(*) Esta entrada ha sido desgajada del comentario destinado a comentar mi lectura "El factor humano", de Graham Greene, al que inicialmente acompañaba.
Particularmente, la lectura de esta singular novela, "El factor humano", trajo a mi memoria hechos reales y escandalosos, que aquí, España, han pasado desapercibidos. Se trata de los suicidios de France Telecom, hoy Orange, la empresa de telefonía francesa, similar o parecida a la Telefónica española. Empresa en sus orígenes pública, estatal, cuyas participaciones accionariales eran propiedad del Estado francés. Al igual que nuestra Telefónica (hoy Movistar) con miles de trabajadores, funcionarios públicos, con muchos años en la empresa y con honorarios y condiciones laborales de antaño.
La impiedad del doctor Percival junto a la pasividad culpable del máximo responsable Hargreaves ante unos hechos consumados, la comparo con la alta ejecutiva de France Telecom, a los que el pasado diciembre de 2019 un tribunal francés, después de diez largos años, finalmente declaró culpable por acoso laboral de los suicidios habidos a todo lo largo y ancho de la geografía francesa, entre el personal mayor de esta empresa, tras haber sido sometidos a traslados, degradación de funciones, disminución de sueldos y categorías profesionales, etc. etc. con la intención de obligarlos a aceptar una jubilación o baja anticipada.
Para ampliar información me remito a los enlaces a continuación detallados:
http://revista.lamardeonuba.es/france-telecom-condenas-por-acoso-institucional-y-suicidio-de-empleados/ Seguidamente copio y pego algunos de los párrafos más sugerentes:
“France Télécom: condenas por acoso institucional y suicidio de empleados”
El Tribunal Correccional de París ha condenado este 20 de diciembre de 2019 a la empresa France Télécom, hoy Orange, su antiguo presidente y director general, Didier Lombard, y otros seis altos cargos de la compañía, entre ellos el número dos, Louis-Pierre Wenes, y el director de Recursos Humanos, Olivier Barberot, por acoso moral a los empleados que, al final de la década del 2000, causó una crisis social en el interior de la compañía y llevó al suicidio de al menos diecinueve empleados.
En su calidad de ‘persona moral’, la empresa deberá pagar una multa de 75.000 euros y los directivos cumplirán cuatro meses de cárcel incondicional y pagarán 15.000 euros de multa. Sébastien Crozier, presidente del sindicato CFE-CGC Orange, espera ahora que la “jubilación dorada” de 350.000 euros anuales de Didier Lombard vaya a parar a un fondo para indemnizar a las familias de las víctimas(…) En 2006, el hoy condenado Didier Lombard, en un discurso ante los ejecutivos de la firma, aseguraba que “los despidos se harán de una manera o de otra, por la puerta o por la ventana”(…). Todo empezó en 2004 cuando el estado redujo su participación en la empresa pública France Télécom a menos del 50 %, lo que equivalía a una privatización en toda regla y la necesidad de reducir gastos. Pero los empleados de France Télécom eran funcionarios y “no se les podía despedir por motivos económicos”(…) En octubre de 2006, ante 200 cuadros reunidos en París, Lombard anunció que en tres años se iban a suprimir 22.000 puestos “sin despidos”, 14.000 trabajadores iban a cambiar de puesto o de localización geográfica y se iban a contratar 6.000 “nuevos talentos”.(…) Los planes NExT y Act se tradujeron en «incitaciones repetidas a la dimisión», «maniobras intimidatorias», movilidad forzosa y encargos en categorías inferiores; unas prácticas que «provocaron o acentuaron en muchos trabajadores un sufrimiento que se manifestó de diversas formas, siendo la más dramática el suicidio”. En 2005 France Télécom abrió una «escuela de gestión» para llevar a cabo los planes. Miles de cuadros superiores se formaron en los nuevos métodos destinados a convencer a los empleados que se resistían a marcharse voluntariamente en seis etapas que, por lo visto, ya había descrito la psiquiatría: negativa a entender, resistencia, decomprensión, resignación, integración y, finalmente, aceptación del cambio. Los cursos incluían también una serie de “astucias” para conseguir que los trabajadores se marcharan, como fijar objetivos irrealizables, retirar las sillas de la oficina, degradar a los empleados y ponerles a las órdenes de quienes antes eran sus subalternos: “Había que romper a las personas para obligarlas a marcharse”, declaró a FranceInfo Sébastien Crozier, presidente del sindicato CFE-CGC Orange.
https://silvia-leyendoperiodistas.blogspot.com/2011/06/los-suicidios-de-france-telecom-o-del.html
https://silvia-leyendoperiodistas.blogspot.com/2011/06/lo-suicidios-de-france-telecomy-en.html
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