El manuscrito carmesí, Antonio Gala. Premio Planeta 1990. Colección Autores
Españoles e Hispanoamericanos. Edición 1ª, octubre de 1990.
Novela de corte histórico de Antonio Gala, prolífico escritor cultivador de múltiples géneros literarios, pero principalmente poeta.
Fue un regalo de cumpleaños, allá por los años 90, entonces la leí, pero sólo conservaba un vago recuerdo de su contenido.
Un voluminoso libro de más de seiscientas páginas, cuya
lectura se me hizo algo pesada, debido a
la constante introducción de disquisiciones personales y hasta de poesías. Acabé de leerla a
mediados de noviembre, pero, intencionadamente, he ido posponiendo el
comentario; quería como el café, que se “reposara” un poco.
La obra es desarrollada a modo de una
supuesta autobiografía de Boabdil el Chico, también
conocido como el Zogoibi, “el Desventuradillo”, último
rey de la dinastía nazarí que gobernó Granada, utilizando para ello los papeles
propios de la cancillería granadina, caracterizados por su color rojo vivo.
De ahí, el título de la novela. Una larga crónica de relatos de
intrigas familiares, palaciegas y sangrientas batallas entre propios y
con cristianos, con detalles y pormenores sobre enredos amorosos
personales, incluidos los más íntimos, que a mí, particularmente,
me han sobrado, así como porfías familiares, con eunucos, harenes,
favoritas, venenos… más propios de los cuentos de las mil y una noches. Todo
ello con el precioso fondo de Granada y su Alhambra, últimos
baluartes de al-Ándalus en la
península ibérica.
En estos escritos Boabdil desgrana
ordenadamente- como ya he señalado- detalles, historias y reflexiones
personales sobre diversidad de cuestiones y también relativas a sus
familiares y directos colaboradores, entre los cuales caben destacar a su
padre MuleyHacén, su madre, la marimandona sultana Aixa, su esposa, la
dulce Moraima, su
tío el Zagal, la favorita del
padre Inésde Solís(Zoraida), y sus inmediatos
colaboradores Aben Comisa y El Maleh, personajes todos que
ejercieron fuerte influencia sobre el rey nazarí, y además jugaron
papel transcendental en los acontecimientos allí narrados.
Por la parte cristiana son también
exhaustivas las cuestiones tratadas, incluidas las religiosas, y numerosas las
personalidades históricas citadas, entre las cuales destacan las
figuras de los
Reyes Católicos y de Don Gonzalo
Fernández de Córdoba. Este último admirado, no así el Rey Fernando ni sus
más directos colaboradores (vasallos) como Hernando
de Baeza. A quien resalto porque los pasajes que nos describen su reunión
con Boabdil para fijación del plazo de rendición, (págs.. 480-82)son explícitos
de la opinión y concepto en que según Gala, Boabdil los tenía. A
título de ejemplo reproduzco algunas de las frases:
“Vos sólo sois el
segundo conde de Tendilla; hace muy poco que empezasteis a encumbraros: por eso
justifico vuestros ímpetus. Fijaos, en cambio, en mí: yo no soy ambicioso.
Gracias, claro, a que mis lejanos antepasados sí lo fueron. Yo lo he
tenido todo ya, señor conde; no aspiro a tener más. La ambición, en el fondo es
cosa de vasallos”(pág. 481)
Novela que reivindica al personaje de Boabdil, el último rey de la dinastía Nazarí del también último “reino musulmán” en la península ibérica y por ende, en Europa. Al mismo tiempo que desmitifica la gesta de los Reyes Católicos y los señores de la nobleza que les acompañaron y que pusieron fin a la Reconquista, un hito histórico.
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