“Enrique VIII” de
Félix Grayeff, (*) Círculo de Lectores, 1970, título del original “Heinrich der
achte”, traducción Ediciones Cid, cubierta Izquierdo. Libro leído a mediados del 2008, por vez segunda, que tenía pendiente de comentar. Lectura que pienso no será la última. La
primera fue en 1992, las conclusiones y enseñanzas sacadas entonces, según
recogí en una nota, guardada en el propio libro, fueron las siguientes:
Enrique Tudor tuvo una formación humanística y teológica superior
porque su familia lo destinaba,ya que era el segundo varón, a la vida religiosa (Arzobispo
de Canterbury). Formación de la que, al menos en
sus inicios, niñez y juventud, hizo buena gala. Imagen para mí totalmente novedosa del
personaje y muy lejana, sin duda, de la de concupiscencia o carnalidad que de él
tenía, y con la que merecidamente, considero, ha pasado a la posteridad.
Supongo que, como yo, son muchos los que cuando piensan en Enrique VIII, les
viene la imagen de un más que robusto hombretón que hizo lo que le vino en su real gana (nunca tan bien dicho); y para
ello burló divinas y humanas leyes. Personaje, sin embargo, que fue muy manipulado. Muchas de sus decisiones y
acciones, o tal vez todas, fueron fruto del manejo( utilización) que de
su persona hicieron los distintos partidos que existían en su entorno y que
buscaban, exclusivamente, su particular beneficio propio y egoísta. Particularmente, me resultó deprimente, muy deprimente, conocer la total falta de escrúpulos, la
exacerbada inmoralidad de la élite
inglesa, evidenciada por la retahíla de maldades e intrigas urdidas por lores y
cortesanos, con el fin único de arrimar a su favor el ánimo real. Pero aún más deprimente me resultó constatar los perjuicios que para el bien general de un pueblo es tener un gobernante movido, cual marioneta, por manos interesadas y ajenas al bien común.
La para mí mejor de las enseñanzas brindadas por esta lectura, fue comprobar cómo todo
sinvergüenza, todo canalla, recibe, finalmente, según Justicia Divina, la proporcional retribución a
su mal hacer.
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Al presente, octubre de 2013, transcurridos más de cinco años desde mi
segunda lectura, mis conclusiones anteriores siguen vigentes, pero la superior
formación humanística y teológica del protagonista, que antes me pasó desapercibida, me obliga a una
crítica superior con el personaje y su conducta, no sólo como esposo, sino como padre, como
gobernante y también como simple ser humano, es decir, criatura de Dios, en
cuya alma, conciencia, llevaba escritos los principios básicos para distinguir
entre el bien y el mal. Dictados de los que, al parecer, Enrique VIII, hizo
caso omiso y quedó, como merecía, como gobernante y ser cruel y disoluto.
20 octubre de 2013: Tres son los libros leídos en el 2008 que están
siendo objeto de mis actuales comentarios; los cuales, casualmente, tratan del siglo XVI y sus protagonistas son
los personajes europeos más relevantes
del momento y lugar. Y aunque uno, “Señor Natural”, se refiere a España,
entonces en su máximo apogeo con Felipe II(los Austrias) como rey, y los otros
dos, ”La Reina Mártir” y “Enrique VIII”, respectivamente, referidos a Escocia( María,
los Estuardo) e Inglaterra( Enrique, los Tudor), en los tres, salen a relucir las
historias de Francia y de los Valois, de los Guisa y de los Médicis que allí y
desde aquel reino maniobraban. La conclusión es deprimente pues en todos los
tiempos y lugares las llamadas élites no tienen reparo o prejuicio moral alguno
si se trata de acceder, controlar y/o repartirse el poder político –económico .
¡Qué gentecillas! _______
(*) 14 de julio 2014: Al revisar y corregir algunas faltas de este comentario, me hubiera agradado poner fin al mismo, añadiendo datos sobre el autor, pero, en mi breve búsqueda, sólo hallé una relación de sus obras en el idioma inglés. Según he podido apreciar los temas escogidos para sus obras son biografías de reyes y santos, ética, judaísmo y refugiados judíos. Observo que en esa relación de sus obras, figura como más reciente, la escrita en 1986, titulada "Migrant scholaran autobiography"editada en Friburgo.
El Padre Coloma pone epilogo a su obra
contraponiendo el final de Isabel Tudor al de María
Estuardo. Efectivo recurso para mostrarnos la personalidad real
de cada uno de estos dos históricos personajes. La una, María,
crecida, mayestática, vestida de rojo , tranquila por la esperanza de alcanzar la Infinita
Misericordia de Dios. No había cumplido los cuarenta y cuatro
años.
La otra, la maléfica y avara
Isabel, vivió los últimos diez días de su vida
sumida en un letargo. Tenía setenta años. Pero qué
mejor que las propias palabras del Padre Coloma para describirnos el
final de esta mujer :
“Sobrevivió
Isabel a María Estuardo poco más de trece años,
y durante ellos vio la bastarda halagada su soberbia con el
engrandecimiento de Inglaterra, y saciadas sus pasiones con la larga
serie de favoritos que, sin disputas ni controversias, le señala
la historia: Leicester, Flatton, Walter Raleigh, Pickering, Carlos
Blount y el conde
de Essex Roberto Devreux”
(...)firmó la sentencia de
muerte, y el hermoso favorito fue decapitado en la Torre de Londres,
a los treinta y cinco años, el 25 de febrero de 1601.
Desde entonces, poseída
Isabel de mortal tristeza, arrastrose más bien que vivió,
por todos sus palacios, sin permanecer más de un mes en
ninguno, y ni volvió a prestar atención seria a los
negocios, ni hubo para ella placer ni distracción alguna.
Sombría y más feroz e irritable que nunca, veíasela
vagar sola por lugares apartados, y encontrábasela a menudo
derramando copiosas lágrimas. Decayeron sus fuerzas
visiblemente al cumplir los setenta años, y a principios de
febrero de 1603, trasladose de Westminster al castillo de Richmond,
que era una de sus residencias favoritas.”
“(...)no volvió
a separarse del tapiz en que se había echado. Trajéronle
unos cojines, y en ellos se reclinó, y pasados los primeros
transportes de ira y de rabia, quedose allí mismo, inmóvil
y silenciosa, poseída de esa sombría desesperación
que infunde en los ánimos soberbios el pensamiento fijo y
constante de las cosas que pudieron ser y por nuestra culpa no
fueron, y que ya no tienen remedio.
Diez días y diez
noches pasó en aquel mismo sitio, como idiota, sin pronunciar
palabra ni variar de postura, chupándose, sin cesar, un dedo
de la mano izquierda, siempre el mismo, con los ojos desencajados y
fijos en el suelo. A veces daba gritos por el ardor horrible de
estómago que la atormentaba; mas rechazaba también los
alimentos, y sólo bebía, de vez en cuando, con dolorosa
ansia, algunos sorbos de agua pura. Veíasela morir, y
rodeábanla sus damas, aterradas sin osar acercársele
mucho, temiendo los ímpetus de sus terribles iras, como se
teme la proximidad de una pantera enferma, mientras puede extender la
potente zarpa. Acercósele el arzobispo hereje de Cantorbery
para exhortarla a implorar la misericordia divina; y la Reina movió
por dos veces la cabeza, y balbuceó otras tantas, sin sacarse
el dedo de la boca:
-¡Ya hago!... ¡Ya hago!...
Y sin una palabra de arrepentimiento,
ni de perdón que pidiese, ni de consuelo que le fuera
menester, se apagó su existencia lentamente, en aquella misma
postura, al amanecer del jueves 24 de marzo.
Así murió Isabel, y así
cayó su negra alma en lo eterno, (...)
“Adriana, Vida de
Madame de La Fayette”, de André Maurois, editada por Círculo de
Lectores, año 1960, con nota preliminar del autor y traducción de Alfredo
Darnell.
Una documentada biografía de la
esposa del histórico político francés. Un libro grueso, en cuyas páginas son
reproducidos muchos documentos y cartas de la familia Lafayette, hallados en una estancia del palacete en el
que el histórico personaje vivió sus últimos años. Estancia que,
curiosamente, permaneció cerrada y
conservada tal como la dejara Lafayette.
Transcribo nota de André Maurois a este respecto:
“En la vida de
un escritor, y especialmente en la de un biógrafo, se dan casualidades y azares
felices. Nunca formé el proyecto de escribir una vida de Adriana de La Fayette.
Yo conocía bastante bien la del héroe de la independencia americana, pero
ignoraba que su mujer fuera una de las figuras más emocionantes de la
historia. Por otra parte no creía que fuera posible, después de tantos
investigadores, encontrar sobre La Fayette y su tiempo dos prodigiosas
colecciones de documentos inéditos. Ha sido preciso, para que este libro fuera
escrito, una asombrosa serie de hallazgos y de acontecimientos.
La Fayette, al regresar a Francia después de
la Revolución, se instaló en el castillo de La Grange-Bléneau, en Brie. Este
dominio había pertenecido a la duquesa de Noailles, madre de Adriana,
guillotinada durante el terror. En el momento de la muerte de La Fayette (1834)
contenía los más valiosos archivos, no sólo sobre el período posterior a 1800,
sino sobre el antiguo régimen, la guerra de la Independencia y la Revolución
Francesa. He aquí cómo se explica esta milagrosa conservación de todo cuanto
la tormenta hubiera podido dispersar.
André
Maurois”
El autor, André
Maurois, es un reconocido escritor francés de origen judío alsaciano, famoso por
su erudición y por sus otras muchas obras y biografías de personajes
históricos.
Hablaré sólo de aquellos aspectos que más me impactaron:
* Hallé enorme contraste entre la imagen pública por su participación en la
historia, tanto de Francia como en la de los EEUU, con la del Lafayette, padre y esposo, a mi
modesto parecer, la de un ser egocéntrico,
egoísta e inútil hombre de la casa, ámbito en donde no era nadie sin la esposa. Me pareció, en suma,
un indolente consentido.
* La muy injusta, aunque tradicional, falta de reconocimiento público del
papel básico jugado por algunas mujeres,
sin cuya concurrencia, prestigiosos personajes no hubieran podido alcanzar los
puestos ni las metas históricas que les han inmortalizado. En el caso concreto
del matrimonio Lafayette, tenemos un digno ejemplo.
* Del empleo de similares modos y comportamientos de las élites de cualquier sociedad, para concentrar el poder entre sus miembros y, así, acrecentar, si cabe, sus ya grandes fortunas personales e influencias. Pues si rico era Lafayette, la familia de la
que procedía Adriana(Duques de Noailles), era aún más rica y de mayor prestigio; los casaron cuando ambos eran unos
adolescentes, casi niños. Práctica, por otra parte, habitual.
* El favoritismo de las leyes, en cuanto a legados y herencias, primando a los herederos masculinos sobre los femeninos.
Adriana, resumiendo, según se infiere por lo contado por Maurois ,
fue una gran mujer, fiel , amorosa, sacrificada y abnegada esposa , cuya valentía y defensa a ultranza de los
suyos, (padres, marido, hijos, nietos…) fue una constante en su vida.
A modo de ejemplo, detallaré , según creo, uno de los más significativos hechos de la vida de esta mujer, conocida sólo
por haber sido la esposa del egotista Marqués de Lafayette, y, en
ocasiones, hasta confundida con la célebre Mme. de Lafayette, la autora de “La
Princesa de Cleves” pariente del marqués.
El hecho al que aludo fue su voluntario traslado a
la prisión donde estaba su marido cuando los austríacos lo detuvieron (1). Allí
se fueron ella y una de sus hijas, a fin de aliviar las duras
condiciones de la prisión del marido. Duras condiciones que hicieron mella en
su salud y fueron la causa de su muerte.
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(1) Este singular hecho de que la esposa, acompañada
incluso por sus hijos, decida compartir la prisión del marido y padre, lo leí
referido a la esposa del gran felón Antonio Pérez, el secretario de Felipe II. En
aquel caso y también en este de Lafayette y esposa, la aceptación del marido y
padre de tal sacrificio me parece una muestra más, irrefutable, del calibre personal del sujeto
en cuestión. “Primero yo, segundo yo,…y, siempre yo”
Acabo de releer “El
Miserere”, la hermosa leyenda de Bécquer, leída ya hace unos cuantos años,
pero cuyo recuerdo siempre he conservado porque, en esta sencilla composición
literaria, el universal poeta andaluz supo plasmar una cuestión trascendental:
la de las almas que mueren en pecado, sorprendidas por una inesperada muerte, en este caso como fruto de una acción criminal... Almas, pues, que no tuvieron oportunidad de
reconciliarse con Dios, agravando la acción criminal.
Esta vital cuestión del alma sorprendida por la muerte, ha sido
contemplada, en distintas épocas y países,
por muchos autores literarios, como recuerdo hace Shakespeare en su “Hamlet, el Príncipe de Dinamarca”, o Yáñez, en sus “TierrasFlacas”, pero muy especialmente, según creo, por Bécquer en esta
hermosa leyenda que versa sobre un músico penitente que da melodía a un inacabado
Miserere. Cuya música le ha sido inspirada por las almas penitentes de unos
monjes que fueron asesinados por unos bandidos, en la noche del Jueves Santo.
La narración es muy corta , cuya
lectura íntegra recomiendo.
Sólo transcribiré (copio y pego)
aquellos párrafos para mí más significativos, sobre los que apoyo mi consideración.
(…)-Lloraba yo (...) cuando un día se fijaron mis ojos por casualidad sobre un
libro santo. Abrí aquel libro y en una de sus páginas encontré un gigante
grito de contrición verdadera, un salmo
de David, el que comienza ¡Miserere mei, Deus!(…) lo que mantiene más viva su memoriaes que todos los años, tal noche como en la
que se consumó, se ven brillar luces a través de las rotas ventanas de la
iglesia; se oye como una especie de
música extraña y unos cantos lúgubres y aterradores que se perciben a
intervalos en las ráfagas del aire. Son
los monjes, los cuales, muertos tal
vez sin hallarse preparados para presentarse en el tribunal deDios
limpios de toda culpa, vienen aún del purgatorio a impetrar su misericordia
cantando el Miserere.(…), vio los esqueletos de los monjes, (...)salir del fondo de las aguas, (...)diciendo con voz baja y sepulcral, pero con una desgarradora expresión
de dolor, el primer versículo del salmo de David: ¡Miserere mei, Deus, secundum magnam misericordiam tuam!(...)
In iniquitatibus conceptus
sum: et in peccatis concepit me mater mea. Al resonar este versículo (...)se levantó un alarido tremendo, que parecía un grito de dolor arrancado
a la Humanidad entera por la conciencia de sus maldades, un grito horroroso,
formado de todos los lamentos del infortunio, de todos los aullidos de la
desesperación, de todas las blasfemias de la impiedad; concierto monstruoso,
digno intérprete de los que viven en el pecado y fueron concebidos en la iniquidad.
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El recuerdo de los que el pasado 24 de julio,
la víspera de Santiago
Apóstol, Patrón
de España, hallaron inesperada muerte, promovió mis deseos de leer de nuevo esta
inmortal obra de Bécquer. A continuación copio y pego una traducción
del Misere
meu, Deus( Salmo 51 de David):
[3] Miserere
mei, Deus,
secundum magnam
misericordiam tuam et secundum multitudinem
miserationum tuarum dele iniquitatem
meam.
[3] ¡Oh Dios, apiádate de mí! según tu
gran misericordia y según tu
inagotable compasión, borra mi
iniquidad.
Miserere mei, Deus.
[4] Amplius lava me ab iniquitate mea
et a peccato meo munda me.
Miserere mei,
Deus.
[5] Quoniam
iniquitatem meam ego cognosco,
et peccatum meum contra me est semper.
¡Oh Dios,
apiádate de mí! [4] Lávame completamente de mi
iniquidad y límpiame de mi pecado. ¡Oh Dios,
apiádate de mí! [5] Pues yo reconozco mi iniquidad y tengo siempre presente mi pecado.
Miserere mei, Deus.
[6] Tibi soli peccavi et malum coram te
feci,
ut justificeris
in sermonibus tuis,
et vincas cum judicaris.
Miserere mei, Deus.
[7] Ecce enim in
iniquitatibus conceptus sum,
et in peccatis
concepit me mater mea.
¡Oh Dios,
apiádate de mí! [6] Solo a ti ofendí e hice lo que
para ti es malo, pues has sido justo en tu sentencia y eres excelso cuando juzgas. ¡Oh Dios,
apiádate de mí! [7] Pues he aquí que fui concebido en
iniquidad y en el pecado me concibió mi madre.
Miserere mei, Deus.
[8] Ecce enim veritatem dilexisti
incerta et occulta sapientiae tuae
manifestasti mihi.
Miserere mei, Deus.
[9] Asperges me, Domine, hyssopo,
et mundabor;
lavabis me, et super nivem dealbabor.
¡Oh Dios,
apiádate de mí! [8]Pues he aquí que amaste la verdad, me manifestaste lo desconocido y lo
oculto de tu sabiduría. ¡Oh Dios,
apiádate de mí! [9] Empápame, Oh Señor, con el hisopo, y estaré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve
Miserere mei,
Deus.
[10] Auditui meo
dabis gaudium et laetitiam,
et exultabunt ossa humiliata.
Miserere mei, Deus.
[11] Averte faciem tuam a peccatis meis,
et omnes iniquitates meas dele.
¡Oh Dios,
apiádate de mí! [10] Darás gozo y alegría a mis oídos y exultarán los corazones humillados. ¡Oh Dios,
apiádate de mí!
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24 de julio de 2014: Recientes trágicos sucesos vuelven a traer a mi memoria la preciosa leyenda de Bécquer. Me refiero al avión derrumbado por un misil asesino sobre territorio ucraniano, y a la contienda bélica entre los judíos de Israel y los palestinos de Hamas en la zona de Gaza, que tantas inesperadas muertes está produciendo, que una vez más me lleva a implorar la Infinita Misericordia de Dios para con la criatura humana.
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2 de noviembre de 2014: Conmemoración de los Fieles Difuntos, corto y pego explicación hallada en Wikipedia: "
La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos o Día de Difuntos, es una celebración que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
El Día de los Difuntos [...] el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa. [...]
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27 de mayo de 2020: Inicio de los diez días de luto oficial por todas las víctimas mortales de la Pandemia del Covi-19.
No me gustó. Muchos de los personajes allí descritos y sus aventuras, opino están muy lejanos a la realidad común de la mayoría de los mortales; tanto de los de ahora, pero también de los de entonces y confío( quiero confiar), de los que pueda haber en el futuro. Las historietas se centran demasiado en situaciones cuyos principales componentes son la marginación, la precariedad y bastante sinvergüencería. Aunque - eso sí - explicadas con extrema hilaridad. Algunas de ellas muy cercanas a los relatos de sucesos de las llamadas crónicas negras o de tribunales. Para mi gusto, desagradables y hasta repugnantes. Sin duda alguna, en determinados sectores de la opinión pública logra despertar inusitado interés. Y hasta puede sea la causa del éxito inmediato que esta obra de juventud de Quevedo tuvo. (Se dice fue publicada sin su autorización. No sé si creérmelo). Las anécdotas del relato no te aportan nada, ninguna reflexión o enseñanza particular. El capítulo IV, dedicado a describirnos al verdugo Ramplón, tío del vividor, y una pieza, junto con sus amigotes, de muchísimo cuidado, págs. 99 -106, es el mejor ejemplo de lo que quiero decir.
Nunca me han gustado las ya apuntadas crónicas negras. Menos aún todos esos programas dedicados exclusivamente a estos temas y sus similares; tan abundantes en nuestros tiempos. Por cierto, ahora que lo pienso, bastante frecuentes también en nuestros telediarios. Hay días que ves cómo se consume la mayor parte del noticiero en dar simples noticias de sucesos con crímenes espeluznantes, nacionales o internacionales. Asombra el lujo de detalles, tiempo y medios informativos empleados en ello. Mientras no se dedica espacio alguno, al menos de estos que tienen tanto eco y ascendente entre la opinión pública, a tratar otras cuestiones más comunes a todos y de mayor utilidad pública, como por ejemplo, el acoso inmobiliario (Mobing inmobiliario) que se sufren los vecinos, casi siempre personas muy mayores, de pobres recursos, en la zona del Ravall barcelonés. O, por citar otro ejemplo, el tema de la precariedad de la atención médica de urgencias en cualquiera de los hospitales comarcales del radio de Barcelona, Bajo Llobregat, etc., en que un accidentado no grave puede pasar seis, siete o más horas esperando la urgente ayuda médica. Pero, bueno...esto sólo lo sabe el que lo sufre y quienes estén más cercanos a él. El resto , todos los demás, estaremos deleitándonos y alimentándonos de basura mediática con las estafas inmobiliarias de algunas de las muchas que hay, destapadas ahora oportunamente, o viendo el numerito montado en torno de los okupas(allanadores de morada ajena) de una nave vacía, pero con dueño, del Poble Nou de Barcelona.
-------- 22 de marzo de 2015: He revisado y corregido los comentarios dedicados a la obra de Quevedo, "La vida del buscón..." . Libro leído en el 2006, año de la realización de estos comentarios.
“Reinas
sin Corona”, de Anny Latour, es un libro
pequeño de portada color rosa, Editorial Magisterio Español, Madrid, 1968,
Colección Novelas y Cuentos, traducción del francés por Juan Bris Montes. De su
autora, Anny Latour poco he
podido conocer,después de mis vanas búsquedas en la Red salvo el título de algunos de sus otros libros. Lo leí por primera vez a
mediados de los 90. Luego repetí su lectura en el 2008 y ahora, de nuevo, volví
a coger este concienzudo libro, de letra pequeña, que nos habla de aquellas mujeres - tal como nos lo indica la
propia autora, - “inspiradoras a veces
ocultas de las grandes evoluciones del espíritu,” “que han sabido tender un
puente desde el mundo instintivo al mundo productivo y hacer un modo de vida de
aspiraciones dispersas”.
Los personajes femeninos
escogidos por Latour para su obra son en su mayoría franceses; y los no
franceses, en algún momento de su vida, estuvieron muy vinculados e
influenciados por figuras y corrientes francesas, y/o vivieron algún tiempo en Francia.
País del mundo donde nació el salón literario,
gloria que- según nos cuenta la autora- corresponde a la marquesa de Rambouillet, “primera mujer que instaura su dominio al margen de los ámbitos de
influencia regia, ella reina en su propio palacio, el hotel de Rambouillet, y no, como tantas otras, en los
corredores de la corte. A partir de esta época, los salones de las grandes
damas formarán pequeños estados dentro del Estado. ¡Cuántas otras lo imitarán
más allá de las fronteras de Francia!...”.
Esta singular mujer, Catalina de Vivonne, quien “en 1600, a los doce años de edad casó
con el marqués de Rambouillet y en 1610 tenía ya siete hijos” logró crear un ambiente social en el que imperaron
la elegancia y la distinción de las costumbres; en franco contraste con el de
la corte francesa y sus conductas disolutas, que la escandalizaban. “Un mundo nuevo: la sociedad educada en la que ser distinguido (…);
significaba depurar los propios sentimientos y darles una expresión graciosa y
matizada. El preciosismo era una virtud. La conversación, arte hoy desaparecido,
fue la verdadera creación de la marquesa. Infinitamente más apreciada
que el juego o la danza, la conversación llega a ser la razón y la finalidad de
la sociedad.”(…) no compuso ella misma ninguna obra (…)la literatura era (…) para ella, un medio de dotar a los hombres de un ideal de belleza, y de
ayudarles a expresar sentimientos y pensamientos con una forma armoniosa(…)escuchar (…)era un deber de
urbanidad, un arte incluso(…)gracias a ella (Mme.de Ramboillet) nace la idea de
una élite intelectual…”
Me resultó curioso conocer que
entre los asistentes al hotel de Rambouillet fue donde surgió el fenómeno de la opinión
pública, según explica Latour. “La corte, recelando un peligro para la
autoridad monárquica, se esfuerza por conocer las tendencias políticas de los
salones.” Mme. De Motteville, camarera de la
reina, escribe en sus Memorias que en la corte aumentaba el temor por los
veredictos del hotel de Rambouillet. Temor no exento de razón.”(p.53)
Antes de continuar hablando de
algunas de las otras celebridades femeninas protagonistas de esta obra,
detallaré la definición de salón leída en Wikipedia:
“Un salón literario
era una reunión celebrada en la residencia de un anfitrión o anfitriona, de
quien tomaba el nombre; sufinalidad era disfrutar de compañía amena,
refinar el gusto y ampliar conocimientos mediante la conversación y la lectura,
para lo que a menudo se seguía deliberadamente la definición de los fines de la
poesía del poeta clásico
Horacio: «agradar y educar» («aut delectare
aut prodesse est»). El término «salón literario» suele asociarse a las
reuniones literarias y filosóficas francesas de los siglos XVII y XVIII, aunque su práctica pervive hasta hoy en todo el
mundo.”
He enfatizado, poniéndolo en negrita, el logro primordial
perseguido por estas reuniones, y reflexiono lo lejos que tal vez estemos
hoy, cuatrocientos años más tarde, aquí en este vecino país de Francia, de alcanzar
estos ambientes. Y digo España, porque vivo aquí y lo percibo de modo directo,
pero quizás, sea lo usual en nuestras modernas
sociedades. En las que las llamadas élites,
casi siempre económicas, no se dedican
precisamente a refinar el gusto ni ampliar conocimientos mediante la
conversación y/o la lectura de modo agradable y educado.
El fenómeno de la
creación de la opinión pública, de una opinión crítica descansa hoy básicamente
en los medios de comunicación, medios de comunicación detrás de los cuales se
esconden grandes intereses políticos y económicos. Y su ámbito de control, en muchas ocasiones, es supranacional, y muy
difícil de identificar.
A través de su programación son impuestos tendencias y modelos a seguir en el vestir y en el hablar , unido a la
glorificación de seres vulgares de
conducta disoluta. No daré ejemplos concretos porque éstos imperan en todos los
medios audiovisuales a nuestro alcance, y sólo basta echar un vistazo a la selección de
noticias e imágenes de los portales informativos
de la red, MSN,Yahoo,… o conocer los programas de mayor
audiencia y sus protagonistas. Estos últimos, muchas veces, personajillos
sacados del anonimato, sin arte ni oficio alguno cuyo fin es formar parte del
elenco de un programado reality show
y hacer o despertar provocaciones con sus maneras y su hablar, según el guion y
papel a se le hubiere asignado.
Pero tampoco se quedan atrás los espacios detertulias;
especialmente los televisivos tan abundantes en la actualidad, en los que con
contadas excepciones, no hay debate de ideas, ni conversación y mucho menos se
escucha a los otros participantes. De hecho cuando es planteado un tema, puedes
prever la postura y razones que darán los contertulios según el medio de
comunicación para el que trabaje o el partido y sindicato al que estén
afiliados. Además, lo hacen descaradamente, es decir, cuando alguno de los
otros está exponiendo su planteamiento, los ves mirando la tableta o el móvil. Y lo de
conversar, en muy pocas ocasiones. Se interrumpen, hablan dos o más a la vez,
en fin ¡un guirigay! Pero, lo para mí peor de todo es el uso partidista que se
hace de las tertulias y cómo son simple correa de trasmisión de consignas
marcadas por los superiores de los medios para unas veces distraer y en otras desviar a
la opinión pública de los asuntos y cuestiones de verdadero interés general o
común.
En este caso, sí que daré un ejemplo; ejemplo referido a este
trocito de España en el que vivo, Cataluña. Esta comunidad española que atraviesa una grave crisis económica, política ,
moral y social. Que, además, está en
bancarrota y cuyos ciudadanos tal vez pagan más impuestos que el resto de
los españoles. Con casi un millón de
desempleados. Repleta de inmigrantes
de todo el mundo, pero primando el número de los procedentes de Marruecos,(*)
colectivo en muchas ocasiones poco integrado, y muy conservador de sus
costumbres, vestimenta y religión. Y también de chinos que han copado zonas enteras de
Barcelona-Ciudad, y son suyos todo tipo de negocio allí establecido (-¡jamás oigo
hablar de “esta invasión”!). O, de paquistaníes con sus tiendas que nunca
cierran de “queviures”( comestibles).
Una Cataluña en la que los recortes en educación y en la sanidad han sido
drásticos, y primera en la aplicación de medidas como el pago por receta, el
céntimo en la gasolina, etc., las cuales se viene aplicando desde no sé cuándo.
En la que muchas de las escuelas
públicas, su principal función no es la transmisión del conocimiento ni la
formación ni la educación, sino la de guardería, lugar donde mantener hasta los dieciséis o más años, a la
muchachada de las clases más desfavorecidas de la sociedad catalana.
Región, comunidad,
en la que los escándalos económicos financieros y los fraudes fiscales millonarios, en estos últimos treinta y tantos años, nos han llovido. Y, entre los
cuales, a mi modesto entender, merecen ser destacados los casos Carulla , Palau de la Música y Pretoria, los tres, que sepa yo, aún sin resolver
judicialmente. (**) Y, en el caso Palau, con manifiestas responsabilidades de la Administración Pública al completo, es decir, de la Central(Ministerio
de Cultura), de la Autonómica(Generalitat de Catalunya) y de la Local(Ayuntamiento de
Barcelona) . Responsabilidades que no han sido en modo alguno depuradas.
Ni las de los tantos organismos de control teóricamente existentes; que tampoco funcionaron .
La firma auditora Deloitte
determinó el importe del fraude en unos treinta o treinta y cinco millones de
euros, y "la creme de la creme" de la sociedad civil catalana, quedó toda, de algún modo salpicada, pero…¡No pasó nada! "Res de Res".
Un poquito de revuelo y... el olvido.
Pues, bien, con este triste panorama, antes cuando
el Tripartito, se pasaron casi los ocho años con la cuestión del “estatut” (nuevo
estatuto), y mono tema de tertulias y
debates de opinión, pero que a los del montón les quedaba lejos y lo evidenció no
participando en su votación.
Y ahora, que estamos en este agujero negro fruto de la reiterada mala gestión
de los sucesivos gobiernos autonómicos, el
mono tema es el derecho a decidir y la independencia. ¡Qué fenomenal
recurso de distracción! ¡Cuánta desvergüenza y sinvergüenzas!
Me fui por los Cerros de Úbeda.
Continuaré en otro rato este comentario acerca del libro” Reinas sin Corona”.
--------- (*) Alrededor del medio millón.
(**) A la fecha de este comentario, junio de 2013, aún no había estallado el caso Pujol, es decir, la confesión del ex president de la Generalitat de Catalunya, un viernes a la tarde, 25 de julio de 2014, día de Santiago Apóstol, Patrón de España, a través de un comunicado leído por su heredero político, el Honorable Señor Artur Mas i Gabarró, de un "legado" de su padre, el cambista Florencio Pujol, mantenido fuera de los preceptivos controles fiscales, durante treinta y cuatro años. "Legado" de importe y orígenes bien oscuros. Conceptos ambos que siguen siendo hoy desconocidos. Posteriormente y a raíz de la, en parte, desmitificación del personaje y de su familia, los pingües negocios de los diferentes componentes del clan Pujol, que eran bien conocidos por los medios de comunicación, han sido puestos en el candelero de la información pública. Pero, sin todavía hoy, 1º de julio de 2015, al igual que en el caso Palau, la contundente exigencia de responsabilidades económicas, políticas , pero principalmente de condena judicial concretas.
Según nos cuenta Capella, un
barcelonés del muy antiguo barrio de las Ramblas y reconocido recopilador de
leyendas del siglo XIX, la Virgen María, agradecida por la visita de pésame por
la muerte de su Hijo que le envió Barcino, “la colonia romana
conocida por los nombres de Julia Augusta, Laletania o Juvencia(…)la más bella
perla de la corona de Tiberio”(p.12), después de doce siglos, cuando “Sobre los restos de la antigua Barcino se eleva la gótica Barchinona, o
la cristiana Barcelona, la corte de Ataulfo, la ciudad de Ludovico Pío y de
Carlos “el Calvo”, el solio de los Condes soberanos llamados por Europa entera
marqueses de la España y más tarde compartiendo con Zaragoza su Corte de Aragón”,
en la noche del primero de agosto, se apareció separadamente al Rey Jaime I, el
Conquistador, a su paje Mosén Pedro Nolasco y a su confesor Raimundo de
Peñafort, ”honra de su patria y
de su siglo”(p.15) para alentarles a la fundación de la orden de los
Mercedarios. Visita(aparición) que de nuevo repitió otro primero de agosto a
Pedro Nolasco, entonces ya Mercedario. Estas dos apariciones de la Virgen María
fueron “para hacernos ver cuánto apreciaba a Barcelona y cuán grabado
tenía en su corazón el pésame que sus moradores le dieran por la muerte de su
Hijo”.(p.17)
Como hoy es 13 de mayo,
conmemoración de la aparición en Fátima de la Virgen María, quiero recordar
esas dos visitas que la Celestial Señora hizo a la ciudad de Barcelona.
Apariciones probadas, según nota, del autor, y que, seguidamente, dado entre
otros su interés histórico, reproduzco íntegramente:
“NOTA.- Esta tradición está sacada de un sermón que pronunció el Rdo.
P.Pedro Nolasco Tenas, mercedario, en el Templo de Santa María del Pino de
nuestra ciudad, con motivo de celebrarse la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes, y se asegura que todavía subsisten las familias de los nobles
delegados que se presentaron a la Virgen María para darle el pésame de la
muerte de su Santísimo Hijo, creyéndose que los descendientes de aquellos
ilustres patricios son los de las nobles casas de Rocaberti
y de Alfarrás.La aparición de la Virgen María a esta ciudad está más que probada, y
si bien en las historias se omite que la acompañasen los santos Pedro, Severo,
Cucufate, Paciano, Eulalia y Madrona, en la declaración auténtica de SanRaimundo de Peñafort, san Pedro Nolasco y el rey don Jaime, consta que
acompañaban a la Virgen María, a más del coro de ángeles, los referidos Santos.Igualmente se consigna en la segunda aparición a san Pedro Nolasco.En un retablo de la antigua capilla de las Casas Consistoriales,
pintura antiquísima, se ve a la Virgen acompañada de los Santos, tal como se
apareció.”(p.17)
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Esta y las otras bonitas leyendas
y tradiciones contadas por Capella me hace pensar en los cambios que nuestra
sociedad ha experimentado y cómo nos hemos ido alejando de Dios y de todo lo
sublime y trascendental. Para, en su lugar, colocar lo prosaico y la
chabacanería y adorar al maléfico dios, el dinero y lo material. ¡Así nos está
yendo!
oooOOOooo
24 de septiembre de 2014: Barcelona- Ciudad está de "Festa Major"( Fiesta Mayor), hoy se conmemora la festividad de Nuestra Señora de la Merced, Princesa de Barcelona. Intentaré colgar la pintura aquí aludida, que como se indica, se guarda en la antigua capilla del Ayuntamiento.
He copiado y pegado esta imágen de la aparición de Nuestra Señora a San Pedro Nolasco, pero no sé si puede corresponder a la citada en la leyenda.