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viernes, 14 de mayo de 2021

Rebelión en la granja, George Orwell (Libertad de Expresión)


Detallo  a continuación algunos de los párrafos y frases para mí más significativos y de vigencia , es decir, aplicables por  entero a esta España de mis amores, y en mayor medida a Cataluña de mi corazón, sacados de la introducción titulada "Libertad de expresión", que acompaña a modo de prefacio a "Rebelión en la granja". 

Dicha introducción aunque ya escrita no fue publicada junto con la obra en sus primera emisiones. Al parecer en esos años no convenía decir las verdades sobre el régimen soviético, o al menos así lo entendían los intelectuales y escritores "liberales" británicos, a quienes van dirigidas las críticas y observaciones de Orwell. Extensibles, sin embargo, a todos aquellos que el miedo, o las consecuencias personales, le impidan expresar su justo parecer y contar las verdades  sobre los hechos, cualesquiera que estos fueran, e independientemente de sus autores reales.  

(…) el mayor peligro para la libertad de expresión y de pensamiento no( proviene de la intromisión directa (…) de cualquier organismo oficial.(…) En este país, la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general.(…)Cualquier persona cabal y con experiencia periodística tendrá que admitir que, … la censura oficial (…)ha sido correcta y de una clara tolerancia para las opiniones minoritarias. El hecho más lamentable en relación con la censura literaria en nuestro país ha sido principalmente de carácter voluntarioLas ideas impopulares, según se ha visto, pueden ser silenciadas y los hechos desagradables ocultarse sin necesidad de ninguna prohibición oficial(…) estas mismas noticias son eludidas por la prensa …, no porque el gobierno las prohíba, sino porque existe un acuerdo general y tácito sobre ciertos hechos que «no deben» mencionarseEsto es fácil de entender mientras la prensa … siga tal como está: muy centralizada y propiedad, en su mayor parte, de unos pocos hombres adinerados que tienen muchos motivos para no ser demasiado honestos al tratar ciertos temas importantes. Pero esta misma clase de censura velada actúa también sobre los libros y las publicaciones en general, así como sobre el cine, el teatro y la radio(…)en un momento dado se crea una ortodoxia,(dogma, verdad ,  “post verdad”) una serie de ideas que son asumidas por las personas bienpensantes y aceptadas sin discusión alguna… Y lo peor es que esta conspiración nacional (…) se produce a pesar de unos probados antecedentes (...)El servilismo con el que la mayor parte de la intelligentsia se ha tragado y repetido los tópicos de la propaganda (…)Publicación tras publicación, sin controversia alguna, se han ido aceptando y divulgando (…) con un desprecio absoluto hacia la verdad histórica y hacia la seriedad intelectual(…)entre la indiferencia de nuestra prensa de izquierdasy cualquier escrito en su defensa, aunque fuera una simple carta al director, vio rechazada su publicación... no sólo se consideraba reprobable cualquier tipo de crítica (…), sino que incluso se mantenía secreta(...)… es importante distinguir entre el tipo de censura que se imponen voluntariamente los intelectuales (…) y la que proviene de los grupos de presión(…)Desde luego que era posible publicar libros anti…, pero hacerlo equivalía a condenarse a ser ignorado por la mayoría de los periódicos importantes. Tanto pública como privadamente se vivía consciente de que aquello «no debía» hacerse y, aunque se arguyera que lo que se decía era cierto, la respuesta era tildarlo de «inoportuno» y «al servicio de» intereses reaccionarios(…)Acontecimientos similares (…) se juzgaban según distintos criterios. (…) Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse por los mismos inequívocos caminos(…)ello incumbe principalmente a la intelectualidad científica y literaria el papel de guardián de esa libertad que está empezando a ser menospreciada en la teoría y en la práctica(...)Los marxistas claman a los cuatro vientos que la «libertad burguesa» es una ilusión, mientras una creencia muy extendida actualmente argumenta diciendo que la única manera de defender la libertad es por medio de métodos totalitarios(…) aplastar a los enemigos sin que importen los medios utilizados. (…)Todos los que sostienen esta postura no se dan cuenta de que, al apoyar los métodos totalitarios, llegará un momento en que estos métodos serán usados «contra» ellos y no «por» ellos(…)están dispuestos no sólo a tolerar la censura sino a falsificar deliberadamente la Historia (1)(…)Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso, porque el verdadero enemigo está en la creación de una mentalidad «gramofónica» repetitiva, tanto si se está como si no de acuerdo con el disco que suena en aquel momento(…)la libertad intelectual es una tradición profundamente arraigada sin la cual nuestra cultura occidental dudosamente podría existirMuchos intelectuales han dado la espalda a esta tradición, aceptando el principio de que una obra deberá ser publicada o prohibida, loada o condenada, no por sus méritos sino según su oportunidad ideológica o política. Y otros, que no comparten este punto de vista, lo aceptan, sin embargo, por cobardía(…) En la actualidad, en nuestro país (…) los intelectuales no vacilan en mancillar la inteligencia…

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(1)  Orwell cita el ejemplo de  “Diez días que conmovieron al mundo” y dice:  “los comunistas ingleses destruyeron en gran parte la edición original, lanzando después una versión amañada en la que omitieron las menciones a Trotsky así como la introducción escrita por el propio Lenin. Si hubiera existido una auténtica intelectualidad liberal en Gran Bretaña, este acto de piratería hubiera sido expuesto y denunciado en todos los periódicos del país. La realidad es que las protestas fueron escasas o nulas”.

sábado, 7 de abril de 2018

“Rebelión en la Granja”, de Eric Arthur Blair, más conocido por George Orwell.


Rebelión en la Granja”, (*) de Eric Arthur Blair,  más conocido por   GeorgeOrwell. Es un libro de escasas 130 páginas, editado  por Unidad Editorial, 1999, núm. 48 de la Colección Millenium publicada por El Mundo. Título original: Animal Farm, traducción de Rafael Abella, prólogo de Juan Pedro Aparicio.

 Hace años, todavía joven,  comencé a leer  “1984, pero no fui capaz de continuar con , para mi gusto, tan  deprimente texto.  Posteriormente, no he sentido deseos de retomar esta lectura. Novela  de la que nació el significativo personaje del “Gran Hermano”, el  vigía omnipresente que todo lo ve y nada se le escapa.   

Una cita oída sobre Orwell en relación a alguna de sus más conocidas obras, (su ensayo “Homenaje a Cataluña”,  la ya citada “1984”, o puede que esta misma  "Rebelión en la Granja") me llevó a coger este libro, con introducción del propio Orwell bajo el sugerente título  “Lalibertad de prensa”(**)  que  advierte de la temática  allí abordada. La novelita se lee  con facilidad . Según he leído es todo un clásico entre la llamada literatura distópica o apocalíptica (1)

En el momento de su publicación, año 1943, considero que fue por parte de Orwell    un  superior acto de valentía y de honradez profesional . Porque expuso lo que él consideraba verdad, su verdad, en contra de los criterios imperantes tanto de los propios, la intelectualidad de izquierdas, como de sus contrarios ideológicos. Fue una voz solitaria que clamaba  en el desierto, tal como El Bautista.

En su prólogo Orwell manifestó que su objetivo era explicar al mundo : “el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país, con exclusión de cualquier otro régimen dictatorial” (pág. 11). Lo hizo  con  sencillez y elocuencia  y  habló tanto de las vilezas como de los modos y de las formas de sus actores, utilizando especies concretas de animales, escogidas sabiamente por él para representar a los personajes  reales,  a los que con su alegoría quería identificar. Claridad que hizo aún más diáfana mediante los nombres con los que bautizó a sus personajes principales. Como por ejemplo, asignar a   los dirigentes al ganado porcino ; y  al de mayor rango, o sea, al situado en la cúspide del poder, el nombre de “Napoleón”(3). Al cual describe como “un verraco grande de aspecto feroz, el único cerdo de raza Berkshire de la granja”. Sin duda, muy explícito. Aparicio, en  su prólogo a esta edición, aclara que se refiere a Stalin,  y el denominado “Snowball”(Bola de Nieve), a Trotski. Así, cabe suponer que "El Viejo Mayor"(Willingdon Beauty) sería Lenin.

En esta fábula  Orwell alude a la implantación del  totalitarismo en Rusia tras la Revolución de 1917, que significó el fin  del régimen de los zares. Rebelión  que a la postre supuso para la masa popular (el pueblo llano)  sólo el cambio de unos tiranos por otros, tanto en el gobierno como en el  goce y  disfrute de los privilegios de clase . Porque los privilegios- quede claro-  no fueron suprimidos, sino que los nuevos dirigentes  los hicieron suyos.(***) Mientras que para el resto las cosas continuaron igual e incluso  peor. Discrepo con Orwell en cuanto a la imposibilidad de aplicar esta metáfora a otras dictaduras e incluso la hago extensible a otros posicionamientos  políticos, como vb. el  nacionalismo,   en sus luchas por alcanzar el poder político.

El escritor británico, resumiendo,  supo registrar  de modo soberbio no sólo las fases y estrategias, sino las características  personales  que suelen adornar a los líderes de los que blandiendo  el argumento del interés común, de todos, en realidad lo único que les mueve y guía es el interés propio, el suyo personal y además intransferible. Suyo, de los suyos, y de nadie más. Círculos exclusivistas entre quienes se reparten todo, absolutamente todo; y a los cuales, llegados al poder, se hace difícil, casi imposible, destituir.(2) 

Ejemplos, unos cuantos, aunque principalmente –al menos más sonoro e inmediato-lo tenemos en la Cuba de los Castros, ominosa dictadura totalitaria que ha convertido en  una inmensa finca de su propiedad a un país antaño próspero - en el que, sin duda, había muchas cosas que corregir. País  en cuyo gobierno se suceden tal como si una dinastía hereditaria se tratase. Mientras el pueblo pasa penurias y escaseces de toda índole, entre ellas la de la libertad de movimientos y de expresión, por  citar sólo algunas de las más elementales,  mal viven con la existencia de libretas de racionamiento, y con la esperanza de las remesas que les envian desde el extranjero sus deudos, etc. Y para mayor contraste,  el gobierno cubano hace negocio con multinacionales extranjeras, entre las cuales hay españolas, especialmente en el negocio turístico. Régimen que llevan ya casi SESENTA AÑOS. 

¡Me perdí…como tantas otras veces me fui por los Cerros de Úbeda!



______________
(*)Lo leí a mediados de agosto del  año 2017, pocos  días antes del  cruento atentado en las Ramblas de Barcelona, al que algunos días más tarde siguieron las bochornosas jornadas de los días 6 y 7 de septiembre,en el Parlament catalán en las que la mayoría parlamentaria independentista pretendía culminar el por ellos denominado “PROCÉS” con la DUI,  de colofón final.  Conjunto de  acontecimientos que trastornaron mucho mi ánimo  y no tuve ganas de comentar este librito que  nos relataba a modo de metáfora lo acontecido a principios del siglo XX en la Rusia zarista. Hechos que se podrían sintetizar en un “quítate tú para ponerme yo”: La monarquía absolutista de los zares es sustituida por el totalitarismo soviético, tras sanguinarias luchas (contra  los del régimen zarista y también entre ellos mismos). Régimen de los Soviets en el que también unos pocos, al igual que antaño, se arrogaron, repartieron y legaron a los suyos todos los bienes y los privilegios. En suma, que, como bien dice el dicho: ”Para este viaje no hacían falta tantas alforjas”, ni tanta sangre derramada.

(**)La Libertad de prensa, prólogo en pdf.

(***) Esta nota la incluyo en 30.01.2022, después de mi reciente lectura de "El Gatopardo", y recordado la frase aquella "que todo cambie, para que todo siga igual", que bien claro le quedó al Príncipe Fabrizio significaba  quitar a unos para ponerse otros.  Nunca la supresión de privilegios.

(1)Literatura distópica: subgénero de la literatura de ciencia ficción.” El relato distópico nos presenta una hipotética sociedad futura donde, ya sea por la deshumanización de la misma, un gobierno totalitario o el control intrusivo que la tecnología ejerce sobre el día al día, el individualismo se degrada en términos absolutos en favor del pensamiento único y de una sociedad unitaria. En definitiva, un mundo de pesadilla donde nadie debe saltarse las reglas o corre el riesgo de ser aniquilado. Por ello se afirma que la distopía es lo opuesto a la utopía, la sociedad ideal donde todo funciona a las mil maravillas”.

(2) Detallo seguidamente las cuestiones a mi modesto entender, genéricas, que hacen esta obra universal. Indico las páginas en las que pueden leerse:
Cobardía intelectual , ( 12)
La falsía de trabajar para sí y el futuro propio y no para beneficio común. (68)
Exportar sacrificando el abastecimiento nacional (71)
La figura del comisionista, y sus extrañas relaciones con el líder (72)
La compra de jueces(93)
Pergeñar los focos de las iras populares mediante la tergiversación de la realidad (94)
Perversión de la realidad, convirtiendo en triunfos las pérdidas y los fracasos (101)
Los “privilegios” para los propios, “los suyos” (105)
Los finalmente favorecidos  (117)

(3) Napoleón: sabida es la aversión de los británicos por la figura histórica de Napoleón Bonaparte, considerado peligro público número uno.