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sábado, 12 de octubre de 2024

“Las uvas de la ira”, John Steinbeck.

“Las uvas de la ira”, John Steinbeck. Premio Nobel de Literatura en 1962 Ediciones Rodas, 5ª edición. Colección de Bolsillo Selección Zig Zag. Narrativa norteamericana. Título original “The grapes of wrath”. Traducción de Hernán Guerra Canevaro.


Steinbeck  recibió el Premio Pulitzer  de 1940 por esta obra, llevada al cine por el director John Ford  con Henry Fonda , y Jane Darwell.

Las uvas de la ira,  está considerada como la mejor obra de Steinbeck. Está basada en sus propios artículos periodísticos escritos sobre la situación de las clases trabajadoras tras la Depresión y, más concretamente, de los refugiados por el “Dust Bowl,”(*). El Libro estuvo prohibido en las escuelas y bibliotecas públicas del Condado de Kem, desde agosto de 1939 hasta enero de 1941.

Ha sido una segunda lectura. La anterior fue hace más de treinta años. Entonces, tanta mezquindad en torno a unas pobres gentes me impactó, y fue lo que quedó grabado en mi memoria. En esta ocasión las dolorosas experiencias que los protagonistas sufren a lo largo de la narración, aunque me ha dolido igual, no me ha impendido apreciar el testimonio de otras cuestiones tratados por Steinbeck en su obra, tales como la paulatina degradación de las condiciones laborales, el abuso y explotación inmisericorde por parte del aprovechado patrón del trabajador necesitado, la emigración, la  solidaridad entre las gentes, la fortaleza que al núcleo familiar da la unión de sus miembros, o el papel puntal de la madre, por citar algunas de ellas, todas expresadas magistralmente por el escritor norteamericano en esta inolvidable novela.

Ambientada en los Estados Unidos de Norteamérica, en los inmediatos años a la Depresión o Crac del 29, del pasado siglo. Empieza en Oklahoma, y termina en la fértil California. Sus protagonistas son los Joad, una familia de campesinos pobres formada, inicialmente, por un matrimonio y sus hijos (cuatro varones y dos muchachas), los abuelos paternos, más el tío John. Este núcleo familiar se incrementará con el marido de la mayor de las muchachas, un jovencísimo matrimonio, y un predicador que ya no ejerce como tal.

A través de este vario pinto grupo familiar, Steinbeck irá mostrando al lector la injusta situación que familias norteamericanas del centro-oeste del país, tales o parecidos a los Joad, experimentaron en aquellos tiempos. Gentes sencillas, arrendatarios de pequeñas explotaciones agrícolas que hasta entonces habían vivido, si no en la abundancia, sí cubriendo sus necesidades mediante el cultivo de las tierras y la cría de animales domésticos para su alimentación. Panorama que era ya pasado cuando se inicia la trama novelesca que nos dibuja un territorio desolado, casas deshabitadas y en ruina, en las que la Compañía (el Banco) es el amo, con una producción agrícola industrializada. Ante este oscuro horizonte las pobres gentes cogen sus bártulos y deciden marchar hacia California, donde creen hallarán lo que aquí han perdido. No será así y en su lugar conocerán el amargor de ser objeto de una discriminación odiosa,”los okies”,  el hacinamiento en los hooverville(** )(campamentos de personas sin hogar), la enfermedad y el hambre.

Es una novela dura, porque duras son las anécdotas e historias explicadas, situaciones increíbles de enorme injusticia social, pero tristemente reales. Los Joad, personajes ficticios, no fueron inventados por Steinbeck, sino tomados de la realidad inmediata y reflejados fielmente por él en su novela. He ahí su mérito.

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(*) Dust bowl: “(literalmente «cuenco de polvo» en inglés) fue un período de fuertes tormentas de polvo que dañaron enormemente la ecología y la agricultura de las llanuras y praderas que se extienden desde el golfo de México hasta Canadá, impactando principalmente en los Estados Unidos. Se prolongó al menos entre 1932 y 1939, y fue precedida por un largo periodo de precipitaciones por debajo de la media. El efecto Dust Bowl fue provocado por condiciones persistentes de sequía, favorecidas por años de prácticas de manejo del suelo que dejaron al mismo susceptible a la acción de las fuerzas del viento. El suelo, despojado de humedad, era levantado por el viento en grandes nubes de polvo y arena tan espesas que escondían el sol. Estos días recibían la denominación de «ventiscas negras» o «viento negro».

 

El Dust Bowl multiplicó los efectos de la Gran Depresión en la región y provocó el mayor desplazamiento de población habido en un corto espacio de tiempo en la historia de Estados Unidos. Tres millones de habitantes dejaron sus granjas durante la década de 1930, y más de medio millón emigró a otros estados, especialmente hacia el oeste. (https://es.wikipedia.org/wiki/Dust_Bowl)

(**)Hooverville: fue el nombre por el que se conocían los asentamientos irregulares construidos por las personas sin hogar durante la Gran Depresión en Estados Unidos. Tienen este nombre debido a que el presidente de los Estados Unidos en el momento era Herbert Hoover y, supuestamente, dejó caer al país en la recesión. El término fue acuñado por Charles Michelson, jefe de publicidad del Comité Nacional Demócrata. El nombre «Hooverville» también se ha utilizado para describir los campamentos que se encuentran comúnmente hoy en día en algunas regiones. ( https://es.wikipedia.org/wiki/Hooverville) 

lunes, 17 de marzo de 2008

El difunto Matías Pascal, de Luigi Pirandello, (1) octubre, 2005



Colección Biblioteca Básica Salvat, Libro RTV número 95

, correspondiente a la edición conjunta de Salvat Editores y de Alianza Editorial, año 1971, con interesante prólogo de Carlos Pujol, en el que se dan algunos datos biográficos y los rasgos que caracterizan la obra de Pirandello. 

La novela fue escrita  en los inicios del XX,hace cien años, cuando su autor, con treinta y siete años, desconocido por el público, atravesaba problemas graves familiares y económicos. A pesar de estas circunstancias, dotó a su obra de un tono desenfadado y de humor. Pirandello fue galardonado con el Nobel de Literatura de 1934.

Leyéndolo, he reflexionado sobre ese don de que gozan pocos autores de saber contar con ternura, paz e incluso gozo, temas y situaciones en el fondo tristes o trascendentales. Estilo o gracia que recuerdo en las obras por mí leídas de Cervantes, desde su “Don Quijote” hasta “El Licenciado Vidriera”; en “Don Camilo”, de Guareschi; en "En busca del Unicornio" de Eslava; en "El sombrero de Tres Picos", de Alarcón, en “Las flores de Hiroshima”, de Edita Morris… por citar algunos libros con cuya lectura he disfrutado y hasta reído un buen rato que– dicen - es muy bueno y saludable.  Algunos pasajes de este libro de Pirandello son muy divertidos . Aunque reconozco que en mi primera lectura, hace ya unos cuantos años, me parecieron aún más graciosos. En esta ocasión el final me pareció algo soso, pero, pensándolo bien, sea lo justo para un impostor.

La historia, escrita en primera persona, nos relata con desenfado las circunstancias que inducen a una persona rota por la pérdida de seres queridos y acosada por numerosos reveses económicos, a consentir se le dé por muerta. Hay un protagonista único, acompañado de otros personajes que le sirven de comparsa. Entre ellos, cabe destacar por su singularidad, un viejo espiritista  funcionario público, jubilado anticipadamente, que, con tanto tiempo libre y no sabiendo bien en donde emplearlo, le da por lo sobrenatural . En la búsqueda, según parece, se le funde alguna de las bujías que iluminaban la totalidad de su razón. Este personaje del viejo ido es utilizado por Pirandello – pienso - para, a través de los diálogos con él cruzados, transmitirnos ideas, creencias o disquisiciones en torno a temas como la democracia, el alma, la otra vida...

Don Anselmo, nombre del vejete, sostiene la teoría del farolillo encendido, tan singular como él mismo. Estas son sus argumentaciones:

Para el espiritista  todo ser humano al nacer es dotado con el "triste privilegio", así lo denomina , de tomar como una realidad exterior a sí mismo, el sentido interno de la vida, que cambia y varía a tenor de los tiempos, casos particulares y fortuna individual.

Sentido de la vida que es "como un farolillo que cada cual lleva consigo encendido y gracias al cual vemos(...)cómo andamos por el mundo y discernimos el bien y el mal;(...)que proyecta a nuestro alrededor un círculo de luz más o menos amplio y más allá del cual empieza la sombra...medrosa...que no existiría de no estar encendido el farolillo(...)

Los farolillos- afirma - son de múltiples colores, pues depende del color del cristal proporcionado por la ilusión(...)y que en determinadas épocas de la historia, y lo mismo en ciertos períodos de la vida del individuo, podría determinarse el predominio de un color particular(...)

En todas las épocas llega a establecerse entre los hombres cierta armonía de sentimientos que provee luz y color a esos farolones que son los términos abstractos: verdad, virtud, belleza, honor,(...) luz de una idea del sentimiento colectivo, que, en viniendo a faltar éste, podrá…seguir en pie el farolón del término abstracto, pero la llama de dentro empezará chisporrotear y a desmayar y a lanzar suspiros...

Añade que no son raras en la historia las ventoleras que apagan de golpe y porrazo todos los faroles...."En la repentina oscuridad ármese entonces un revuelo de farolillos individuales indescriptible: éste tira hacia acá; el otro, hacia allá, los hay que retroceden y los hay que empiezan a dar vueltas de un lado para otro; ninguno atina ya con el camino, chocan...se agrupan...no lográndose ponerse de acuerdo...confusión...angustiosa furia... Y  - concluye - nos encontramos actualmente en uno de esos momentos históricos. ¡Gran oscuridad y gran confusión! Todos los farolones se apagaron. ¿Adónde debemos enderezar nuestros pasos? ¿Por ventura hemos de volver atrás? ¿En busca de las lucecillas sobrevivientes que los próceres muertos dejaron encendidas en sus tumbas?(Págs. 142 y 143)

Leyendo y oyendo todo el lío, constante y sonoro que, desde hace unos tiempos para acá, es la tónica generalizada en este país llamado España, pienso que, quizás, la teoría puesta por Pirandello en boca del ido don Anselmo no vaya nada desencaminada. Me pregunto si finalmente, debido a la posible discrepancia entre los farolillos individuales (realidad y sentimientos personales) con los farolones o abstracciones de la ficción política, habrá apagón general. ¡Esperemos que no!

Ver comentario (2)
https://silvialeyendo.blogspot.com/2008/06/la-tirana-disfrazada-de-libertad.html
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4 de febrero de 2015: Acabo de releer este antiguo comentario sobre la inmortal obra de Pirandello, "El difunto Matías Pascal" . Han pasado diez años de entonces y muchas son las cosas que han pasado y pasan en esta vieja nación europea llamada España. Aunque no sólo en España, sino también en Europa, que nos traen aires, acaso más propio llamarles "ventoleras" que- como nos advierte el escritor italiano por boca del viejo espiritista, "apaguen de golpe y porrazo todos los farolones" y quedemos sumidos en la más profunda oscuridad.