Ben-Hur, Lewis Wallace. Círculo de Amigos de la Historia. Colección Grandes Novelas Históricas, propiedad de Editions de Crémille, Géneve. En esta edición se ha excluido el subtítulo "Una historia de Cristo", supresión inadmisible.
Leí
esta novela desconociendo que fue la obra más vendida en los EEUU de principios
del siglo XX y una de las grandes novelas históricas, subtitulada “Una
historia de Cristo”, escrita en 1880, por el escritor
estadounidense, Lewis
Wallace, singular entre los singulares, quien, según he leído, escribir esta
obra le llevó a su conversión al cristianismo. Pero que yo, hasta esta lectura,
la relacionaba exclusivamente con la famosa película protagonizada por Charlton
Heston (*), ambientada en los tiempos del Imperio Romano, que, en Semana Santa,
suele poner alguna televisión.
“Ben-Hur”
es una exhaustiva obra, desarrollada en el primer tercio del siglo I de nuestra
Era, con varios escenarios, pero principalmente la Judea, provincia romana, en
tiempos de Tiberio y bajo el mandato de los procuradores Cayo Graco y el
tristemente más famoso aún, Poncio Pilato. Dos historias paralelas y dos grandes
protagonistas: Jesús de Nazareth, real, y Judá Ben-Hur, ficción.
Las
prodigiosas aventuras y desventuras de Judá, que constituyen la trama
argumental son utilizadas por Lewis Wallace, para entrelazados con ellas, dar
conocimiento de algunos de los momentos estelares de la vida de Jesús de
Nazareth. Al mismo tiempo que, con erudición y múltiples detalles, explicita la
situación política, social, económica y religiosa de Judea bajo el imperio romano.
Tiempos ominosos para el colectivo judío, oprimido y explotado, que vivía con
la esperanza, anunciada por sus profetas, de la llegada de un salvador, aunque
concebido por ellos como un rey guerrero a la imagen de David, que les liberase
del yugo de Roma, pensando siempre en el reino de este mundo y no en el Reino
de Dios.
Los
capítulos 2 al 8 relatan las andanzas y los conflictos del judío Judá Ben-Hur, un
noble y rico comerciante caído en desgracia tras un fortuito accidente, hecho
que será aprovechado por su antiguo amigo, el influyente romano Mesala, para,
sin juicio, mandarlo a galeras, con la confianza de que allí moriría. A Judá,
sin embargo, le esperaban otros derroteros bien distintos y superiores
Historias,
en fin, múltiples que nos harán conocer la vida y las costumbres de la época, con
un rico repertorio de personajes, ficticios y reales. Entre los ficticios
destacan los ya citados Judá Ben-Hur y Mesala, alrededor de cuyas rivalidades
se desarrolla la trama argumental, y el mítico Baltasar, sí, el Rey Mago negro,
en la narración de Wallace, un príncipe egipcio, y personaje principal a través
del cual el autor vierte los fines espirituales perseguidos por Jesús, para mí
y los cristianos, Mesías Salvador, muerto en Cruz en redención de nuestros
pecados.
La
lectura me gustó.
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(*)
Basada en la novela hay una de las películas más famosas del cine
estadounidense, galardonada con once Oscar, protagonizada por Charlton Heston
en el papel de Judá Ben-Hur, y Stephen Boyd como Mesala. Dirigida por William
Wyler en 1959. Clásico de Semana Santa en las televisiones