“Industrias y andanzas de Alfanhuí”, Rafael Sánchez Ferlosio. Libro RTV núm.73, Biblioteca Básica Salvat. Salvat Editores-Alianza Editorial, 1970. Prólogo de Juan Benet Goitia.
Es una segunda lectura. La
primera fue en el 2004. Al parecer no lo comenté. Al menos no he sabido
localizar el comentario. Conservaba un buen recuerdo. En esta ocasión hay
partes que me han parecido demasiado fantasiosas.
Tal como por el título se
infiere, la narración versa sobre las andanzas de un chicuelo por tierras de las dos
Castillas.
Un muchacho pobre y huérfano de
padre pero tan particular como sus ojos de color amarillo y causa de que su
maestro en el oficio de taxidermista decidiera llamarlo Alfanhuí, reclamo de
los alcaravanes, aves esteparias, según he leído, bastante extendidas en
España, cuyos ojos son del mismo color.
Todo el libro está lleno de
fantasías y situaciones fantasiosas. Así como muchos de los personajes.
Particularmente la parte Tercera
fue la que más me agradó. En ella aparecen los pasajes más hermosos y
entrañables, como el del encuentro en el
pueblo de Moraleja con la abuela paterna, con sus arcones de contenido incierto.
Lugar en el que el jovenzuelo inducido
por su abuela ejercerá el oficio de boyero, al cuidado de doce bueyes viejos.
También encontré de especial
belleza el pasaje titulado “De la ciudad de Palencia y la herboristería de don
Diego Marcos”. Quizás de los oficios que
emprendiera este mozuelo el más interesante. Es muy bonito. El muchachito a su
ya bagaje o conocimiento de plantas y remedios añade los aprendidos en la
herboristería. Descrita como un hermoso lugar donde tal como si de una botica
se tratara se amontonan los tarros de cristal y de porcelana.