El autor aclara los
matices y las diferencias existentes entre los componentes de esta
"cofradía", e informa de la primera y gran distinción entre los
mismos, ya que los hay "por cuenta propia" y "por cuenta
ajena". Los primeros suelen ser los llamados propiamente “piratas”. Mientras los segundos son corsarios, piratas que actúan en
nombre y por cuenta del gobierno de un país, mediante la llamada "patente
de corso”, es decir licencia legal para el bandidaje (trasgresión de la ley).
También habla de
otra clasificación (filibusteros, corsarios,
piratas, etc., ) según el botín o contenido del saco robado, y atendiendo
a ello, los tenemos especializados en robar los tesoros comunes , o sea, los dineros de las arcas públicas, en
la novela, los de la Corona Española. Y los que roban mercancías varias que
posteriormente venden a precio más barato, entre los cuales, como variante,
estarían los bucaneros.
Como derivación odiosa de la piratería, y entendiéndola como degradación suprema de las personas que la ejercen, está la trata, el tráfico de seres humanos.
Estas son las diferencias, pero lo más importante, según creo, es lo común a todos ellos, que es ser amigos de lo ajeno, sin prejuicios de ninguna clase a la hora de obtener el botín o beneficio fácil, saltarse las reglas, y llegar, dado el caso, a la extorsión, abusos varios, y al asesinato. ¡Menuda panda!
Intencionadamente, no he usado el pasado, porque creo que, desgraciadamente, hay mucho pirata suelto y muchas las formas de piratería que siguen vigentes.
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