Esta
obra de Simenon mantuvo despierto mi interés desde el
principio hasta el final. Pero, a pesar de ello, tuve que releer
despacio las últimas páginas, las que recogen el
desenlace final de la historia, donde esperaba hallar alguna clave
nueva acerca del para mí controvertido personaje protagonista.
No la hallé y quedé igual que antes. Así, pues,
expondré aquellos aspectos de la narración que a mí
más me impresionaron.
El protagonista es un alcalde de pueblo de orígenes muy humildes. Sus logros en la vida en cuanto a posición, fortuna, etc., son fruto exclusivo de su esfuerzo personal, así como de sus trajines y maquinaciones, actos buenos y malos, pero suyos, un " self made-man", es decir, hecho a sí mismo. Un ser cuyo motor impulsor ha sido su gran ambición personal de riquezas, de estatus y de poder. Pretensión acompañada de un solapado "hatillo" repleto de soterradas envidias debido a su originaria clase social. Porque es un hijo del pueblo, del pueblo llano, padre pescador y madre vendedora de pescado.
El personaje, Terlinck, ha vivido obsesionado- según se le describe en la novela- primero por ser rico. Para seguidamente procurar figurar entre los que componen los círculos superiores sociales , reservados para los "más" encumbrados del lugar, o sea, para la élite. Esos pocos que, independientemente de su valía personal, mandan, han mandado, y siempre mandarán, ya que su prestigio y riquezas son legado familiar . Trasmitido de padres a hijos, y garantía de su éxito. Élite a cuyo alrededor gira el pequeño o gran mundo que conforman las relaciones sociales, políticas y económicas de la comunidad. La particular empresa que el burgomaestre( alcalde) se ha fijado será desplazarlos, relegarlos hasta la humillación.
Furnes es el municipio. Una alcaldía cualquiera, dirigida por este nuevo rico sin abolengos. Hombre sagaz, poderoso y temido, tanto como buen conocedor de los entramados legales y de las historias de todos. No debe favores a nadie. Su buena gestión municipal le avala. Sabe diferenciar, y diferencia, entre lo público y lo privado, tanto los dineros como las funciones, las responsabilidades y el ámbito de cada uno. Antes estuvo en la oposición. Y fue oposición única, o sea, el único que se enfrentaba con tenacidad y eficacia al equipo gobernante.
El protagonista es un alcalde de pueblo de orígenes muy humildes. Sus logros en la vida en cuanto a posición, fortuna, etc., son fruto exclusivo de su esfuerzo personal, así como de sus trajines y maquinaciones, actos buenos y malos, pero suyos, un " self made-man", es decir, hecho a sí mismo. Un ser cuyo motor impulsor ha sido su gran ambición personal de riquezas, de estatus y de poder. Pretensión acompañada de un solapado "hatillo" repleto de soterradas envidias debido a su originaria clase social. Porque es un hijo del pueblo, del pueblo llano, padre pescador y madre vendedora de pescado.
El personaje, Terlinck, ha vivido obsesionado- según se le describe en la novela- primero por ser rico. Para seguidamente procurar figurar entre los que componen los círculos superiores sociales , reservados para los "más" encumbrados del lugar, o sea, para la élite. Esos pocos que, independientemente de su valía personal, mandan, han mandado, y siempre mandarán, ya que su prestigio y riquezas son legado familiar . Trasmitido de padres a hijos, y garantía de su éxito. Élite a cuyo alrededor gira el pequeño o gran mundo que conforman las relaciones sociales, políticas y económicas de la comunidad. La particular empresa que el burgomaestre( alcalde) se ha fijado será desplazarlos, relegarlos hasta la humillación.
Furnes es el municipio. Una alcaldía cualquiera, dirigida por este nuevo rico sin abolengos. Hombre sagaz, poderoso y temido, tanto como buen conocedor de los entramados legales y de las historias de todos. No debe favores a nadie. Su buena gestión municipal le avala. Sabe diferenciar, y diferencia, entre lo público y lo privado, tanto los dineros como las funciones, las responsabilidades y el ámbito de cada uno. Antes estuvo en la oposición. Y fue oposición única, o sea, el único que se enfrentaba con tenacidad y eficacia al equipo gobernante.
Junto
con él, formando parte del gobierno municipal, son descritos otros personajes masculinos; que son más bien sus contrincantes.
Todos encarnan prototipos de roles públicos: notario, ex-alcalde, abogados, y secretario
municipal. Este último representa especialmente al funcionario público
de postura acomodaticia (de peloteo) con el mandamás de turno,
independiente de su, o no, afinidad o antipatía personal hacia
el mismo. Prototipo, en suma, del adulador sumiso, vulgarmente
denominado “pelota”.
Estos
son, en general, los elementos principales del cuadro descrito en la
novela. Pero aún vigentes en
nuestra sociedad. Los cuales, debidamente matizados, pueden ser acoplados a las
pequeñas historias locales
de
alguno de nuestros municipios.
Continuaré. En próximos comentarios hablaré del mundo privado del alcade de Furnes.
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