“Gimpel, el Tonto" es la primera de las narraciones del libro, compuesto por una selección de cuentos del autor estadounidense de origen judío polaco Isaac Bashevis SINGER, editado por Ediciones G.P. 1966. Libros Reno, nº 595, Título original: “Gimpel, the fool”, traducción de Adolfo Martin. Portada de C.Sanroma .
En la cubierta se indica que Singer fue galardonado con el Nobel de Literatura en 1978.
Son once narraciones breves, amenas y variadas, con un fondo o moraleja, que, originalmente, fueron escritas en yiddish, lengua germano hebrea. Construidas en torno a personajes y ambientes de comunidades judías de pequeñas poblaciones polacas cercanas a Cracovia y a Lublin. Así, en casi todos los relatos salen rabinos, sinagogas, jóvenes que estudian la Ley, los baños rituales y "los hassidins" – aquellos personajes que van vestidos de negro, con sombrero y largos cabellos, vistos alguna que otra vez, en periódicos, o en las imágenes de la televisión cuando aparecen noticias sobre comunidades judías.
Las alusiones a las festividades hebreas, a los libros sagrados, a sus comidas, a sus costumbres y reglas son constantes. Aparecen escritas en yiddish, con lo cual te despistas un poco. Pienso que hubiese sido necesario poner notas aclaratorias con el significado de estos términos y de las fiestas judías.
De estas once narraciones son cuatro las que despertaron mayor interés:
"Los pequeños zapateros", "El invisible", “El Anciano” y el
que da título al libro "Gimpel, el tonto". Los protagonistas de
estas historias, casi siempre, son individuos vulgares, sencillos, como también es corriente,
cotidiano, lo que de sus vidas nos cuenta Singer.
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15 de junio de 2022: La invasión de Ucrania por Rusia, me hizo recordar esta selección de cuentos de Bashevis Singer, escritor polaco emigrado a los EEUU, leídos ya hace unos cuantos años. Los cuales decidí volver a leerlos, y de nuevo he disfrutado con estos relatos que tienen como protagonistas a seres bastante corrientes y vulgares, y cuyas acciones, buenas y malas, se ven compensadas o castigadas. Es decir, son historias edificantes. En general, están protagonizadas por gentes sencillas, de origen y costumbres judías, que habitan en zonas polacas , algunas cercanas a Ucrania y Rusia. En todas ellas son aludidas las distintas grandes fiestas religiosas de la tradición hebrea, sus hábitos,lugares y estancias comunitarias, y sus comidas típicas. Un mundo, en fin, de judíos.
Algunos de estos relatos están
escenificados en la primera mitad del siglo XX, en tiempos de la invasión nazi
de Polonia. Lo cual me ha llevado al recuerdo de la triste realidad que en
estos momentos pueden estar viviendo las gentes de Ucrania y su subsiguiente
éxodo de su país, en busca de un mundo mejor.
Cierro este añadido con frase de Bashevis Singer en relación a su visión del escritor :
“Los escritores pueden estimular la mente, pero no pueden dirigirla. El tiempo cambia las cosas, Dios cambia las cosas, los dictadores cambian las cosas, pero los escritores no pueden cambiar nada". Sin embargo, si pueden dejar constancia de aquello que fue, de un mundo perdido que no volverá jamás".