miércoles, 30 de abril de 2025

La condición humana”, André Malraux.

 La condición humana”, André Malraux. Colección Millenium, las 100 joyas del milenio, núm. 87, publicada por El Mundo, Unidad Editorial. Prólogo de Mario Vargas Llosa. Título original: “La condition humaine”. Traducción de César A. Comet. En 1933 ganó el premio Goncourt.

Terminé de leer esta novela de ficción histórica muy pocos días antes de morir VargasLlosa, el laureado escritor peruano, Nobel de Literatura 2010, y autor del prólogo. Una espléndida introducción que nos habla de Malraux y de  esta  obra que califica de “ maestra”, “libro, inmejorable…”.

Para mí, sin embargo, ha sido una lectura deprimente, acaso mejor llamarla “odiosa”. Desde sus inicios hasta el final. En numerosas ocasiones tuve la tentación de cerrar el libro y buscar nueva lectura.

La ficción aquí dibujada por el escritor francés está sobrecargada de tonos oscuros y rojos, pues nos habla de avaricia, represión, odios, miedos, traiciones, drogas, violencia, venganzas y de sangre, torturas y muerte. Reflejo, sin duda alguna, de la condición humana, vista desde su lado más triste o mísero. Pero olvidando la otra parte, la para mí, opinión mía particular, superior, que nos habla de bondad, compasión, empatía, tolerancia…

Está basada en las revueltas de Cantón, en 1925, vividas por Malraux, sucesos que trasladó a Shanghái, año 1927, cuando los enfrentamientos entre los del Partido Comunista chino y el Kuomintang (comunistas estalinistas), aliados contra los militares liderados por Chiang Kai Shek.

Entre sus principales personajes están: Kyo, inspirado en Chou-En-Lai, hombre de Mao, dirigente revolucionario y uno de los organizadores de la insurrección; el terrorista Chen; Gisors, padre de Kyo, intelectual adicto al opio; el barón de Clappique, un buscavidas y Ferral, franceses ambos. Este último, presidente del Consorcio empresarial, respaldado por el estado francés,  con grandes inversiones en China, representante paradigmático de los intereses colonialistas y  cuyos  modos de ser y hacer, allí descritos, nos muestran los perniciosos efectos del colonialismo sobre las gentes comunes del lugar, en este caso, el pueblo llano chino, último mono , en las contiendas de intereses de los imperialismos ruso, japonés   francés  y norteamericanos.

En un  segundo plano están Katow, Helmmelrich, Köning y Chpilewski, que, como por sus nombres podemos apreciar, son occidentales, “desechos de guerras civiles de China y Siberia”. Y también a May, esposa de Kyo y Valeria, querida de Ferral, ambas occidentales.Y, para mí muestra del triste papel del sexo femenino en aquella sociedad. Las unas, las europeas, muy liberadas  y objeto de deseo, la china un nulo objeto.(cosa).

Resumiendo, no me ha gustado.


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