jueves, 5 de febrero de 2015

Felipe Derblay, de George Ohnet

Felipe Derblay, de George Onhet, edición de Editorial de Gassó Hnos., 1977, traductor del original en francés, José María Aroca. Novela ambientada en la Francia del último tercio del siglo XIX, que, según leí, cuando se publicó tuvo mucho éxito, y está considerada como la mejor obra de este escritor , desconocido por mí hasta la lectura de la novela a finales del 2014. Novelista cuyas producciones tuvieron mucho éxito entre sus contemporáneos y gozaron del mérito de desbancar a famosos escritores de la época como Alphonse Daudet y Emil Zolá. Luego, sin embargo, cayó en el olvido. También leí, en alguna de las biografías o antecedentes sobre Onhet, que su obra estaba conceptuada como folletín romántico; es decir, lo que creo que hoy denominaríamos “culebrón”. A mí me encantó. Y ello por los siguientes motivos:

  • El hermoso paisaje de fondo descrito en la novela, ambientada en la zona de Pont –Avesnes(Francia) y sus alrededores, incluido el histórico castillo de la Varenne, en donde, al parecer,el emperador Carlos V pernoctó una noche.
  • Los personajes representativos de los diferentes rangos sociales de la época y lugar, así como las virtudes y los defectos universales por ellos encarnados.
  • La descripción de los conflictos sociales entre una clase decadente (la aristocracia) y otra que está emergiendo ( la burguesía),y, además, de modo apabullante.
  • Y principalmente por el mensaje edificante de la obra. Su protagonista, Felipe Derblay, es representado como un ser altruista y de elevados principios morales. Persona luchadora y muy trabajadora que ama a los suyos con delicadeza y profundo cariño, los protege y defiende con ahínco. El amor, el amor sincero, desinteresado, generoso, entregado, es aquí exaltado y personificado por Derblay.

Dichas las causas de mi gusto por esta lectura, toca hablar de la novela. Una sencilla y hasta quizás algo “edulcorada” historia de amor; aquí con la particularidad de que él es un industrial rico, propietario de una próspera fundición, y ella una bella pero muy soberbia joven dama de la aristocracia francesa. Felipe y Clara. Él, de siempre, locamente enamorado de ella. Y Clara también se enamorará, pero antes hará méritos, muchos méritos, para un distanciamiento de sus almas. Estos son los dos personajes claves de la novela alrededor de los cuales el autor, Onhet, nos describe, bueno, más bien nos da unas pinceladas de la sociedad acomodada francesa de las dos últimas décadas del siglo XIX. Momentos en los que una pujante burguesía, en la novela representada por el Sr. Moulinet, industrial chocolatero, de muy humilde origen, pero ya un muy rico e influyente personaje, que, además, le gusta hacer ostentación de su riqueza , y hasta físicamente ocupar los puestos y lugares antes propiedad o reservados a los aristócratas. Éstos, en el cuadro de costumbres pintado por G.O. en su folletín, se hallan ya en franca decadencia económica. Y, consiguientemente, empiezan los cruces matrimoniales entre los miembros de ambas clases. Unos, los burgueses, para alcanzar lo que tanto ambicionaron y envidiaron de la clase superior , la aristocracia. Y éstos, porque su endogamia e indolencia les ha llevado ya a la ruina material o están muy cercanos a ella.



Para terminar quiero aclarar que en la edición por mí leída se cita como de una herrería el negocio de Derblay, pero entiendo, por la descripción hecha con alusión a grandes y numerosas chimeneas y otros detalles , que se trata de una fundición , algo así como las antiguas industrias de Altos Hornos del Norte de España. Y, también, que esta obra se le conoce como “Amor y Orgullo”. En España tuvo igual éxito que en Francia, gracias a la traducción de Julia Codorniu. Seguidamente, corto y pego, párrafo seleccionado de la biografía de George Ohnet publicada por biografiasyvidas.com:

"Merced a la traducción de la escritora de origen filipino Julia Codorníu esta ilustre descendiente de Félix María Samaniego, que firmaba sus obras como "Baronesa de Argeniere", los lectores españoles pudieron seguir, a lo largo de una serie de entregas aparecidas en La Correspondencia, la novela original de Georges Ohnet, titulada en castellano Las fraguas de Pont-Avesnes y acompañada -en dicha edición por entregas- por algunos poemas originales de la citada traductora. Comoquiera que en España el texto de Ohnet cosechó tanto éxito como en la tierra natal del autor, Julia Codorníu publicó también su traducción (hecha "en versos romancescos") en formato de libro (1882)."










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