miércoles, 19 de marzo de 2008

El crimen de lord Arthur Savile, por Oscar Wilde, septiembre, 2006

Es la segunda de las narraciones publicadas en el número 62 de "Las novelas del verano", de El Mundo y La Revista, Unidad Editorial, 1998.Título original en inglés "Lord Arthur Savile´s Crime", traducción Jorge Casellas Guitart. Variado es el interés de esta obra que brinda al lector la contemplación del mundo y de los ejemplares o prototipos, por cierto, alguno bastante insulso, entre los cuales se desenvolvía Oscar Wilde antes de su caída. Ladies, milores, diplomáticos, parlamentarios, académicos, jerarquías eclesiásticas, rentistas fatuos etc. En resumen, muchos figurones , y alguna que otra díscola llamada "gran señora"a diestra y siniestra y todos en francachelas(recepciones ) más o menos continuas y, además, convencidos de ser y representar la crema de la crema de la sociedad.
Los personajes principales me asombraron. Viven sin pegar golpe. Van y vienen de acá para allá, cuando quieren y les place. Sin obligaciones de las corrientes, comunes y vulgares que tenemos casi todos los mortales. Aquí debo señalar que el tipo de mortales que conozco y entre los cuales me desenvuelvo, nada tienen que ver, por lo leído en este cuento, con los descritos por Wilde.

Pienso existe un sentido común del deber, de la obligación, de lo justo, de lo recto y correcto, contenido en las leyes y ordenamientos jurídicos y en los principios y normas morales y de fe religiosa, a cuyo cumplimiento está obligado todo ser, cualquiera que sea su condición y clase. No concibo, por tanto, obligaciones distintas según pertenencia a un grupo social u otro. Me parece absurdo entender como "deber" la incorrecta acción de un privilegiado que se deja arrastrar por una fe irracional y absurda basada en un vaticinio.

Hace unos años, cuando lo leí por primera vez, me gustó más que ahora. Entonces di de lado la descripción magnífica que Oscar Wilde hacía del estamento de la sociedad inglesa ( Reino Unido) por él frecuentada y, por ende, conocida. Ahora la actitud del protagonista me desagradó mucho, muchísimo, y más aun la impunidad del delito cometido.

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