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miércoles, 3 de julio de 2024

Nada, Carmen Laforet

 Nada, Carmen Laforet. Introducción y revisión del texto, Rosa Navarro Durán. Contemporánea Narrativa, nº572, Austral editorial, Grupo Planeta, 2020.

 El libro es de uno de mis nietos. Lo cogí de su escritorio, ya que es, o era, una de las lecturas obligatorias del segundo curso de Bachillerato.


Mucho me sonaba esta novela de Laforet, que escribió con sólo 23 años y con la que ganó en 1944 el recién constituido Premio Nadal. Es, pues, historia todo lo que gira en torno a ella, desde la Barcelona de post guerra en la que está ambientada, como la editorial “Destino”, absorbida por Planeta en 1988, creadora del galardón para obras inéditas, y también, considero, los conflictos y situaciones que conforman la trama argumental.

Basada en la novela hay una película de 1947, dirigida por Edgar Neville

La protagonista, Andrea, es una joven huérfana de padre y madre que viene a la casa de su abuela materna, uno de los típicos pisos del Ensanche barcelonés situado en la céntrica calle de Aribau, próximo a la Universidad, para estudiar Filosofía y Letras.

La historia comienza con la llegada de la muchachita a la gran urbe catalana, a horas, en aquel entonces, intempestivas. El panorama que la acoge es desalentador, incluso, algo tétrico. Con la abuela conviven otros parientes como la tía Angustias (muy bien puesto el nombre), el canallesco tío Román, el artista-pintor y tío Juan con su esposa Gloria, y su pequeño hijo, cuyo nombre en ningún momento se llega a saber. Al pintoresco reparto, hay que añadir la sirvienta, Antonia y un perro, muy querido por esta última. 

Como antes decía en esta novela hay mucho pasado, particularmente, considero que parte del interés que puede despertar está en eso, rememorar y situarnos en otros tiempos, bien distintos a los actuales, tanto en las costumbres como las situaciones y conflictos de los personajes. Aunque imperecederos son la descripción de los estados de ánimo de la jovencita Andrea, sus miedos, sus desconfianzas, el hambre que pasa, los contrastes de su situación con la de sus compañeros de estudios, niños ricos de clase bien, o el cariño y las dramáticas circunstancias   que absorben a su abuela, para mí un bonito personaje. Acaso el más creíble, quiero decir, el más real.  En resumen, una truculenta historia familiar con personajes cargados de frustraciones, violentos y hasta malévolos, con situaciones alejadas de lo corriente , me pregunto, pues, con su lectura, ¿ qué enseñanza se pretende aportar a la muchachada de 2º de Bachillerato?   No sería mejor "El Camino", del vallisoletano Delibes, ¡ un precioso libro !

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 5 de julio de 2016

El príncipe destronado, (1) Miguel Delibes /La guerra de papá




Es un libro pequeñito, de tan sólo ciento sesenta y siete páginas con márgenes  y letra  más bien grandes, editado por  Ediciones Destino, Colección “Áncora y Delfín”, Volumen 436, Octava edición, mayo 1976. Lo compré, recientemente, en una parada de libros usados, por tan sólo un euro. ¡Una joya!  Disfruté mucho leyéndolo y ello por varios motivos que más adelante expondré.
Según leí en un artículo titulado “Mi abuelo Miguel” (1), el editor, Josep Vergés (2) y (3), retuvo por  nueve años su publicación. Pero su edición primera, en diciembre de 1973, (*) – según escribió Delibes -  arrasó. También hay una película,  “La guerra de papá”, año 1977, (*) basada en el libro, dirigida por Mercero,  protagonizada por Lolo García, entonces un precioso niñito de azules ojos y dorados rizos en el papel de “Quico”, el pequeñuelo de cuatro años protagonista principal de la novelita.   Película, por cierto,  muy fiel al libro, que yo había visto, pero no la relacionaba con la obra de Delibes.  Ambos  títulos- pienso - se ajustan bien a esta gran pequeña historia, pues son  dos las cuestiones fundamentales y de interés allí planteadas.  Por un lado la sintetizada en el título de la novela, “El príncipe destronado”, que aborda las presumibles reacciones  de un niño que quizás se siente desplazado  dentro del núcleo familiar  por el nacimiento de nueva criatura.  Mientras  el de la película de Mercero, “La guerra de papá”,  en alusión a la Guerra Civil del 36,  enfatiza  sobre la temática de las relaciones y posibles conflictos que pueden surgir  entre los miembros de una misma familia en razón de las diferencias ideológicas. Y, en mayor grado, si uno de ellos es un intransigente que  pretende imponer a los otros sus particulares  y personales razones y  visiones de la común historia del país.

Para mí- sin embargo, al presente,  el  valor principal de esta obra  está en su papel de testimonio de una época; pues nos muestra, con amenidad, ternura y abundancia  de detalles graciosos amén de fieles, la cotidianidad  de una familia española de clase media alta de mediados los años sesenta, en pleno franquismo.  Valor que crece si aquella estampa familiar y de costumbres se compara con su  equivalente actual. Porque en el cuadro del ambiente social y familiar ofrecido por Delibes en su novela, reproducido con fidelidad por Mercero en su película, vemos una familia española  cuyo padre fue militante activo en la Guerra Civil en el bando nacional, de lo que presume orgullosamente, principalmente- pienso yo - por la rentabilidad posterior que ello le ha brindado; es decir, patrimonio y alto estatus social. Individuo del régimen que impone a los suyos sus criterios. Se le describe bastante visceral.

 El personaje de la madre es más complejo y obviamente tiene mayor protagonismo dado el escenario de la novela, la vivienda de una familia bien.  No es descrita como una sencilla ama de casa, sino como “la señora de la casa”. Una muy activa mamá, (**) que simultanea la dirección  diligente del servicio doméstico,  compuesto por dos criadas y una asistenta a horas, con  la realización de múltiples y variadas tareas y funciones propias de un hogar  en el que crecen seis hijos de edades comprendidas entre los dieciséis años del mayor, y el año de la más chiquitita. Actividades entre las que destacan  la crianza y la educación de su prole. Quico, que va a cumplir los cuatro años, todavía no va  al colegio.  Este  es, en resumen y a grandes rasgos, el cuadro dibujado en la novela,  cuya acción  transcurre a lo largo de un sólo día, desde el despertar de Quico hasta que se va a dormir. Jornada situada, en una de las primeras páginas del libro, en diciembre de 1973, pero como  la obra estuvo retenida nueve años por el editor, debemos remontar a  diciembre del 1964. Acompañando al grupo familiar aparecen los personajes de” la Vítora”  y de” la Domi”, ambos muy coloridos y propios de la época. La primera, la Vito, me pareció entrañable, un personaje bonito y, fresco,  descrita como una chiquita joven, cargada de paciencia y comprensión hacia los niños, que ha marchado de su pueblo para servir en la ciudad y tiene un  novio quinto que   le ha tocado África . En cuanto a la Domi, ya es otro cantar, personaje algo "tiñoso", le encanta el morbo, encarna esas naturalezas humanas aficionadas a las historias truculentas y a decir o mostrar una imagen bien distinta a lo que es o  en realidad piensa. Tipo humano , desgraciadamente,  abundante.


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 (*)  Franco murió en noviembre de 1975.
(**) En la película es también una atractiva mujer. Personaje encarnado por Teresa Gimpera
(1) Artículo cuya lectura recomiendo y ya citado en mi  comentario “Miguel Delibes, un poco sobre el autor”.