(*)Seguidamente,
reproduzco esta vieja entrada , publicada en leyendo_periódicos, por entenderla
también idónea para este blog relacionado con mis reflexiones personales sobre
libros leídos y sus autores..
martes, 23 de junio de 2015
De la insaculación a la segunda vuelta (Cambiar la Ley electoral)
Ascenzia, o de la elección a ciegas, (Libro Negro, de G. Papini)
23 de junio de 2015: Tras los comicios electorales del 24 de mayo, el pasado día 13 de junio se constituyeron los nuevos consejos municipales y días más tarde los autonómicos. Comicios cuyos resultados entiendo han sido burlados en muchos lugares, por los trapicheos, llamados pactos, entre los perdedores. Pero, a la postre, una nueva burla a los ciudadanos de este país. Y otro punto más y mayor de desconfianza que hay que añadir hacia nuestras instituciones y leyes, que se muestran incapaces de guardar y hacer cumplir la voluntad de la mayoría. Y todo lo demás, que si democracia en un sistema presidencialista, o democracia en una monarquía parlamentaria son, o al menos para mí lo son, sólo torticeras interpretaciones de la voluntad del pueblo.
La ocasional lectura de “Ascenzia”, del Libro Negro, de Papini, en el que se describe el método de la insaculación, consistente, según se describe, en: “ Los nombres de los ciudadanos cuya edad oscila entre los veinticinco y los sesenta y cinco años, son insaculados (*) en grandes urnas. Cada siete días un niño extrae un nombre, y el así designado por la suerte será rey de la ciudad durante una semana. Con el mismo sistema se extraen cien nombres más, y los agraciados desempeñan durante el mismo período de tiempo el oficio de parlamentarios”, me llevó no sólo al conocimiento de tan original tradición, que se practicó en España como respuesta al “descrédito de la elección mediatizada y no libre, motivo de partidismos locales y luchas intestinas en las ciudades”; originariamente en los territorios de la Corona de Aragón y posteriormente su uso se extendió “ en cualquier pueblo donde se consideraba necesario por la autoridad política de la provincia para evitar los efectos de la rivalidad o ambición de los partidos o familias. La insaculación se decretaba de oficio o a instancia de parte y se hacía por el comisionado de la autoridad superior o por el vecindario con la intervención de aquél.”
Particularmente, el método en cuestión, que conmocionó a Gog, a mí me parece aplicable a nuestra realidad. Específicamente a la realidad de las poblaciones pequeñas. En las que han visto cómo los que habían perdido se liaban en pactos y componendas, repartiéndose las concejalías y la jefatura de los cuatro años ( por ejemplo, dos años tú; y yo los dos siguientes).Reflexiono si no sería más democrático además de equitativo , volver al régimen de insaculación para la elección del alcalde, y dejar así, a la Fortuna, la oportunidad de ser alcalde del pueblo, y de paso, ser retribuido por ello. Visto, insisto, el desprecio a la voluntad de las mayorías que muchos de los nuevos consistorios son muestra palpable.
oooOOOooo
2 de septiembre de 2017: El pasado miércoles, 30 de agosto de 2017, en el Pleno extraordinario celebrado en el Congreso sobre el caso Gürtel y la financiación del PP, oí a Rivera, de Ciudadanos, hablar de cambiar la ley electoral, cuestión que en un pasado reciente fue muy defendida por su partido. Aunque, luego, también hay que decirlo, se ha dejado a un lado acometer tan fundamental como urgente, según creo, revisión. Pero que nosotros, los ciudadanos de a pie, los que no vivimos de la política y vemos a los políticos y en especial a los que componen los distintos ejecutivos de los gobiernos tanto el central, el autonómico, y los municipales o locales, así como a los parlamentarios nacionales y autonómicos y a los componentes de los consistorios municipales, como " servidores" de la cosa pública, de la "res pública", dicho en latín que queda muy bien, y de donde viene esa palabra que ahora algunos les gusta tanto "república". Término, no obstante, antónimo de amos o dueños.
Hecha esta precisión, me meto en la cuestión para mi principal que es expresar la necesidad urgente de un cambio de la ley electoral. Ley que nos asegure que los que han sido elegidos en las urnas por el pueblo soberano, sean los que gobiernen. Y ello, entiendo yo, no se está cumpliendo. Y es la causa del desaguisado, por decirlo “suavecito” de lo que está ocurriendo en España. Los que obtienen el voto mayoritario, es decir, el apoyo de la mayoría, son los que deben gobernar. Y en caso de duda, también debe corresponder al pueblo soberano solventarla mediante una segunda vuelta. Pues somos nosotros, con nuestros impuestos, los que los mantenemos y pagamos sus sueldos.
Del nefasto resultado de la usurpación del poder mediante los pactos y componendas chapuceras que han aupado al control de la gestión pública en general a personas y grupos manifiestamente incompetentes así como antisociales y antisistema tenemos, pienso, un amplio surtido en Cataluña, desde el gobierno autonómico, pasando por muchos de los principales y más importantes municipios de la región catalana, hasta poblaciones pequeñas, cuyos consistorios y gobiernos locales lo forman tripartitos,cuatripartitos, pentapartitos y etc. etc.).
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