"Cuentos de Canterbury" de Godofredo Chaucer. Editorial Bruguera, 1969, colección Libro Clásico, a cargo de Caridad Oriol.
Un extenso libro de 448 páginas, de letra más bien pequeña, cuyas primeras hojas hablan del autor, de su época y de su obra. Fue un lector empedernido "leía incansablemente y conocía bien el latín, francés, anglonormando e italiano" y "estudió ciencia y astronomía”.
Las narraciones
evidencian un buen conocimiento de las Escrituras y también de
los autores clásicos. Son constantes las citas y alusiones a estas obras.
Igualmente, se nota la afición de Chaucer por Dante y Petrarca.
Así como por las cuestiones astrológicas, con, al parecer, una cierta
preferencia por el signo de Tauro. La mayoría de las historias y las fábulas tienen
un final edificante. Particularidad que me agrada. Me encanta que el pérfido reciba su merecido, y que el bueno y honrado salga adelante.
Entre los
muchos personajes protagonistas de estas historias, como era de esperar debido
a que la conexión de todas ellas es la peregrinación de varios de estos
personajes a Canterbury,
abundan los religiosos, (párroco, mendicante, capellán de monjas, bulero,
priora, monja, etc.), supongo que en correlación a los existentes en la
sociedad inglesa de entonces.
Otro tema que abunda es el de las plantas curativas.
En la mayoría de las historias sale alguna planta medicinal así como su uso.
Los relatos que más me gustaron fueron el del
estudiante citando una narración contada por Petrarca, y otro de un monje
referente a los vaivenes de la Fortuna y su incidencia trágica en el destino de
alguna persona.