viernes, 15 de septiembre de 2023

Samarcanda, Amin Maalouf,

 Samarcanda, Amin Maalouf,(*) Alianza Editorial, 1992. Versión española de María Concepción García-Lomas.


Novela histórica, publicada en 1988, ambientada en Irán, la antigua Persia, en dos diferentes etapas históricas, separadas por ocho siglos. Primero, en el siglo XI, teniendo como personajes principales al poeta, médico y astrólogo persa Omar Jayyám, al gran visir Nizam el Molk y a Hasan-e Sabbah, creador de los hashshashín, la Secta de los Asesinos. Personajes, los tres, reales. Existieron. Esta parte de la novela fue la que más me agradó, y es también la que justifica el título de la obra, “Samarcanda”, la mítica ciudad de Asia Central, localizada en  Uzbekistán, exrepública soviética hasta diciembre de 1991, puesto que allí, principalmente, es situada la trama argumental de esta primera parte.  Trama de intrigas palaciegas, harenes, visires, cadíes, eunucos, venenos, guerras, traiciones, y asesinatos.

Posteriormente,  el relato nos lleva  hacia los finales del XIX y principios del XX, en torno a las andaduras del personaje de ficción, Benjamín O. Lesage, un “periodista” norteamericano, quien comparte  protagonismo con los personajes reales  Yamaleddin ,  político islamista, Henri Rochefort, periodista y político francés del siglo XIX, Mirza Reza Kermani., revolucionario persa que asesinó al sah de Persia Nasereddín Shah Kayar, y el profesor norteamericano en la escuela presbiteriana Howard Conklin Baskerville. Conflictivo período de la historia de Irán, en el que rusos y británicos se disputaban el control de la política interna de este país, entonces una monarquía. Su lectura lleva al conocimiento de la historia de Irán del pasado siglo XX que nos permite comprender o al menos acercarnos al entendimiento de las turbulencias políticas, económicas y religiosas del gran país asiático.

El nexo entre ambas tramas o partes de la novela radica en el manuscrito de Jayyám, un ejemplar único de los Ruba’iyyat escritos por el sabio poeta.

Cuando mi primera lectura, allá en los  90, creí que era pura ficción. Ahora sé que, a pesar de lo fantástico que pueda parecer mucho de lo leído, los personajes principales de ambas partes de la novela existieron, y los hechos relatados son ciertos. Entonces, tan sugerente lectura en torno al mundo oriental en general y de Irán en particular, su cultura e historia, y las estrategias de dominio de países como la Rusia zarista y los imperialistas británicos en relación al mismo, pasaron desapercibidas e incluso olvidadas del todo. 

Tras esta reciente lectura  considero que quizás  el autor, con esta novela, persiguiera el doble objetivo de dar conocer la historia de su país, al mismo tiempo que los intríngulis y entramados de poder de las naciones occidentales en Oriente, y sus  reprobables políticas de expansión y dominio.

 

A modo de constatación de lo que digo, reproduzco las palabras de Morgan Shuster, Tesorero General de Persia, financiero norteamericano contratado por el gobierno iraní para que pusiera orden en las finanzas del país:

“¿Qué imagen tienen los persas hoy en día de las naciones cristianas?  ¿La muy cristiana Inglaterra que se apodera de su petróleo, la muy cristiana Rusia que les impone su voluntad según la cínica ley del más fuerte?¿Quiénes son los cristianos que han tratado hasta ahora? Estafadores, arrogantes, gente sin Dios, cosacos” (pág. 255)

 

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(*) Amin Maalouf,  escritor y periodista libanés, nacido en Beirut en 1949 y afincado en París. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2010. Es miembro de la Academia Francesa, ocupando la silla número 29, en la que sucedió a Claude Lévi-Strauss.