descrita en relación al presente, porque, en esta historia, Dickens nos habla
de deudores morosos que van a la cárcel y junto con ellos sus familias.
Dorrit, la
protagonista, ha nacido y vive con su
familia en la cárcel de Marshalsea, en cuyo interior, según describe Dickens, “había una prisión mucho más severa para
contrabandistas, donde también se encerraba a los infractores de las leyes de
impuestos y de tarifas aduaneras.” Pienso que esta particularidad fue uno de los
principales motivos que me llevó a continuar leyendo la novela, cuyos inicios
no me agradaron mucho. La historia es
sencilla y en su fondo lo que prima es el amor y la ejemplaridad de las
conductas tanto de la jovencita, una abnegada, sencilla, trabajadora y amorosa
hija y hermana, como del protagonista masculino, Arthur Clennam.
Por lo demás, creo que la trama argumental hoy
queda fuera de lugar, pues hasta aparece un especulador financiero, muy bien
conceptuado y hombre de moda en las altas finanzas, que pone fin a su vida, incapaz de soportar el
descrédito y el deshonor que sobre él
devendrían, tras el conocimiento público de sus trapicheos y, finalmente, causa
y ruina de los muchos que en él confiaron.
¡Vamos, que ni parecido con el
presente, al menos de España! Este lugar del mundo en que prestigiosos
banqueros, y hasta ex miembros de gobierno o ex ministros, en apariencias o mejor dicho,
esperada solvencia moral y económica, finalmente han metido la mano en el cajón
y…