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jueves, 4 de julio de 2019

Un día de la vida de Iván Denisovich, de Alexandr Soljenitsin


Un día de la vida de Iván Denisovich”, de Alexandr  Soljenitsin, Premio Nobel de Literatura 1970, Plaza & Janés, S.A. Editores,1970.  Colección Rotativa. Título original: “Odin dien Ivana Denisovicha”. Traducción del francés de J. Ferrer Aleu. Portada de Alvaro.
Es un librito pequeño de 157 páginas. Lo adquirí, en un mercadillo de libros de segunda mano el pasado  Sant Jordi(2019). Después de la lectura de “El Ocho”,  la muy imaginativa ficción acerca de un ajedrez mágico  en cuyas piezas radica la clave de una antigua fórmula ligada a la alquimia y la masonería que proporciona “el Poder”,  conviene,  según creo,  acercarse a la realidad inmediata , o sea, a la  verdad real, y conocer acerca de las  nefastas consecuencias de que personajes desprovistos de humanidad y muy avariciosos detenten “el Poder”. En esta novelita no hay ficción, sino realidad pura y muy dura.

El protagonista es un recluso condenado a trabajos forzados en un “gulag”, es decir, penal soviético en Siberia. Lleva ya unos cuantos años en prisión. Antes que en este penal situado en un recóndito lugar de la estepa siberiana, estuvo en otro, al parecer de todavía mayor rigor y dureza con los reclusos. (1)Aunque no se precisa la fecha, se intuye que era entre los años 45 -50 del  pasado siglo XX.  Iván Denisovich, “Shújov”, sin embargo, no es un odioso criminal, no ha cometido delito grave alguno,  es sólo  un ser corriente, uno más del montón de los habitantes de  la antigua URSS, (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas),   en donde regían  arbitrarias leyes destinadas a favorecer los intereses particulares y exclusivos de los sátrapas que lo gobernaban.  Estados comunistas en los  que los derechos humanos eran  vulnerados e ignorados sistemáticamente.

Como por el título se infiere se relata la vida del preso desde pocos minutos antes de las 5 horas, y aún en el camastro, donde discurre que se ha de levantar. Partiendo de este momento, todos los avatares de la jornada del preso son descritos con minuciosidad y detalles acerca de los trabajos, los tiempos, las vestimentas, las comidas, las reglas, y las personas,(*) (guardianes y los otros reclusos),  hasta que se halla de nuevo en el mismo camastro, y hace balance de lo que fue el día. Para él positivo. No así, según creo, para el lector. Al menos, en mi caso.

El valor de esta obra es, sin duda, el de testimonio. Porque Soljenitsin,  al igual que el protagonista de su ficción, sufrió similar condena en un campo de concentración en Siberia,   y,  a través de este personaje, Shújov,  describe sus propias experiencias. Experiencias que nos hablan de miseria, escasez, injusticia, intransigencia,…pero, al mismo tiempo, de humanidad, comprensión, fraternidad, solidaridad…Esos contrastes que la absurda criatura humana  ofrece en condiciones como las contadas por Soljenitsin  en su novelita.
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(*) La visión en el noticiero de la entrevista entre el Papa Francisco con el dirigente ruso Putin, en la que se decía se abordaría entre otras cuestiones, la de Ucrania, trajo a mi memoria el pasaje leído en la novela que reproduzco (copio y pego) seguidamente:

"...en una de las mesas,(...)un tipo joven se santigua. Seguramente un chico de la Ucrania subcarpática y recién llegado, por añadidura.Los rusos no saben siquiera con qué mano se santigua uno."(pag.17) 


(1) Gulag: Seguidamente detallo dos enlaces acerca de los campos de concentración soviéticos, los llamados “gulags” y recomiendo la lectura de la información allí facilitada. ¡Horror!










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