El Navegante, de Morris West. Editorial
Pomaire, 1976. Título original: The
Navigator. Ilustraciones: Terrence M. Fehr. Traducción: Marta I.
Guastavino. La versión original se publicó en 1976, en New York.
Segunda lectura. El comentario publicado tras mi primera lectura decidí eliminarlo, le faltaba fondo.
El protagonista, Gunnar Thorkild, es mestizo, padre escandinavo y madre polinesia, profesor universitario que aspiraba a una cátedra que no pudo alcanzar por entender el tribunal que su tesis era poco científica. Con el fin de demostrar la realidad de sus argumentaciones decide realizar el viaje a la hipotética isla en el Pacífico Sur, con un numeroso equipo, cuyos componentes son: El ya citado Gunnar Thorkild, Carl Magnusson, financiador del viaje, el abuelo Kaloni, navegante polinesio que no se servía de mapas ni de brújulas; Molly Kaapu, vieja nativa; Martha y Mark Gilman, madre e hijo; Sally Anderston, médico personal del magnate Magnusson, Ellen Ching , botánica; Franz Harsanyi(húngaro lingüista), Cohen judío musicólogo, Lorillard, teniente de la Armada de los EEUU, Adam Briggs, de Alabama, tripulante del barco , Yoko Nagamuna nutricionista japonesa, Jenny una estudiante ex alumna de Thorkild, las parejas Willy y Eva Kuhio , Bárbara y Charlie Kamakau, y Tioto, todos ellos nativos y servidores del magnate.
En suma, un muy heterogéneo grupo, que tienen en común que todos han vivido inmersos en el modelo de vida de las modernas sociedades occidentales, caracterizado por la falta de costumbres y tradiciones propias , inestabilidad matrimonial con constantes y continuos cambios de parejas, olvidados o arrimados a un lado los conceptos de hospitalidad, fraternidad, ayuda al más débil, del común interés que debe primar sobre el particular, y, por el contrario, viven absorbidos por las luchas por el poder, la avaricia, etc. y sin convicciones religiosas, o sea, gentes “sin Dios”.
Cuando lo leí la primera vez creía que mucho de lo aquí explicado por West eran invenciones puras. Pero comprobé que las
migraciones de los polinesios por todo el Pacífico Sur , las
motivaciones que les impulsaban, su dominio de los mares , su guía
mediante las estrellas del cielo, principalmente Sirio, así como las costumbres y
usos de esos pueblos son o fueron reales.
En aquella primera lectura, también me pasaron por alto muchas de las cuestiones abordadas en la novela que ahora considero de particular interés, por su vigencia y porque el autor australiano nos anticipaba. Estas son:
*La heterogeneidad social. Lo componen hombres y mujeres de distintos orígenes étnicos, culturales, religiosos, de formación y edad.
*El aparejamiento como eterna fuente de conflicto.
* El difícil equilibrio en el ejercicio del poder. La importancia vital para una comunidad o grupo de tener un jefe (líder, un cabeza de grupo) competente. Y más aún en situaciones críticas. Alguien superior al resto, capaz de tomar decisiones y asumir responsabilidades. Autoridad y competencia.
*Tener un código de normas ,de obligado cumplimiento, que sirva de marco de referencia, aprobado de
común acuerdo .
*La eutanasia o “misericordia de la muerte”.
*La evolución del líder que terminará con el establecimiento de grandes
diferencias entre él y sus gobernados.
*Las drogas.
*Familia desestructurada y su influencia negativa en los niños.
*La asunción de responsabilidades individuales.
*La necesidad de un Dios a quien acudir, un Dios de todos. Creencias
comunes, una fe compartida.
*La ilusión del paraíso.
A través de las andanzas y desventura del heterogéneo grupo, en un rincón del mundo no localizado
en los mapas oficiales, afanados en y por sobrevivir Morris West , plantea toda la problemática
antes señalada .
Hola Silvia.
ResponderEliminarLo acabo de terminar y estuve buscando páginas y blogs con reseñas, y no hay mucho. Vine a dar a esta playa y leo un comentario muy personal.
Me pareció una buena novela de aventuras pero como decís con cuestiones espirituales, filosóficas y sociales. No creo que de para hacerse una serie con ella pero cuando le iba tomando mucho cariño a los personajes... Se me terminó.
Saludos y gracias
Hola Frodo, acabo de enviarte un correo electrónico y justamente, al cerrarlo se me ha encendido la bombilla de cómo contestarte. Siento no haberme percibido antes de tu comentario ,pero los pocos lectores y los nulos comentarios a mis entradas, han sido la causa. West, creo, no escribió una ficción de aventuras en los mares del Sur del Pacífico, sino más bien una advertencia sobre los derroteros a los que nuestro estilo de vida actual, en nuestras modernas sociedades occidentales, nos arrastra.
EliminarHe acabado de leer El navegante hace menos de dos horas. Quizá no sepa tanto de este tipo de lectura pero realmente ha sido un libro que me ha acompañado en los últimos meses y que cuyos personajes supieron cautivarme. He sido muy ingenua a lo largo de mi lectura así que ese final me ha dejado conmovida y
ResponderEliminarmás ahora al encontrar un post tan reciente sobre una novela setentera pero que bien puede ser pasada como una un poco más contemporáneo.
Me alegra mucho haber encontrado esta crítica, el internet se desperdicia al no tener un poco más de esto. Un placer leerles, saludos.
Hola Lucía, creo coincidir contigo en la vigencia de esta novela de West, porque los problemas y cuestiones allí planteados son de rigurosa actualidad. Novela que te hace pensar, bueno, a mí me hizo pensar. También coincido en el placer de compartir los pareceres sobre esta lectura. ¡Venturoso 2025!
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