Volvoreta, de Wenceslao
Fernández Flórez, Libro RTV nº 43,
Biblioteca Básica Salvat, Salvat
Editores con la colaboración de Alianza
Editorial, año 1970. Prólogo de José Manuel Alonso
Ibarrola. Lectura en la que abunda la descripción de los entornos naturales
de la localidad
coruñesa de Gándara, así como de
algunos de los tipos humanos que la pueblan. Características que me recordaron “El
cuaderno gris”(Bajo
Ampurdán) y “Los Bravos”( la zona montañosa
entre León y Asturias), recientemente leídos, cuyos respectivos escenarios
geográficos están situados en regiones de los extremos del norte peninsular
español, coincidiendo los tres,
curiosamente, en reflejar hechos y personajes reales basados en sus propias vivencias o de los
suyos.
“Volvoreta”, según explica Alonso Ibarrola en su prólogo, es una
obra de juventud. De la juventud de un español
nacido en 1885. Mucha agua ha caído, tanta
como, con toda probabilidad, los cambios y las transformaciones sufridos
por los entornos naturales descritos por el escritor, así como en los ambientes
y las costumbres socio económico de las gentes de aquella zona, pero no en los conflictos
y afectos de sus gentes que perduran y que con acierto han sido reflejados por
Fernández Flórez a través de los personajes de la novela. Es una historia sencilla, no hay intríngulis,
y sí mucha descripción, en la que, según creo, Volvoreta es, sólo un elemento aglutinador
que utiliza el autor para darnos su
visión, entonces un veinteañero, del mundo que le rodeaba, para él un bucólico lugar
del Norte de la costa atlántica española. En cuya recreación se complace. Como también
se complació en darnos la pintura de un cuadro de costumbres de una sociedad
clasista, la de la Galicia provinciana y rural de finales del XIX, principios
del XX, en la que el papel de la mujer,
tanto de la rica como de la pobre, es accesorio, inclinado a cumplir
o llenar las expectativas de los otros,(marido, hijos, padre...) En la novelita corresponde a Volvoreta,
aldeana sirvienta, la personificación de la joven pobre, y a Isabel, la
primogénita ,”en el frío de sus treinta
años de soltera” – hermana del protagonista – el de la rica.
En muchas ocasiones, mientras
leía “Volvoreta”, vino a mi memoria “Los Pazos de Ulloa”, de Pardo Bazán (*),
porque allí también se describían tan
similares como duros contrates entre las gentes del lugar, y de sus oportunidades en la vida, dependiendo
de la fortuna o del estatus familiar de
las personas como del sexo, con superioridad
exagerada del varón sobre la hembra.
La sencilla trama de la novela
se sustenta, a modo de eje
vertebrador, en relatar las vicisitudes del “señorito” en razón de sus amores con la
linda sirvienta. Simplicidad que se ve amenizada con el relato de otras historietas
independientes, es decir, que no tiene nada que ver con el tema principal,
protagonizadas por personajes secundarios como por ejemplo, Amaro
Rodeiro, funcionario de carrera y especie
de Ángel de la Guarda para el “cándido” Sergio; Agustín Rosales, el periodista madrileño director del periódico
local, de tendencia liberal, “El Avance”;
o el indiano Manuel Acevedo,
que marchó a Cuba pobre y regresó rico. Historias
auxiliares, sin duda, ilustrativas de los contrastes de la situación y mentalidad
de las gentes, entre las cuales llamaron mi atención las concernientes a la madre de familia,
vecina de aquel lugar de humedad extrema
ambiental, que iba enterrando a toda su
prole aquejada de tisis. Así como las relacionadas con los dos redactores del periódico “El Avance”,
Muñiz el literato de la casa, y Prego,
republicano de corazón, que había escrito un solo artículo en su
vida.
Librillo, en fin, ameno que te
acerca a aquella singular región de España, Galicia. Y en mi particular caso,
me sirvió también para conocer, al menos algo, acerca del autor, Wenceslao
Fernández Flórez, cuyo nombre me sonaba
mucho, pero desconocía quién fue y lo que representó en su época, así como su
obra, es decir, su producción literaria.
--------------
(*)”Volvoreta” recibió el premio
del Círculo de Bellas Artes, por decisión de un jurado compuesto por Pardo
Bazán, Ortega y Gasset, y Pérez de Ayala.