Es una narración corta destinada a un público infantil y a los muy jóvenes. Su autor es A.
Amestoy, traducción de Carolina Toral Peñaranda, Biblioteca de LecturasEjemplares, nº 39,”Banda azul”, con censura eclesiástica, editado por Escélicer, año 1948. Al final de la contraportada del libro figura la siguiente leyenda: “EditorialEscèlicer, S.L. al servicio de la infancia”. (1)
El fondo de la narración es de carácter moral y de ejemplaridad. Hay clara distinción entre los personajes que obran bien y los que obran mal. Los unos guiados por
sentimientos elevados de amor a su prójimo, a su familia y a Dios, altruistas, leales,sacrificados, ... Mientras los
otros son seres cuyas acciones van impulsadas por las distintas pasiones y los bajos instintos de la naturaleza humana. Otra característica es que, finalmente, el bien y los buenos triunfan sobre el mal y los malos.
Aquí los protagonistas son un padre
y su hija. Un afamado orfebre, de internacional prestigio, a quien, en el París
de los Valois, se le encomienda la reparación de una joya única, a cuyo valor
monetario hay que añadir el aún mayor de dar la felicidad a su poseedor. La lectura se
hace amena.
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(1) Esta lectura destinada a un público adolescente o muy joven me ha hecho reflexionar acerca de los cambios habidos en nuestra sociedad. Observo cómo, en la actualidad, en los juguetes, películas y programas destinado a los niños, proliferan las figuras fantasmales, las brujas, los zombis, los monstruos, y demás personajes deformes o muy feos. En otro casos, los protagonistas son máquinas o robots que sólo saben luchar , además de tener aspecto monstruoso o diabólico .También llama mi atención el recurso al uso de poderes sobrenaturales y de magia.¿ Qué se pretende con ello? Porque, sin duda, corresponde a una estrategia con el fin de alcanzar un objetivo concreto. Acaso que estas nuevas generaciones no sepan distinguir entre el bien y el mal, entre los buenos y los malos, lo correcto e incorrecto de nuestras acciones, ...No lo sé.
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(1) Esta lectura destinada a un público adolescente o muy joven me ha hecho reflexionar acerca de los cambios habidos en nuestra sociedad. Observo cómo, en la actualidad, en los juguetes, películas y programas destinado a los niños, proliferan las figuras fantasmales, las brujas, los zombis, los monstruos, y demás personajes deformes o muy feos. En otro casos, los protagonistas son máquinas o robots que sólo saben luchar , además de tener aspecto monstruoso o diabólico .También llama mi atención el recurso al uso de poderes sobrenaturales y de magia.¿ Qué se pretende con ello? Porque, sin duda, corresponde a una estrategia con el fin de alcanzar un objetivo concreto. Acaso que estas nuevas generaciones no sepan distinguir entre el bien y el mal, entre los buenos y los malos, lo correcto e incorrecto de nuestras acciones, ...No lo sé.