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miércoles, 12 de marzo de 2008

La primera " operación bluff" de Hitler, Jean Lanzi septiembre 2005

Es el último de los enigmas planteados en este interesante libro y corresponde a la inexplicable actitud de Francia ante el movimiento de las tropas alemanas ordenada por Hitler el sábado 7 de marzo de 1936 sobre la zona fronteriza de Renania. Táctica de Hitler que de haber sido repelida militarmente de inmediato por los franceses hubiese desarticulado, desmoronado, aplastado y puesto en evidencia lo que en ese momento era sólo un "bluff" o falso alarde de fuerzas del imperialismo nazi que se estaba gestando. Esa es la argumentación. Pero no ocurrió así porque, según he creído entender, existía en Francia una pusilánime clase dirigente preocupada más por las formas que por el fondo. Que, en lugar de actuar, optaron por las componendas fútiles y los discursos y gestiones vanas, incapaces de, como vulgarmente se dice, “coger al toro por los cuernos”.

No obstante, hubo quien, como Paul Boncour, defendieron repeler la agresión mediante el empleo de la fuerza: "No tenemos que pedir nada a nadie, ni a nuestros aliados, ni a la Sociedad de Naciones. ¡Primero actuemos! Después de haber actuado, después de haber respondido a una ocupación que es una violación del tratado, de la única manera posible, que es tratando de impedirla inmediatamente, es decir, evitándola, es cuando iremos a Ginebra o a La Haya para tratar de resolver el litigio, si llega a haberlo" (pág.235).

La historia nos ha contado los resultados de la postura finalmente adoptada por Francia y de sus fatales consecuencias para ellos y para todos. En resumen, las posturas acomodaticias finalmente nos pasan factura con crueles y onerosos recargos.

"Las democracias occidentales, en aquel mes de marzo de 1936, dejaron pasar la última oportunidad de detener el avance nazi. El bluff de Hitler tuvo éxito" escribe Jean Lanzi hacia el final de este estudio.

El curioso suicidio del escurridizo Stavisky, por Lucien Vieville (Los grandes enigmas de…)

La lectura de este affaire ocurrido en Francia en la década de los treinta del pasado siglo XX, me ha traído a la memoria otros escándalos económico financieros recientes, que han afectado a muchos países, incluida la propia Francia y también España. Cuya principal causa está - como en el caso Stavisky- en los poderosos vínculos y apaños del estafador con las autoridades políticas del lugar. Vinculaciones de tipo familiar, patrimoniales o fruto de la más pura corrupción que favorece la consecución del delito económico en las condiciones más favorables y de mayor impunidad para el ilustre delincuente.

Espejos del grado de la corrupción extendida entre los más altos estamentos sociales. Algunos de cuyos miembros, gozando del más alto prestigio económico y moral, aprovechan este estatus y sus vínculos con los poderes e instancias públicas para, con la connivencia, por activa o por pasiva de éstos, fraguar y ejecutar colosales timos a buena parte de sus conciudadanos. Quienes, pobre gente, luego de muchos años, tras un sin fin de pleitos, recursos, apelaciones y otros procedimientos judiciales quedan como aquel famoso gallo de Morón, "sin plumas y cacareando". Mientras, el o los burladores, en muchas ocasiones, son exonerados de la devolución de lo que no era suyo; absueltos de sus delitos o condenados a penas que no cumplen. ¿Ejemplos? Acaso el de los Albertos como más sonoro y reciente, pero no el único, ya que, desgraciadamente, ha habido muchos.

El incendio del Reichstag, Edouard Bobrowski, agosto 29, 2005 (Los enigmas de…)

Me está costando mucho comentar este affaire y supongo que ello obedece a que, inconscientemente, hago comparaciones con los hechos y circunstancias algo parecidos que se dieron aquí, en España, cuando los atentados terroristas del 11 de marzo, tres días antes de las elecciones al Parlamento que propiciaron el inesperado triunfo en las urnas del partido socialista.

Veamos, pues, de modo lo más sucinto posible lo del incendio del Reichstag:
El 30 de enero de 1933, el mariscal Hindenburg, del grupo nacionalista nombró canciller a Hitler, del partido nacionalsocialista. En este gobierno los nazis sólo tenían tres carteras. Así las cosas, con ánimo e intenciones de conseguir mayor respaldo parlamentario, a las cuarenta y ocho horas de su nombramiento, Hitler logró del viejo político Hindenburg, la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias para el inmediato 5 de marzo. Comicios en los que, obviamente, los nazis tratarían de imponerse como fuerza política mayoritaria.

En esos momentos el movimiento obrero y los comunistas eran los enemigos mayores para los nazis de Hitler; ya que, en las elecciones que se acababan de realizar, habían aumentado sus escaños y era clara su tendencia creciente. Mientras que los nazis habían visto disminuido sus escaños.
Con este panorama, curiosamente, el 27 de febrero, arde, en poco más de media hora, el colosal edificio del parlamento (Reichstag). Para “suerte” de los nazis, de casi entre las llamas, sale un holandés, medio ciego y como drogado que sólo dice "protest". Al cual la policía (dirigida por un nazi) pudo fácilmente vincular a los movimientos obreros-comunistas.

El partido nazi gana las elecciones, pero sin mayoría absoluta. Obtuvo el 43,9 % de los votos. Problema que Hitler solucionó anulando los ochenta y un escaños que los comunistas, a pesar de tan adversas circunstancias, habían obtenido.

Posteriormente y como era de esperar, se hizo una parodia de justicia con un largo juicio en que se juzgaron cinco inculpados, todos ellos extranjeros. El holandés fue ejecutado como culpable.

En las páginas 164 y 165 se hace un análisis concerniente a cómo y a quiénes en verdad favoreció el incendio del Reichstag y se dice "Es admisible...que los principales jefes nazis no hayan intervenido en la preparación y en la organización del incendio del Reichstag. Pero es muy probable, si no cierto del todo, que esos mismos hombres, al ser informados de la catástrofe en la misma noche del 27 de febrero, hayan pensado en sacar el máximo partido del acontecimiento, conscientes de las posibilidades que les brindaba".

Continuaré.