“Diario de un
jubilado”, Miguel Delibes. Ediciones Destino, abril 1995. Colección Áncora y Delfín, Volumen 738. Cubierta: Leroy
Neiman.
La edición lleva una pequeña
biografía del autor y una sinopsis de la obra, esta última en la contraportada
del libro. En ella leí que el protagonista, Lorenzo, es el mismo Lorenzo
protagonista de otras dos obras de Delibes,
“Diario de un emigrante”, y “Diario de un cazador. La primera la he
leído, pero no relacioné estos
personajes con aquellos.
El protagonista – como por
el título se intuye- es un provinciano sesentón que se ha jubilado anticipadamente
y que con el fin de –argumenta- ocupar las muchas horas libres, se busca un
empleo que le ocupe el tiempo, y,
asimismo, le complemente la pensión que
le ha quedado. Pone un anuncio en el periódico y le surge el
empleo de acompañante de un viejo poeta de familia bien de la misma localidad
en la que vive. Aparentemente un chollo. Después se verá que no es oro todo lo
que reluce.
Hace unos cuantos años leí
esta novela, pero no recordaba absolutamente nada. Sin embargo, creo que es
para recordar, porque aunque ni su protagonista; Lorenzo, ni el follón en el
que se mete, y menos aún el licencioso vejete al que acompaña, me agradaran, en
ella Delibes describe muchos de los cambios habidos ya en la sociedad española
post franquista. La época nos sitúa a finales de siglo. Es decir, un cuarto de
siglo después de muerto Franco.
La novela está escrita en
primera persona, a modo de diario personal. Comienza un 15 de octubre, y
termina el 14 de diciembre del siguiente año. El estilo choca un poco, pues
Lorenzo utiliza una jerga bastante chabacana, y son numerosos los vocablos
utilizados cuyo significado concreto, al menos yo, los desconocía.
Como antes digo el valor de
esta novela es de testimonio de una época. Años noventa, el protagonista y
su esposa viven de la pensión de él, ella es una hacendosa ama de casa, pasan
unas cuantas horas delante del televisor, mirando culebrones y concursos, la
esposa frecuenta el bingo y los hijos ya se han independizado, el uno casado y
viviendo en otra población, y la hija,
enfermera, trabaja en Palma de Mallorca. Ya empezaban a proliferar los matrimonios sólo
por la vía civil, así como las relaciones prematrimoniales. La homosexualidad todavía
era
tema tabú y los que había ocultaban sus tendencias sexuales. El empleado de banca estaba bien considerado,
y muchas eran las suspensiones de pagos
y quiebras que terminaban con el cierre de la empresa y el paso al paro de la
plantilla.
En este contexto de la
evolución de las costumbres es sobre el que se desarrolla la trama argumental, y lo que le dota de interés.
La novela se publicó a
finales del pasado siglo XX, desde entonces han transcurrido otros veinte años,
en los que también se han producido nuevos cambios en relación a lo que nos
contaba Delibes a través de su novela. A saber: Al presente, matrimonios, “matrimonios”,
pocos, ni por lo civil ni por lo religioso, muchas parejas de hecho. La
homosexualidad no es considerada un estigma y muchos, y también muchas, “han
salido del armario” (1), e incluso hay un día de celebración que llaman “Del
Orgullo Gay”. Los empleados de banca, pobrecillos, están en sus horas más
bajas. Las numerosas fusiones realizadas en el sector financiero ha conllevado
la constante disminución de las plantillas y del número de oficinas. De aquella
figura del empleado de banca, tal como lo describe Delibes en su novela, de
asesor y consejero de inversiones, no queda nada. Es el propio
cliente el que se gestiona y realiza las transacciones bancarias, desde casa,
vía “on line” o bien a través del cajero automático. Y si precisara contactar con alguna persona del banco deberá
pedir hora y día de visita, como cuando va al médico o al dentista. Y en cuanto a la programación vista en la televisión, ahora Lorenzo y Anita, probablemente, estarían enganchados al "Sálvame" o programación parecida, o quizás, quién sabe, preparándose para concursar en el "Pasapalabra". Y ello, en el hipotético caso, de que continuaran casados, pues separaciones y divorcios proliferan, y a todas las edades.
En fin que viendo la España de hoy me reafirma en la acertada afirmación del político socialista Alfonso Guerra cuando predijo que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió. Pues, sí , señor, ¡ cuanta razón!
.
De las obras de Delibes por
mí leídas, puede que sea la que menos me ha gustado.
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(1) Salir del armario:
Expresión que significa que han reconocido públicamente ser homosexual.
16 de diciembre de 2021: Seguidamente, copio y pego texto de un mensaje que el verano pasado corría por las redes. Mensaje muy divertido , además de ilustrativo de la realidad del momento.
"Hoy ha venido a comprar a mi carnicería el director de mi banco. Primero de todo le he hecho sentarse en una silla unos veinte minutos mientras tanto yo hacía otros trabajos.
Cuando me ha parecido le he preguntado qué deseaba, a lo que me ha respondido que unas hamburguesas. Yo le he dicho que las hamburguesas ahora SÓLO las vendemos los viernes.
En vista de ello me ha pedido un pollo cortado. Yo le he dado el pollo, los cuchillos y las tijeras, y le he dicho que se lo tenía que cortar él. Como era de esperar, me ha contestado que él no lo sabía hacer y que era mi trabajo. Mi respuesta ha sido que por tratarse de la primera vez le ayudaría, pero que en lo sucesivo lo debería hacer él solito. Están disponibles en la página web y en la app las instrucciones de cómo hacerlo.
Entonces me ha dicho que quería hablar con el encargado, y mi respuesta ha sido que si no pedía cita previa sería del todo imposible.
Al final, se ha llevado el pollo troceado y una morcilla, de modo que yo le he cobrado el pollo, la morcilla más la correspondiente Comisión de Mantenimiento por el corte del pollo y por la atención prestada ya que no tiene la cuenta ENTRECOT MASTER GOLD PLUS.
Tu carnicería siempre contigo.(https://www.facebook.com/OKELBIZ/posts/4165135523554824/)