La novela se refiere, en concreto, a la crítica situación de los EEUU de Norteamérica, en el período entre la PGM y el crac del 29, inicio de la Gran Depresión . Época marcada por la enorme especulación y los negocios fáciles de unos pocos. Lo que redundaba en un constante aumento de los beneficios y riquezas de éstos; frente a la sistemática y creciente degradación de las condiciones de trabajo y vida de las clases trabajadoras. Situación difícil, con unos gobiernos que han contribuido a ello con sus prácticas y sus leyes "impermeables a toda influencia espiritual", y en la que el papel de los agentes sociales e instituciones públicas queda prácticamente anulado, bien por inoperante, bien por el empleo de estrategias y/o defensas desfasadas.
Mientras leía estas cuestiones, como me suele ocurrir frecuentemente, pensé en la situación de España, y en particular la de Cataluña, de estos últimos veinticinco o más años. Porque creo que también aquí ha sido brutal la transformación de nuestra vida cotidiana, sobrevenida por los cambios experimentados en los distintos ámbitos de lo político, lo económico y social, pero aún mayor en lo espiritual. De manera similar a lo contado en la novela, la moral del laissez faire del hombre de negocios, que es la que subyace en nuestro actual modelo económico-social , está en continua pugna con la ley natural. Lo cual creo es la causa de buena parte del mal que nos aqueja. Es decir, la imparable avaricia de unos contados individuos sin fe cierta, ni prejuicio moral alguno, corruptos y corruptores... "los más fuertes y éstos son los más implacables y los que menos oídos prestarán a los dictados de la conciencia".
2 de febrero de 2022: Han pasado unos cuantos años desde mi último
añadido, y si entonces ya apuntaba del deterioro de las condiciones laborales
en general tomando como ejemplo al
sector bancario, al presente la situación en este último hay que definirla como de “aurora
boreal”.
Concretamente el año que acaba de
finalizar , 2021, con la sola excepción, creo, del Bankinter, los entidades
bancarias que han quedado, Santander, Caixabank, BBVA y Sabadell presentaron
espectaculares ERES que, en conjunto, han representado una disminución de la ya precariaplantilla bancaria en torno a más de veinte mil puestos. Según los capitostes empresariales sobran
todos, menos ellos,¡ claro está!
El caso es que en la actualidad es el propio cliente quien debe hacer casi toda la operatoria bancaria a través del cajero automático o desde su móvil u ordenador. Y en aquellos casos que precise contactar personalmente con el banco, deberá solicitar visita previa.
Recientemente, un jubilado promovió a través de Change la recogida de firmas para una atención más humanizada por parte de la Banca, en especial con los más mayores.
El tema es de tal magnitud que aparte de las protestas de varios sectores ciudadanos, por las redes corren chistes muy ocurrentes, tal como el siguiente:
Banca, año 2035, Padylla, en EL DÍA Y LA PROVINCIA