leyendo_periódicos: La "coprocracia" abril 23, (La historia de Cristo...: Las leyes aprobadas ayer, 22.04.2005 , por el Congreso español y las distintas reacciones generadas, me han hecho recordar el libro de Pap...
La publicación de una biografía del Papa Emérito realizada por un periodista alemán con una entrevista cerrando el libro, me ha hecho recordar al imperecedero Papini.
Reflexiones y comentarios muy personales sugeridos por la lectura de los libros leídos.
lunes, 4 de mayo de 2020
jueves, 30 de abril de 2020
La ratonera, de Agatha Christie
La ratonera, de Agatha Christie. Aula de Literatura. Vicens Vives, 14 reimpresión,
2018. Introducción Manuel Broncano. Traducción, Manuel Broncano y Alberto
Fuertes. Actividades, Emilio Sales. Ilustración, Tha.
Edición para estudiantes de la ESO, provista de una amplia introducción en
la que se habla de la autora, Agatha Christie,y de su prolífica producción literaria, entre la cual “La ratonera”, obra
teatral, es una de las más famosa, y , asimismo, ostenta el récord de veinticuatro mil
representaciones ininterrumpidas en Londres.
No soy amante del género policíaco o de la novela negra. Y menos aún de
historias tan enrevesadas que finalmente sacan a relucir lo peor de la vil
condición humana. Y ésta, como casi toda la fecunda producción de la escritora
británica, es un buen ejemplo. Los muertos se van sucediendo, ahora uno, después otro u otra y así hasta el final en que entonces son revelados el causante y sus motivos. Por regla general, al menos en mi caso, él o la que menos te esperabas.
Miss. Marple, la viejecita
chismosa que vaya donde vaya aparece un muerto, y HérculesPoirot, el elegante y pintoresco caballero belga a cuya crítica mirada y agudo olfato de perro de presa no se le escapa asesino alguno,
son criaturas de la “Reina del Crimen”. Y, asimismo, conocidas series de televisión. Si estas lecturas fuesen obligatorias , pero permitiendo escoger , me inclinaría por las aventuras o casos de Poirot, ambientados en el primer tercio del siglo XX, y en paisajes más bien exóticos, ruinas antiguas, y mansiones señoriales.
En 1971 fue nombrada Dama del Imperio Británico. Y según leí, sus obras están entre las más leídas después de la Biblia y de las obras de William Shakespeare. Pero, como bien dice el dicho, para gusto se han hecho colores. Y ni el rojo,color de la sangre, ni el negro color de la noche y del misterio, son de mi gusto.
miércoles, 29 de abril de 2020
“El traidor”, de William S. Maugham
“El traidor”, de
William S.
Maugham. Títulos originales: “The Traitor” y “Giulia Lazzari”. Traducción: Raquel Luzárraga Alonso de Ilera.
Biblioteca El Mundo, Las Novelas del Verano, Colección de grandes autores de
narrativa publicada por El Mundo y La Revista. Unidad Editorial, 1998.
El librito contiene dos entretenidas a la par que sencillas narraciones de espionaje, cuyo protagonista
principal es un agudo e inteligente espía, Ashenden, que trabaja bajo las órdenes de "R." para los servicios de inteligencia del entonces poderoso
y extenso Imperio Británico. El periodo histórico es la Primera Guerra Mundial y Alemania, uno de los enemigos principales.
En ambas narraciones
subyace una historia de amor. De un amor de profundo arraigo en los corazones
de un hombre y de una mujer. Particularidad que, según creo, no sólo las embellece,
sino las enriquece, pues de simples (triviales) tramas de espionaje se
transforman y trascienden a una reflexión acerca del poder del amor. ¡Milagroso
poder!
Otra
particularidad que me gustó de estas dos historias es la descripción de los
personajes principales, tanto de su aspecto físico como de su conducta. Alguno
de ellos universal tipo humano, tal como el cobarde-traidor, encarnado por el británico Caypor, el nacionalismo fanático por la alemana Sra.
Caypor , y el del fiel a una causa
por el controvertido hindú Chandra Lal.
El personaje de
Giulia Lazzari, medio italiana, medio española, pienso que en él, Somerset
Maughan quiso representar al tipo humano mediterráneo, sujeto de imprevisibles reacciones para la mentalidad de un pragmático inglés.
Amenas lecturas.
Disfruté con ellas.
lunes, 27 de abril de 2020
El gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald
El gran Gatsby, de Francis Scott
Fitzgerald. Libro
2, de la Colección Millenium publicada por el Mundo, Unidad Editorial, año
1999, traducido por E. Piñas y prologado por Gustavo Martín Garzo.
Tuve la tentación de no continuar con su lectura. Ni los personajes ni las situaciones descritas eran de mi agrado. Los tiempos son los conocidos como los locos años veinte del pasado siglo, y el escenario la ciudad de Nueva York. Son ricachones jóvenes con mucho dinero e influencias que se comportan como si fuesen los reyes del mundo, aunque no han hecho nada, absolutamente nada, por méritos propios. Tanto su fortuna como su posición les viene de familia, heredados, son un legado. Viven como vulgarmente se dice “sin pegar golpe”, en jolgorios y fiestas continuas, regadas con mucho alcohol. Y, además, están convencidos de su superioridad social; ellos son superiores, y los demás, basura. Desconocen lo qué significa Ética, pero juzgan con severidad a los que de origen pobre y oscuro logran fortunas mayores a las suyas.
Jay Gatsby,
es el protagonista de la novela, personaje de oscuro origen y pasado. Un self made man. Todo lo
que era, incluido el nombre, y lo que tenía, influencia y gran fortuna, él se
los había procurado. Riquezas de las que hacía ostentación, y gastaba con
prodigalidad. Lo cual le granjeaba muchas y nuevas interesadas amistades.
Aunque en el plano amoroso no mostró tanta visión pagando
un alto precio por ello.
En lugar del "gran" yo le
llamaría "El pobre Gatsby".
domingo, 26 de abril de 2020
“El Americano Feo”, de William J. Lederer y Eugene Burdick.
“El Americano
Feo”, de William
J. Lederer y Eugene Burdick.
Bruguera “Libro Amigo”, nº 242, Edición 1973.
Traducción R. Gil Novales. Cubierta A. Pujolar. Título original: “The
Ugly American”. Primera edición en lengua castellana de
“Ediciones Grijalbo”, año 1959.
Hace ya unos
cuantos días que terminé de leerlo. Había visto la película “El embajador”,
de 1963, protagonizada por Marlon Brando, inspirada
en este libro, y ello me movió a su lectura.
La novela
consiste, según insisten los autores, tanto al inicio como en el epílogo, en
varias historias reales. Nombres
de lugares y de personajes inventados, pero no los hechos. Relatos con los que
pretenden ilustrar al lector de los
modos y estrategias hasta esos momentos llevadas por los norteamericanos en su
expansión por el mundo. Pero más
concretamente en el sudeste asiático. La en un ayer ya lejano conocida como
Indochina
Francesa, y al presente Vietnam,
zona núcleo de la novela.
Políticas y
estrategias que se caracterizaban por un
gran distanciamiento del personal norteamericano (diplomáticos, funcionarios,
militares, etc.) desplazado a estos países, tanto de las necesidades
básicas de los habitantes del lugar, como de sus costumbres, los usos y hasta
del idioma local del país, que, por regla general, les era desconocido. Funciones,
además, ejercidas, mayormente, por gentes mediocres que
vivían al margen, apartados de los nacionales, en zonas residenciales con
coches, bebida y comidas norteamericanos. Y, en suma,
inmersos en una continuación del modelo de vida de su país de
origen. Nada de integración, nada de conocer las necesidades, ni la cultura, ni
las tradiciones. Empleos transitorios dotados de grandes ventajas
económicas.
Por otra parte, en
franco contraste con el modus operandi de los comunistas soviéticos, con los
cuales, entonces, mediados del siglo XX, estaban en puja por el control de
aquella zona asiática, tras la pérdida del
peso de los franceses en ella. Se resalta cómo los funcionarios y
personal ruso dominaba el idioma local y además habían sido
rigurosamente seleccionados y adiestrados para el objetivo que de ellos
pretendían. Gente superiormente preparada, que lograba infiltrarse plenamente
entre las gentes del lugar.
Según Lederer y
Burdick, como ya cité “es un libro de ficción, aunque basado
en hechos reales”, escrito,- dicen- para “estimular el pensamiento y, así lo
esperamos, la acción”. (¿? ) Particularmente, una vez leído, creo que
más bien lo que desean y esperan es una rectificación de las políticas y
estrategias que hasta entonces,- repito- finales de los
cincuenta del pasado siglo, eran practicadas por la Administración
norteamericana en su política de expansión mundial. Las cuales no eran efectivas
y cedían espacio y poder a los rusos
(soviéticos).
Una lectura, en fin, nada edificante. Eché en falta una severa crítica al imperialismo (1) practicado por quien lo practique, (francés, británico, americano, soviético, chino, japonés…). Su único valor , al menos para mí, es mostrarnos los perniciosos efectos de la avaricia del ser humano, y en especial, la del ser humano de cultura occidental, de la que el sudeste asiático es un espléndido ejemplo, tal como lo evidencia su cruenta historia con el colofón de la Guerra del Vietnam.(4)
____________
(*)Sudeste
Asiático:
“El
término “Sudeste Asiático” está traducido directamente del inglés, proveniente
del South East Asia Command (Mando del Sudeste Asiático) en
la Segunda
Guerra Mundial, y es una denominación postcolonial de
los territorios conocidos como Indochina (Sudeste
Asiático continental) y las Indias Orientales (Sudeste
Asiático insular o archipiélago malayo).
Suele
incluir los países detallados a la derecha a los que en ocasiones se le
añaden Papúa
Nueva Guinea (parte de Oceanía) y
la isla
de Taiwán (parte del Asia Oriental).
Desde
el punto de vista político toda Indonesia forma parte del Sudeste Asiático,
pero desde el geográfico sus provincias ubicadas al este de la línea
de Wallace, como las de la isla de Nueva Guinea,
pertenecen a Oceanía y no a Asia.”(…)El nombre de la región fue acuñado por
primera vez en el siglo XX. Antes fue conocida como Indias Orientales o
Insulindia en referencia al vecino subcontinente indio. La
zona incluye 11 países, algunos situados en el continente y otros en el
archipiélago; Malasia es la única de las naciones del Sudeste Asiático que
posee territorio en los dos.(…) En tiempos históricos, la región fue
peculiar por estar situada entre dos importantes áreas culturales, el mundo chino y
el mundo
indio. De dichos países ha habido influencias del tipo cultural,
lingüístico, religioso y político que todavía subsisten.(…) Los siglos
XVII y XVIII vieron también el advenimiento del colonialismo. El
único país que lo pudo evitar, gracias a las políticas de modernización de su
monarca, fue Siam.
Después
de la independencia de las colonias, el Sudeste asiático se vio sacudido por
fuertes guerras internas e internacionales y escenario del enfrentamiento de
la Guerra
Fría que provocó situaciones como la guerra de Vietnam con
sus consecuencias
en Camboya, así como duras dictaduras militares en Filipinas (Ferdinand Marcos),
Indonesia (Suharto) y
Birmania (junta militar).( https://es.wikipedia.org/wiki/Sudeste_Asi%C3%A1tico)
(1)
Imperialismo:
“El imperialismo (generalmente en forma de un
imperio)que se basa en ideas de superioridad1 y aplicando prácticas de
dominación— es el conjunto de prácticas que implican la extensión de la
autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro. También puede ser una
doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre
otros; habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de poblamiento,
de explotación económica, de presencia militar estratégica) o por la
subordinación cultural (aculturación)(...) Aunque los términos "imperialismo"
y "colonialismo" están muy relacionados, no son sinónimos.
(2) Indochina:
“Indochina o península de
Indochina, es una zona del sureste asiático situada entre la India y China. Comprende el territorio
de los actuales países de Camboya, Vietnam, Laos, Birmania y Tailandia, así
como Singapur y la parte continental de Malasia, estos
dos últimos en la península de Malaca. En sentido más estricto, solo se denomina Indochina a
los territorios que fueron colonias francesas de
Asia, estas son: Laos, Camboya, Annam, Tonkín y Cochinchina.1 Está
ubicada aproximadamente entre los 25º de latitud norte y la línea del ecuador, y los
90º de longitud este y los 110º de longitud este.”(https://es.wikipedia.org/wiki/Indochina )
(3)Indias
Orientales: (https://es.wikipedia.org/wiki/Archipi%C3%A9lago_malayo)
(4) Guerra del
Vietnam. (Guerra del
Vietnam.)
“La Guerra de Vietnam (Vietnam War en inglés, Chiến tranh Việt
Nam en vietnamita),29 llamada también Segunda Guerra de Indochina,30 y conocida en Vietnam como Guerra de Resistencia
contra América (Resistance War Against America en
inglés, Kháng chiến chống Mỹ en vietnamita)31 fue un conflicto bélico librado entre 1955 32y 1975 para
impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. En esta guerra
participó la República de Vietnam (Vietnam del Sur, capitalista) con el apoyo de
los Estados Unidos y otras naciones aliadas de los Estados Unidos contra
la guerrilla local del Frente
Nacional de Liberación de Vietnam (Viet
Cong) y el Ejército de la República
Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte),
respaldados por China y
la Unión Soviética, todos ellos comunistas. Se calcula que murieron en total
entre 3,8 y 5,7 millones de personas.nota 2 Estados Unidos contabilizó 58 159 bajas y más de 1700
desaparecidos, constituyendo la contienda más larga de dicho país hasta
la Guerra de
Afganistán. Fue una de las guerras más importantes del
periodo llamado Guerra Fría.”
jueves, 23 de abril de 2020
“Un forastero en la ciudad”, de Georges Simenon
“Un forastero en la ciudad”, de
Georges Simenon. (*) Luis de Caralt, 1971. Colección “Las Novelas de
Simenon”. Núm. 3. Versión española de Julio Gómez de la Serna. Título de la
obra original: “Un nouveau dans la ville”, 1951.
La novela me gustó, y ello a pesar de que el protagonista de esta
historia, una historia sencilla que nos
lleva a una pequeña ciudad norteamericana, es uno de esos seres malo, muy malo,
que disfruta haciendo el mal y con los males ajenos. Este personaje es Justin Ward. Compartiendo
protagonismo con él está Charlie, el propietario del bar en donde y alrededor del cual acontecen los
principales hechos. Un tipo humano del montón, cuya vida transcurre en su
negocio, compartiendo con su mujer la atención de la clientela. Clientela fija compuesta por gentes del lugar.
Simenon en esta novela demuestra ser “el profundo analista de los
móviles más recónditos y de las más tenebrosas pasiones del alma”, tal como se
señala en la contraportada del libro. ¡Un maestro!
___________
(*) “Es seguramente uno de los pocos si no el único autor de literatura policial reconocido como gran autor literario. Como grafómano que escribía todo el tiempo –no solo las historias de Maigret sino también las llamadas novelas duras, que son magníficas– constituye una especie de anomalía. Era un hombre que vivía para la escritura y su capacidad para escribir tanto y tan bien todo el tiempo le convierte en una especie de genio”, resume a EL PAÍS Stéfanie Delestré, editora de la Série Noire de Gallimard. "( https://elpais.com/cultura/2019/03/30/actualidad/1553977532_979419.html )
miércoles, 8 de abril de 2020
Un caso de urgencia, (2) de Jeffery Hudson
8 de abril de 2020: Posteriormente a mi última entrada sobre este libro, hallé traspapeladas las cuatro que originalmente, en el 2006, le dediqué . Comentarios que he decidido
incorporar sin ninguna enmienda o corrección porque allí
abordé la cuestión básica, fundamental, de la conducta ética del buen profesional de la Medicina, cuya función
es sanar, curar; y, en esta dirección y objeto, deberá emplear hasta agotar
todos sus conocimientos, así como los recursos médicos a su alcance. No le
compete juzgar a quién debe asistir y tratar de curar de su afección. Al menos,
según creo, lo prescrito por el código deontológico de su profesión. Es un sanador, alguien que cura a seres con alma, y no un simple matarife, cuyo oficio es matar y descuartizar animales, criaturas sin alma.
Seguidamente resalto, copio y
pego, algunos de los artículos del Código
Deontológico por el cual se deben regir, según creo, los profesionales de la Medicina en
España.
Capítulo II PRINCIPIOS GENERALES Artículo 5
1.‐ La profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad.
Respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del
individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del
médico. 2.‐ El médico debe
atender con la misma diligencia y solicitud a todos los pacientes, sin
discriminación alguna. 3.‐
La principal lealtad del médico es la que debe a su paciente y la salud de éste
debe anteponerse a cualquier otra conveniencia. El médico no puede negar la
asistencia por temor a que la enfermedad o las circunstancias del paciente le
supongan un riesgo personal. 4.‐ El médico jamás perjudicará
intencionadamente al paciente. Le atenderá con prudencia y competencia,
evitando cualquier demora injustificada en su asistencia.
Artículo 6 1.‐ Todo médico,
cualquiera que sea su especialidad o la modalidad de su ejercicio, debe prestar
ayuda de urgencia al enfermo o al accidentado. 2.‐ El médico no abandonará a ningún paciente que necesite sus
cuidados, ni siquiera en situaciones de catástrofe o epidemia, salvo que fuese
obligado a hacerlo por la autoridad competente o exista un riesgo vital
inminente e inevitable para su persona. Se presentará voluntariamente a
colaborar en las tareas de auxilio sanitario
Este libro puede catalogarse como del
género policíaco.- Hay crimen, presunto culpable, intriga, y un investigador
aficionado que es el protagonista de la novela, un médico especialista en
Patología. La novela está escrita en primera persona. En ella a la par de la
historia se nos explican determinados términos médicos o enfermedades, algunas
en el propio texto o nota a pie de página y con siete apéndices al final del
libro para los temas más complejos. En ellos se habla del presumible origen del
blanco de las batas y paredes de los hospitales, de la desconfianza entre
médicos y policías, argumentaciones en pro y en contra del aborto, etc. etc.;
dignas de agradecer por todo aquel que, como a mí, el tema de hospitales,
médicos, medicina, terapias , etc. le sean algo distantes.
Hay que especificar que el mundillo médico y hospitalario descrito en el libro es el de Boston (EEUU), por los años sesenta del pasado siglo XX. La intriga se mantiene hasta el final. Pero lo que de este libro despertó mi interés fue la temática de fondo sobre el aborto provocado y la ética profesional médica. Como conclusión diré que si tuviera la obligación de clasificar a sus personajes principales no designaría a ninguno como sano o benéfico. ¡Qué colectivo! Supongo que el autor de esta novela quiso personificar el bien, bueno, correcto o justo en la figura de John Berry, el patólogo narrador de la historia e investigador aficionado, pero me resulta difícil darle buena calificación a un profesional de la medicina que con el fin de ocultar las prácticas delictivas de un colega amigo, adultera y falsea las muestras clínicas por él analizadas, así que...repito, ¡menuda panda!
Este libro va de médicos y hospitales y
de la potencialidad de aquéllos de emplear sus conocimientos en curar o matar.
Es decir, la capacidad de sanar y dar vida enfrentada con la de matar o ayudar
a morir.
En estos momentos, cuando inicio el comentario de la novela, desconozco quién es su autor y tampoco tengo referencia alguna sobre el libro. Lo escogí al azar de la estantería y puedo decir que desde el comienzo hasta el final de su lectura me acompañó cierta sensación de pesadumbre, consecuencia de la trama argumental desarrollada en torno a los médicos y al empleo por algunos de éstos de sus facultades y conocimientos para enfermedad y muerte en lugar de para vida y salud. Así como el debate acerca de las limitaciones o prejuicios de orden moral y del corporativismo extremo que existe entre la clase médica.
El escenario escogido está en Boston, Estados Unidos y el mundillo que se cuece es el de los grandes
hospitales de aquella ciudad. Por otro lado, famosa por su avanzada práctica médica e importantes centros
de medicina.
El libro es una edición para el Círculo de Lectores,
cedida por Ediciones Grijalbo, 1970. Título del original en inglés, "A
case of need", traducción de Margarita García de Miró y cubierta de
Marigot. No suelo hacer mención a este dato que, sin embargo, entiendo es
importante cuando, como en este caso, la imagen o dibujo diseñado es capaz de
tan completa y sintética ilustración del contenido del libro.
La conclusión que saco de la actuación
de los médicos protagonistas de esta novela, es la de unos profesionales de
conducta poco Ética que se han
extralimitado de modo pernicioso en sus funciones. Tanto en cuanto a las normas
propias e intrínsecas de su profesión médica - basadas sustancialmente en los
principios contenidos en el juramento de Hipócrates, médico de la Grecia antigua y pagana, que rigen de modo generalizado por
todo el mundo civilizado desde hace muchísimo tiempo; como en lo referente a las normas legales de la
nación en que viven, cuyo respeto y cumplimiento es obligado a todos los
ciudadanos del lugar. Me pregunto, pues,
¿por qué ellos no las han de acatar y cumplir como el resto de mortales
comunes y corrientes? ¿Acaso ellos están por encima de los principios morales y
de las Leyes? ¿Por qué sus criterios han de ser más válidos o prevalecer ante
los comúnmente aceptados y vigentes entre la mayoría? ¿Se creen acaso dioses?
Son mortales, viles mortales, quizás, incluso más viles que la media- que ya es
decir - y por lo tanto se les debe exigir hacer y respetar lo mismo que estamos
obligados todos los demás.
Es fácil intuir que no sólo me estoy refiriendo a la clase médica, sino a cualquier tipo de actividad o profesión que implique y afecte al bien común general y especialmente a los altos cargos y puestos públicos que cuando toman posesión de ellos lo hacen bajo juramento y luego... tararí que te vi, y hago lo que me viene en gana... y entre mayor sea el cargo, más difícilmente se ciñen al cumplimiento fiel de lo jurado. Sin embargo no les pasa nada.
domingo
9 de marzo de 2008
A continuación reproduzco parte del Juramento de
Hipócrates:
“Y me serviré, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar. Y no daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un tal uso, y del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente.
Y cada vez que entre
en una casa, no lo haré sino para bien de los enfermos, absteniéndome de mala
acción o corrupción voluntaria,...
Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi arte y ser honrado para siempre entre los hombres; mas, si lo quebranto y cometo perjurio, sucédame lo contrario".
Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi arte y ser honrado para siempre entre los hombres; mas, si lo quebranto y cometo perjurio, sucédame lo contrario".
Decía en mi último comentario que ninguno de los médicos de la novela me había convencido. Hoy trataré de explicarme. En esta obra se plantea lateralmente la importante cuestión de la licitud moral de ciertas prácticas médicas. Considero que en la obra se defiende o al menos se justifica, aunque solapadamente, que algunos médicos contravengan sus promesas o Juramento Hipocrático, universalmente aceptado por esa clase profesional, y, consecuentemente, hagan cosas moralmente ilícitas según su propio código moral o de conducta.
A esta cuestión, por otra parte,
primordial, del quebrantamiento de unas normas de conducta a las que está
obligado por un juramento, se añade el hecho de que su acción es ilegal; es
decir, fuera de la Ley, y, por ende, delito objeto de castigo(sanción).
He averiguado que Jeffrey Hudson es uno de los dos
seudónimos empleados por Michael
Chrichton, autor del libro Parque Jurásico, en
sus comienzos como escritor.
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