Empezaré por el demandado, Abraham Cady, escritor estadounidense de origen judío, un aventurero aviador dotado de una predisposición natural, y muy aguda, a la pendencia. Características de su carácter que, tras su participación en la SGM, se acrecentaron. En los ambientes en que se desenvuelve corre mucho alcohol y hay muchas mujeres a las que cautiva, pese a estar lleno de cicatrices y con un parche cubriendo uno de los ojos, y ser, además y principalmente, de ese tipo de hombre que sólo ve a la mujer como instrumento para saciar instintos.
Como contrapartidas de indiscutible peso a estas características del personaje están la fidelidad a sus raíces y orígenes, su amor fraternal y filial, y ser persona conocedora de sus defectos, y su elevada honradez profesional. Cady no escribe lo que le mandan, no es una "ramera intelectual".
Concepto este último asignado por Uris a todos
aquellos que escriben lo que les ordenan que
escriban los que les pagan: bueno o malo, falso o real, alabar o
descalificar, ensalzar o satanizar figuras, creando héroes o villanos falsos a
sabiendas ciertas de lo que se está haciendo y se pretende conseguir.
Por los datos que he podido sondear de la vida y obra de León
Uris, éstos se identifican con algunos de los descritos para
el personaje de Abraham Cady.
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10 de noviembre de 2014: Luego de hacer algunas rectificaciones, reflexiono sobre las tantas "rameras intelectuales" que en estos treinta y pico de años han proliferado en los medios de comunicación españoles, y que en esta Comunidad, la catalana, tiene tantos y tan espléndidos ejemplares. A los cuales, sin duda, los promotores de la jornada de ayer, pueden dar merecidas gracias, y de paso, un abultado sobre con dineros, como justa recompensa a su labor. Labor de confusión, tergiversación y manipulación de la verdad, con la creación de falsos mitos, ocultación de realidades y hechos delictivos graves cometidos por los que , en teoría, debían guardar la cosa pública. Sólo se han denunciado, y ello si convenía a los que les pagaban, los delitos y fechorías cometidos por los otros, los denominados despectivamente "los de Madrid", cuando aquí llevamos casi cuarenta años sumidos en una enorme charca de podredumbre y corrupción, en la que todos los delitos, desde la malversación de fondos públicos, el cohecho, la prevaricación, el fraude, la bancarrota, el tráfico de influencias, evasión de capitales e impuestos, y un largo etcétera tienen cabida y autores conocidos y reiterados en su mal hacer.
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Detallo aquellas otras entradas ( comentarios)dedicados a esta interesante novela de León Uris:
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/10/qbvii-demanda-por-libelo.html#!/2014/10/qbvii-demanda-por-libelo.html
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/10/qbvii-de-leon-uris.html
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/10/qbvii-la-sinrazonv.html
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2014/10/qbvii-el-demandanteiv.html