miércoles, 10 de julio de 2019

Casa sin amo, de Heinrich Böll


“Casa sin amo”, de Heinrich Böll,(1) Biblioteca Breve de Bolsillo- Libros de Enlace, Editorial Seix Barral, segunda edición, 1972. Título original: Haus ohne Hüter. Berlín, 1954. Traducción de Margarita Fontseré. Cubierta de Forte.

El libro me gustó. Me gustó porque habla de niños, de su visión y confusión por el comportamiento de los mayores, pero en especial por el de sus mamás. Son dos. Martin y Brielach (Heinrich). El primero muy infantil, el segundo, un “viejo”. La necesidad y la precariedad de su ambiente familiar le han hecho  crecer y madurar en cuanto al conocimiento de los adultos.

Fue otra de mis adquisiciones del pasado Sant Jordi (2019), en un puesto de libros de segunda mano. Su lectura me enganchó  desde el inicio. El  protagonista principal es Martin. Un niño de once años, tímido y noblote, que quiere a su mamá y a los suyos, incluida la muy particular abuela materna que le tocó, y también a su amiguito Brielach y a la hermanita de éste, por cuyas necesidades y carencias sufre. Su madre es una viuda joven. El padre era escritor y murió en el frente alemán, al que fue por obligación y no por convicción, pues ideológicamente estaba en contra. Martin y su madre viven en la casa de la abuela materna, en la que también viven el  que él llama tío Albert, Glum y Bolda. Personajes  estos tres con historias propias y sin vinculación familiar con Martin. Brielach, tiene la misma edad que Martin. También su madre es una viuda de guerra y con ellos vive uno que él llama “tío”. La familia de Martin goza de una posición cómoda, la de Brielach no.

 Alrededor del mundillo en que se desenvuelven  estos dos personajillos y  sus respectivas mamás,  y mediante su contraste, es desarrollada la trama argumental de la novela, publicada en 1954, la cual  nos ofrece la visión de la Alemania inmediatamente posterior a la SGM, en muchos de cuyos hogares se da la cuestión de  fondo, allí  abordada, de un hogar (casa) en la que no está  el padre verdadero, es decir, el progenitor masculino. En  los años 50 del pasado siglo, y en la Alemania  de postguerra, situación frecuente debido a las numerosas viudas de guerra.

Situación que- reflexiono- también hoy, desafortunadamente, es bastante usual  en casi todas las sociedades del mundo de cultura occidental y “cristiana”, aunque por motivos bien distintos. Sociedades en las que los divorcios y las separaciones proliferan.  Y se dan, situaciones muy parecidas a las que sufren los dos pequeños protagonistas de esta novela e independientemente del estatus social y económico de las familias.

Realidad –pienso- poco favorable para los pequeños en general, pero más negativa cuando como en el caso de Brielach,  no hay recursos económicos suficientes para atender las necesidades básicas que ni el sueldo ni la pensión de viudedad  cubren. Ayuda esta última imprescindible y que  induce a su mamá a permanecer legalmente “viuda”. Legalmente sí, de hecho, no. Realidad que dará al pequeño Brielach la sucesión de tres “tíos” ( aquí y ahora le llamamos “pareja”) de su mamá. Uno de ellos, especialmente odioso, tanto para la madre como para los niños.

También son abordadas por Böll las cuestiones del aborto y de la violencia de género ,así denominado hoy el maltrato de la mujer, y en muchas ocasiones también de los hijos, por parte del bruto y cobarde varón. Particularmente, considero como uno de los mejores aciertos de esta novela, el reflejo de esta situación paradigmática, tipo, universal: La indefensión de una infeliz mujer y de su prole sometida a los arbitrios del varón, cuando éste en lugar de un buen padre de familia que cuida y vela por el bienestar de los suyos  es un “macho”, bruto y cobarde. Que sólo ve a la mujer como una hembra para satisfacción de su libido, y a los posibles hijos, estorbos de los que hay que deshacerse (abortar).

Me resultó simpático ( no sé qué otro término emplear) que la abuela de Martin, una muy particular como toda ella, creyente católica, tuviera la costumbre de cuestionar a su nieto sobre los rudimentos de la Fe Católica. Los cuales eran recitados por el niño a su abuela.

Mi experiencia en relación a Böll, se ceñía a la novela corta “El honor perdido de Katharina Blum”, una espléndida denuncia contra la prensa amarilla y los entramados de poder en apariencias democráticos. Lectura que me encantó.
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(1) Heinrich Böll , recomiendo la lectura íntegra de la biografía del escritor alemán, hallada en este enlace: http://www.blr.larioja.org/tem%C3%A1tica/heinrich-b%C3%B6ll-1917-2017-un-centenario-de-nobel

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