jueves, 13 de marzo de 2008

Gog - La compra de la república

Aunque tanto "Gog" como "El libro Negro"  estén llenos de historias de encuentros, entrevistas, o de acciones, algunas bien disparatadas, en las que el propio Gog es protagonista o espectador único, he seleccionado y comentaré las más significativas, aquellas que cuando Papini las escribió eran sólo ficción y hoy, inicios del XXI, proféticamente, se han visto de algún modo cumplidas en la realidad y me han hecho reflexionar sobre la posibilidad de un Papini visionario(profeta) más que escritor o ensayista.

La que habla sobre la compra de un país por Gog me llamó mucho la atención. Explica de un clan de gobernantes que vende el país a un magnate extranjero (Gog). La operación, obviamente,  se realiza sin que el pueblo lo sepa. El comprador obtiene, con la compra, la garantía de la concesión de las aduanas y los monopolios, "prácticamente el control sobre la vida de la República". Por su parte, el presidente y todos los ministros y secretarios son retribuidos con "emolumentos dobles de aquellos que recibían del Estado". Gog está contentísimo de ser el amo absoluto del país, aunque las apariencias no lo demuestren. Así, dice:

"Las Cámaras continúan legislando, en apariencias libremente, los ciudadanos continúan imaginándose que la República es autónoma e independiente y que de su voluntad depende el curso de las cosas. No saben que todo cuanto imaginan poseer- vida, bienes, derechos civiles - dependen en última instancia de un extranjero desconocido para ellos..."

"Mañana puedo ordenar la clausura del Parlamento, una reforma de la Constitución, el aumento de las tarifas de aduanas, la expulsión de los inmigrados. Podría revelar los acuerdos secretos de la camarilla ahora dominante y derribar así el Gobierno..."


A Gog esta experiencia personal de ser el incógnito dueño de una pequeña república, le hace albergar la posibilidad de no ser un caso único en el mundo y le lleva a sospechar " de que otros países son gobernados por pequeños comités de reyes invisibles, conocidos solamente por sus hombres de confianza, que continúan recitando con naturalidad el papel de jefes legítimos."

A mí, particularmente, viendo las cosas que están pasando en este país llamado España, reflexiono sobre la posibilidad cierta  de que existan acaso uno o más dueños desconocidos, al cual o a los cuales, toda la realidad nacional les sea - como a Gog- totalmente extraña e indiferente. Ello aclararía todas las sinrazones y contradicciones que están ocurriendo, que imposibilitan saber a quién, en realidad, pueden o están beneficiando. Pero, indudablemente, al bien común y al conjunto de ciudadanos españoles, seguro que no.

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