Voluminosa novela escrita por Henry Morton Robinson, titulada "El Cardenal". Libro publicado por Simon y Chustes Inc., en Nueva York, 1951. Traducción de Horacio Laurora, editado por Guillermo Kraft Ltd., Argentina, Colección Vértice, edición 25ª, enero 1959. Novecientas quince páginas que nos hablan de la vida de un sacerdote católico norteamericano, de familia modesta de origen irlandés, que llega a alcanzar la dignidad de príncipe de la Iglesia.(*)
La novela nos lleva a la primera mitad del siglo XX, con las ciudades de Boston (EEUU) y Roma, ( Italia) como principales escenarios. El protagonista es un sacerdote católico, un mediador entre Dios y la humana criatura. Pero un ser dotado de idéntica
naturaleza que sus congéneres. Naturaleza o condición humana que, no debemos olvidar, en pocas ocasiones nos hace héroe, y sí, en muchas más, un villano. Esto último no disminuye su superior responsabilidad debido a su compromiso de orden moral, de
actuar en coherencia con su fe y con sus creencias en Dios y en Jesucristo, Mesías
Salvador.
Existe una película del mismo
título, basada en este libro, realizada en
1963, bajo la dirección de Otto Preminger, que vi hace muchos años. De entonces recordaba algunas circunstancias como lo de ser un cura apuesto; de la modestia de sus orígenes familiares, del “destierro” a una lejana y muy pobre parroquia estadounidense,
en donde había un párroco consagrado en santa vocación al ejercicio del sacerdocio cristiano, o del
salto a Roma (Vaticano)
y de los muchos y graves conflictos, incluidos los muy personales, que sufrió
durante la SGM.
La recordaba, en suma, como una de esas películas significativas. Supongo que
porque su protagonista era un sacerdote católico, contemplado desde el doble
ángulo de servidor - ministro de Dios, y la de común mortal, arrostrando los
conflictos inherentes a su humana naturaleza. Es decir, las virtudes y los defectos, conviviendo en continua lucha. Algunas veces, pocas, ganando las primeras,
pero, en muchas más, venciendo los segundos.
La novela empieza y termina con parecido escenario de un
barco que va hacia los Estados Unidos de
Norteamérica , en el que viaja el protagonista que regresa de Roma. Escenas separadas por unos veinticinco años,
durante los cuales el entonces recién ordenado sacerdote en Roma se ha convertido en cardenal(1), Príncipe de
la Universal Iglesia Católica,
Apostólica y Romana y uno más del cuerpo de posibles sucesores a la Silla de
Pedro .
En el fondo argumental de la obra subyacen cuestiones
relevantes como el olvido de Dios en nuestros hechos y
actividades cotidianos. De la tendencia a descuidar por completo, o casi,
nuestro elemento espiritual, el alma, del que
todo ser humano está compuesto y nos
distingue y nos hace centro de la Creación Divina. Así
como resaltar que la principal
función sacerdotal es llevar y enseñar a
todo ser humano la Palabra
de Dios.
Es un libro exhaustivo. Leyéndolo aprendí mucho respecto a la función sacerdotal.
__________
(*) Al parecer Morton se se basó en parte en la carrera de Francis Joseph Spellman, célebre arzobispo de Nueva York .
(1) El término "cardenal" deriva del latín cardo o
bisagra, lo cual sugiere el papel de fulcro (punto de apoyo, gozne) que
desempeñan: Ellos son las “bisagras” alrededor de las cuales gira todo el
edificio de la Iglesia, en torno a su máximo dirigente: el papa. (Copiado de
Wikipedia)
Otras entradas dedicadas a este libro:
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/robinsonaxel-munthe-madres-e-hijos.HTML
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/el-cardenal-madre-de-familia.HTML
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/el-cardenal-non-abbiamo-bisogno.HTML
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/henry-morton-robinson-diciembre-2005.html
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