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miércoles, 19 de marzo de 2008

Rehabilitado, enero, 2007

Leí en el periódico ‘El Mundo’, del pasado sábado, día de Reyes, un artículo que habla sobre la publicación de un libro de aforismos titulado “Pro- vocaciones; aforismos para un cristianismo anticonformista” del padre Leonardo Sapienza “uno de los más estrechos colaboradores de Benedicto XVI,” “quien, con este volumen, ha querido estimular un “despertar” entre los fieles cristianos y hombres de buena voluntad” .

El libro contiene mil frases de carácter moral con los más importantes aforismos de Wilde, "cuyas máximas dialogan con las de otro autor Nicolás Gómez Dávila, pensador colombiano”.El artículo en cuestión, titulado “El Vaticano ‘rehabilita’ a Oscar Wilde” es una larga y explícita reseña del libro de Sapienza, pero a mí no me ha causado sorpresa alguna que las autoridades religiosas reconozcan la honda y sincera religiosidad cristiana del autor irlandés, demostrada suficientemente en su obra “De Profundis”, escrita durante su encarcelamiento en la cárcel de Reading.

El crimen de lord Arthur Savile, por Oscar Wilde, septiembre, 2006

Es la segunda de las narraciones publicadas en el número 62 de "Las novelas del verano", de El Mundo y La Revista, Unidad Editorial, 1998.Título original en inglés "Lord Arthur Savile´s Crime", traducción Jorge Casellas Guitart. Variado es el interés de esta obra que brinda al lector la contemplación del mundo y de los ejemplares o prototipos, por cierto, alguno bastante insulso, entre los cuales se desenvolvía Oscar Wilde antes de su caída. Ladies, milores, diplomáticos, parlamentarios, académicos, jerarquías eclesiásticas, rentistas fatuos etc. En resumen, muchos figurones , y alguna que otra díscola llamada "gran señora"a diestra y siniestra y todos en francachelas(recepciones ) más o menos continuas y, además, convencidos de ser y representar la crema de la crema de la sociedad.
Los personajes principales me asombraron. Viven sin pegar golpe. Van y vienen de acá para allá, cuando quieren y les place. Sin obligaciones de las corrientes, comunes y vulgares que tenemos casi todos los mortales. Aquí debo señalar que el tipo de mortales que conozco y entre los cuales me desenvuelvo, nada tienen que ver, por lo leído en este cuento, con los descritos por Wilde.

Pienso existe un sentido común del deber, de la obligación, de lo justo, de lo recto y correcto, contenido en las leyes y ordenamientos jurídicos y en los principios y normas morales y de fe religiosa, a cuyo cumplimiento está obligado todo ser, cualquiera que sea su condición y clase. No concibo, por tanto, obligaciones distintas según pertenencia a un grupo social u otro. Me parece absurdo entender como "deber" la incorrecta acción de un privilegiado que se deja arrastrar por una fe irracional y absurda basada en un vaticinio.

Hace unos años, cuando lo leí por primera vez, me gustó más que ahora. Entonces di de lado la descripción magnífica que Oscar Wilde hacía del estamento de la sociedad inglesa ( Reino Unido) por él frecuentada y, por ende, conocida. Ahora la actitud del protagonista me desagradó mucho, muchísimo, y más aun la impunidad del delito cometido.

El fantasma de Canterville, por Oscar Wilde, septiembre, 2006

Es un cuento que he leído en el número 62 de la colección "Las Novelas del Verano" publicada por El Mundo (Unidad Editorial),1998. Título original en inglés "The Canterville Ghost", traducción de Jorge Casellas Guitart. Es una segunda lectura. Me volvió a gustar. No recuerdo si antes me di cuenta de las diferencias existentes entre los individuos de una misma clase social por razón del lugar de origen, tal como aquí, en la narración de OW, se nos ofrece.

En este divertido cuento los protagonistas son los componentes de una familia rica de un diplomático de los EEUU y el espíritu de un noble terrateniente del Reino Unido.Los americanos con su sentido práctico y su amplísimo catálogo de productos fabricados y comercializados para toda clase de usos y necesidades logran colmar la paciencia y algo más de la, al final, pobre alma en pena del castillo de Canterville. Supongo que la razón de tener muy reciente la lectura de la novela "De Profundis" me ha sensibilizado hacia los contenidos de los escritos de Oscar Wilde, pero, el caso es que, la fábula contenida en esta breve narración, es el recurso o valor supremo del amor como arma poderosa e infalible para apaciguar y vencer todo mal.