Esta antología de cuentos de Alejo Carpentier, es un libro de muy amarillentas hojas; no por lo viejo del libro, sino por la mala calidad de su edición; año 1976 . Editorial de Arte y Literatura, La Habana (Cuba), Ediciones Huracán. Son siete los cuentos que la componen y, como siempre que leo a Carpentier, he disfrutado con la lectura. Todas las narraciones tienen argumentos bien distintos y están
ambientadas en lugares y tiempos pasados o históricos.
ambientadas en lugares y tiempos pasados o históricos.
El léxico de Carpentier es muy rico y con frecuencia es necesario echar mano al diccionario. Con Cervantes me pasaba lo mismo. La prosa del escritor cubano me ha recordado a la del insigne y universal escritor español. En ambos se hace evidente una espléndida formación humanística y conocimiento de las religiones y especialmente de la Fe cristiana. También coinciden en el amplio conocimiento que muestran acerca de los distintos tipos humanos y de sus complejas motivaciones.
Pienso que de esta selección de cuentos, "Los fugitivos" es el mejor. Una nota señala que fue premiado en 1946, en el concurso de cuentos realizado por "El Nacional", de Caracas. En este relato el lector halla todos los rasgos que caracterizan la obra literaria del autor cubano, y le consagran como gran narrador de historias de trasfondo histórico y social, contadas con fluidez, en párrafos extensos y exuberantes, tanto en el lenguaje como en la descripción de paisajes y de entornos. Muy barroco.
Los protagonistas del cuento son un esclavo negro y un perro, de la jauría del ingenio azucarero, adiestrado para la caza de los esclavos huidos. Ambos han escapado de la hacienda y se encuentran escondidos en el monte. Viven juntos durante un tiempo, en la cordial y estrecha camaradería que suele unir al amo con su perro. Estos pasajes son bonitos, no así el final del cuento; que, si de una fábula se tratase, podríamos hallar una doble enseñanza: la del ser superior que siempre busca y se afana por la libertad - aunque nunca la halle – enfrentada a la mostrada por el ser(inferior), quien, por satisfacer sus instintos más primarios, olvida y reniega de toda otra superior condición.