(*) Traspapelada, he hallado esta antigua entrada que en su momento omití publicar.
El pastor protestante, Mr. Gruffydd, mediador entre Dios y aquellos rudos hombres y mujeres del valle minero galés, es un personaje capital en esta historia. Personifica al hombre de Dios, honesto y justo, de costumbres sobrias y mucho rigor consigo mismo, al mismo tiempo que generoso y compasivo con los demás. Una vida de continua entrega y siempre presente, en el día a día, de aquellas gentes, con las que comparte alegrías y dolores, les asiste en sus dilemas y conflictos particulares y también en los laborales y colectivos.
En la ficción, tal como en muchas ocasiones sucede en la vida real, la imagen pública de esta persona se ve vilipendiada por infundios creados por individuos llevados por la envidia que gozan desacreditando al prójimo, y principalmente al prójimo cualificado y estimado en el entorno social.
Son muchos los pasajes de la obra dedicados al personaje del pastor Gruffydd, pero
hay uno que no me agradó; cuando el violador y asesino de un niñita, hija y
hermana de unos mineros del valle, lo encuentran y es ejecutado por el grupo de búsqueda que
dirigía el pastor. Estimo que la
administración y la aplicación de la justicia debe descansar y ser ejecutada
por las personas y organismos especialmente creados para ello, en los cuales se
ha depositado tan difícil como necesaria y noble tarea de impartir Justicia, o
sea, dar a cada uno su merecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario