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domingo, 7 de marzo de 2021

Viajeras intrépidas y aventureras, por Cristina Morató

Editorial  Random House Mondadori, 2001, edición especial para venta con la revista Hola. Prologada por Manu Leguineche.

Libro que despertó mi interés desde el mismo momento que tuve conocimiento de su publicación. (*) No me ha defraudado. Su lectura es amena, siempre en un tono sencillo, claro, y sin complacencias en pormenores o detalles más o menos escabrosos de la vida de los personajes allí tratados.

La obra versa sobre mujeres  que en aquellos no tan lejanos tiempos en los que el ámbito de las mismas se entendía  era exclusivamente la casa, lo casero y los hijos, arrostraron viajes, peregrinaciones, aventuras y demás, sin atenerse ni seguir lo tradicionalmente impuesto a los ejemplares de su género. Actitudes que les hicieron singulares y dieron el carácter de excepcional a su labor; que, como en tantas ocasiones en que a la mujer se refiere, fue menospreciada, infravalorada u obviada. Con esta obra Morató contribuye a sacar del olvido,  desenterrar o resucitar a esas, injustamente, olvidadas féminas. Lo cual, particularmente, considero digno de aplauso.   

Debo decir que son tantas las mujeres que allí desfilan, mayoritariamente anglosajonas, que me resulta  difícil recordar la mujer concreta y la hazaña que llevó a cabo. Así que comentaré sólo las que más me impactaron, entre ellas : 

 La peregrina Margery Kempe, madre de trece hijos, y que en torno al 1400
- ¡seis siglos atrás!-  escribió la primera autobiografía en lengua inglesa, consistente en una narración de sus viajes a través de Inglaterra y a los principales altares de la cristiandad:
Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Fue una mística y las razones que la impulsaron fueron espirituales. Morató nos dice de ella: 

"...esta singular viajera llegó en nombre de Dios donde se propuso y le dio tiempo a dejar constancia por escrito de todos los detalles de su agitada vida espiritual" .


 En el capítulo
"El sueño de América" (p.61-80) hay unas cuantas heroínas de sonoridad hispana, tales como: 

La ecuatoriana Manuela Sáenz, cuyo nombre va ligado al del Libertador Simón Bolívar.

María Pérez la Varona, súbdita fiel de Urraca de Castilla, famosa combatiente contra musulmanes y también célebre por retar y desarmar al rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, en los campos de Barahona.(p.64). Puso fin a su carrera de armas al casarse y fundar una familia.

Flora Tristán, citada por Cristina Morató como escritora y feminista,  cuya labor en pro de los más pobres y débiles, realizada en el primer tercio del XIX, quedó reflejada en su diario íntimo titulado "Peregrinaciones de una paria".

Inés Suarez, conquistadora española. La misma a la que Isabel Allende , la escritora chilena, le ha dedicado un libro y fue compañera de Valdivia.  


En este mismo capítulo se habla de la primera fémina almirante, una gallega de
Pontevedra, Isabel Barreto, mujer "ajena al sufrimiento de su gente...que al parecer no tenía ni pizca de humanidad gobernó con mano dura durante los tres meses largos que tardó en llegar a Filipinas"(p.79).

Y por último Mencía Calderón, colonizadora española, famosa por sus hazañas y expediciones por Paraguay y Argentina.

Ya he comentado que tanto personaje femenino como el citado por Cristina Morató en su libro, me ha dificultado recordar a todas y cada una de ellas, con la pertinente identificación y mérito por sus hazañas o aventuras corridas. Pero en mi ánimo  ha quedado claro que hubo unas cuantas señoras en tiempos, lugares y condiciones muy difíciles en los que su condición de  madre y mujer no les fue impedimento para lograr sus  objetivos. Y algunas incluso dejaron testimonio escrito  de sus experiencias personales, en libros o diarios íntimos. Y  consecuentemente, su mérito, es doble, tanto por la proeza de su hazaña o gesta vivida como por su  relato.

También a este libro de Morató le corresponde   un mérito especial, el de dar ocasión de conocer a estas célebres mujeres y animarnos a buscar y deleitarnos, o no, con sus gestas.

Acabo no sin antes hacer mención a otras dos mujeres que no aparecen en la obra,recientemente fallecidas(**) ,   la periodista Oriana Fallaci y la presentadora de la TV afgana Shaima Rezayee,  la primera víctima de enfermedad y la otra víctima de unos cobardes asesinos .

____________ 

 

(*) Comentario realizado hace ya unos cuantos años, supongo que entre  2006 y 2007, conservado pendiente de revisión y que quedó olvidado.

 

(**)  Fallaci murió en septiembre de 2006, de un tumor maligno. Fue “la primera  mujer italiana corresponsal de guerra, la periodista más famosa del siglo XX, la que se atrevió a cuestionar a los poderosos, la que convirtió la entrevista en un arma de destrucción masiva” .

Rezayee fue abatida por un tiro el 18 de mayo de 2005.  Su programa “HOP” fue citado así :

“He was quoted as saying "It [Hop] will corrupt our society, culture and most importantly, it will take our people away from Islam and destroy our country... This will make our people accept another culture, and make our country a laughing stock around the world." ( "Corromperá nuestra sociedad, cultura y lo más importante, alejará a nuestro pueblo del Islam y destruirá nuestro país... Esto hará que nuestro pueblo acepte otra cultura y hará de nuestro país un hazmerreír en todo el mundo". 


7 de marzo de 2021:La revisión de este viejo comentario en el que citaba a la gran periodista italiana, Oriana Fallaci, ha traído a mi memoria no sólo al personaje , sino al tema que constituyó la base de su postrer discurso, el avance en los países occidentales, concretamente en Europa, del Islam. Es decir, la islamización de Occidente, creo, incluso que asignó el término Eurabia.

Enlazo con artículo publicado en Ethic, firmado por Esther Peñas, cuya lectura íntegra recomiendo, incluidos los comentarios de los lectores.

https://ethic.es/2015/07/oriana-fallaci-la-reportera-insolente/

 


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