“Los tres evangelistas”, de Fred Vargas,(1) Ediciones Siruela, 2014, Colección Nuevos Tiempos/Policíaca.
El libro lo conforman cuatro relatos protagonizados por un trío de jóvenes
historiadores con escasos recursos económicos, más el tío de uno de ellos, un
ex comisario de policía. Yo sólo he leído el primero. Unas doscientas páginas
que se leen con amenidad e interés creciente, desde su inicio hasta el final.
No hay sexo ni trozos escabrosos, al menos en esta primera
lectura. Una trama criminal que gracias a la agudeza analítica de los tres
historiadores, y a la pericia del
antiguo comisario de policía, se logra desenredar, pese a estar ésta muy enredada.
Los tres personajes principales, Marc, Matthius y Lucien,(2) tienen, pienso,
especial encanto. Son descritos como idealistas, desinteresados y amantes de su
especialidad de la Historia. Compasivos y atentos a las necesidades ajenas.
Cualidades todas juntas que les hacen involucrarse hasta la médula en la
resolución del o de los crímenes.
La experiencia u olfato de perro viejo del ex comisario de
policía harán el resto o buena parte para desenredar la trama argumental.
Me gustó.
______________
(1) Fred Vargas:seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau. Hija de Philippe Audoin, escritor surrealista próximo a André Breton. Tiene por hermano al historiador Stéphane Audoin-Rouzeau, especialista de la Primera Guerra Mundial y codirector del centro de investigación de la "Historia de la Grande Guerre", que es quien le inspiró el personaje de Lucien Devernois.
Arqueozoóloga e historiadora de formación, escribió en el año 2003 una obra científica sobre la peste negra, titulada Les Chemins de la peste, le rat, la puce et l'homme. Su primera novela recibió el premio del Festival de Cognac en 1986
En 2018 es galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras convirtiéndose en la séptima mujer que lo gana. (Información sacada de Wikipedia)
(2) Evangelios sinópticos: La denominación evangelios sinópticos se utiliza para hacer referencia a tres de los cuatro evangelios canónicos, en concreto los de Mateo, Marcos y Lucas, en razón de su afinidad y de sus semejanzas en cuanto al orden de la narración y al contenido.