“Un día de la vida de
Iván Denisovich”, de Alexandr Soljenitsin, Premio
Nobel de Literatura 1970, Plaza & Janés, S.A. Editores,1970. Colección Rotativa. Título original: “Odin dien Ivana Denisovicha”. Traducción
del francés de J. Ferrer Aleu.
Portada de Alvaro.
Es un librito pequeño de 157
páginas. Lo adquirí, en un mercadillo de libros de segunda mano el pasado Sant Jordi(2019). Después de la lectura de “El
Ocho”, la muy imaginativa ficción acerca
de un ajedrez mágico en cuyas piezas radica
la clave de una antigua fórmula ligada a la alquimia y la masonería que proporciona
“el Poder”, conviene, según creo, acercarse a la realidad inmediata , o sea, a
la verdad real, y conocer acerca de las nefastas consecuencias de que personajes desprovistos
de humanidad y muy avariciosos detenten “el Poder”. En esta novelita no hay
ficción, sino realidad pura y muy dura.
El protagonista es un recluso condenado
a trabajos forzados en un “gulag”, es decir, penal soviético en Siberia. Lleva
ya unos cuantos años en prisión. Antes que en este penal situado en un
recóndito lugar de la estepa siberiana, estuvo en otro, al parecer de todavía mayor
rigor y dureza con los reclusos. (1)Aunque no se precisa la fecha, se intuye
que era entre los años 45 -50 del pasado
siglo XX. Iván Denisovich, “Shújov”, sin
embargo, no es un odioso criminal, no ha cometido delito grave alguno, es sólo un ser corriente, uno más del montón de los
habitantes de la antigua URSS, (Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas), en
donde regían arbitrarias leyes destinadas
a favorecer los intereses particulares y exclusivos de los sátrapas que lo gobernaban.
Estados
comunistas en los que los derechos
humanos eran vulnerados e ignorados
sistemáticamente.
Como por el título se infiere se
relata la vida del preso desde pocos minutos antes de las 5 horas, y aún en el
camastro, donde discurre que se ha de levantar. Partiendo de este momento, todos
los avatares de la jornada del preso son descritos con minuciosidad y detalles
acerca de los trabajos, los tiempos, las vestimentas, las comidas, las reglas,
y las personas,(*) (guardianes y los otros reclusos), hasta que se halla de nuevo en el mismo
camastro, y hace balance de lo que fue el día. Para él positivo. No así, según
creo, para el lector. Al menos, en mi caso.
El valor de esta obra es, sin duda, el de testimonio. Porque Soljenitsin, al igual que
el protagonista de su ficción, sufrió similar condena en un campo de
concentración en Siberia, y, a través de este personaje, Shújov, describe sus propias experiencias.
Experiencias que nos hablan de miseria, escasez, injusticia,
intransigencia,…pero, al mismo tiempo, de humanidad, comprensión, fraternidad,
solidaridad…Esos contrastes que la absurda criatura humana ofrece en condiciones como las contadas por
Soljenitsin en su novelita.
____________
(*) La visión en el noticiero de la entrevista entre el Papa Francisco con el dirigente ruso Putin, en la que se decía se abordaría entre otras cuestiones, la de Ucrania, trajo a mi memoria el pasaje leído en la novela que reproduzco (copio y pego) seguidamente:
"...en una de las mesas,(...)un tipo joven se santigua. Seguramente un chico de la Ucrania subcarpática y recién llegado, por añadidura.Los rusos no saben siquiera con qué mano se santigua uno."(pag.17)
(1) Gulag: Seguidamente detallo
dos enlaces acerca de los campos de concentración soviéticos, los llamados “gulags”
y recomiendo la lectura de la información allí facilitada. ¡Horror!
No hay comentarios:
Publicar un comentario