Los perros de la guerra,(*) de Frederick Forsyth. Círculo de Lectores,
1975. Título del original inglés, “The
dogs of war”. Traducción, J. Ferrer Aleu. Cubierta, Farré Huguet.
Segunda
lectura. La primera fue en 2005.(**) Entonces no me percaté de la denuncia que esta novela encarna, publicada en 1974, mucho tiempo
antes de que los numerosos escándalos financieros protagonizados por
prestigiosas multinacionales, cuyos consejos de administración estaban
compuestos por la crème de la crème
mundial, pusieran en evidencia tanto la
catadura moral de sus máximos administradores como la mala praxis contable
practicada en sus empresas, .(1)
Y también, en aquel entonces, al menos, en
España, a los comunes mortales nos resultase muy lejano o casi desconocido, el tema de las cuentas
en paraísos fiscales con la doble finalidad
de evadir impuestos y de guardar y movilizar fondos de procedencia
dudosa o ilícita. Cuestión que, al
presente, luego de los famosos Papeles de Panamá, el legado de Pujol, la lista
Falciani, las amnistía fiscales a los titulares de cuentas en Liechtenstein,
Suiza, etc., y mucho antes por las cuentas secretas del BBVA
en Jersey, sabemos ha sido práctica habitual y común de muchos de nuestros
ricos y famosos.
Muchas
veces he recordado esta singular novela escrita por alguien que habla con conocimiento fruto de la propia
experiencia, pues fue miembro de los Servicios Secretos británicos, el famoso
MI6, y ejerció, asimismo, como
periodista y corresponsal de la Agencia
Reuters. Forsyth no
inventa. Narra experiencias y hechos tomados de la realidad. Cosas vistas,
oídas y de algún modo vividas. Su mérito, el mérito de sus obras está en contar, con lujo de detalles,
situaciones aparentemente de ficción; pero, por desgracia, parecidas, casi
idénticas, a la realidad.
La realidad de un
mundo en el que la infamia, la avaricia
sin límites, la impiedad, la crueldad y la deshumanización más absolutas
imperan.
.
La novela comienza y
termina en África. Continente
fructífero en riquezas naturales, pero cuyas gentes oriundas, en su mayoría son
pobres. Muy pobres, azotados frecuentemente por hambrunas, encarnizadas luchas
étnicas, epidemias, y continuada explotación laboral, algunos incluso en
condiciones de esclavitud, y , lo todavía más triste e injusto, de la
consideración de inferioridad que pesa sobre el nativo (autóctono) africano,
debido al color oscuro de su piel. Países jóvenes, con divisiones arbitrarias
de fronteras establecidos en virtud de criterios e intereses políticos y
económicos foráneos, nacidos en el pasado siglo XX, tras cruentas guerras contra
sus metrópolis europeas, en las que los mercenarios de blanca piel y nacionalidad extranjera jugaron importante papel.
La
novela de Forsyth brinda al lector variedad
de tramas en las que se reflejan todas
las situaciones antes apuntadas y también los “negocios” que de ellas se
derivan. Entre las cuales, creo destacable la del golpe de estado en una desconocida
y remota república africana. Acción promovida
y financiada por un potentado de la City londinense, James
Manson, persona sin ningún tipo de escrúpulos ni de humanidad, con la
colaboración de otros dos muy parecidos a él, empleados suyos, los cuales, movidos
por idéntico desmedido amor al dinero, llevarán a cabo todo- absolutamente “todo” - lo que se les pida.
Aunque ello- bien lo saben- implique la muerte, el hambre y la miseria de
millones de otros seres humanos.
Particularmente
considero admirable la descripción que Forsyth hace no sólo del mundillo de la
City londinense, (2) sino también de los altos ejecutivos, en la ficción encarnados en las figuras de
James Manson,(3) y sus lugartenientes, Simon Endean y Martin Thorpe(4).
Transcribo al pie parte de estas descripciones.
Los perros de la
guerra , título de la novela , son los mercenarios. Que el diccionario define
así:
Del lat. mercenarius.
1. adj. Dicho de un soldado o de una tropa: Que
por estipendio sirve en la guerra a un poder extranjero. Apl. a soldado, u. t.
c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a los
mercenarios.
3. adj. mercedario1. Apl. a pers., u. t. c. s.
4. m. y f. Persona
que desempeña por otra un empleo o servicio por el salario que le da
Pienso, pues, que si
aplicamos la cuarta de las significaciones, muchos, demasiados, son los
sicarios que corren y, sin duda, nos podremos topar en este “perro mundo”.
Por último , enlazo
con el vídeo de You Tube de “Spanish Harlem” . Melodía
que el protagonista, Cat Shannon silbaba siempre, de modo machacón.
_______________
(*)Los perros de la guerra: También existe una película basada en el libro, año 1980, dirigida por
John Irvin
(*)Los perros de la guerra: También existe una película basada en el libro, año 1980, dirigida por
John Irvin
(1) ESCÁNDALOS
FINANCIEROS(contabilidad creativa) : ESCÁNDALOS FINANCIEROS Y SU EFECTO SOBRE LA CREDIBILIDAD DE LA AUDITORÍA
DRA. Marcela Jaramillo Jaramillo Profesora Investigadora de Tiempo Completo de
la Universidad Autónoma del Estado de México. DRA. María Antonia García Benau
Catedrática de la Universidad de Valencia, España DR. Manuel Antonio Pérez
Chávez Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Universidad Autónoma del
Estado de México.
(2) City de Londres: “La
milla cuadrada interior de la antigua capital y corazón de un imperio financiero que seguía siendo mundial(…)Para algunos de los escurridizos escarabajos
de traje gris oscuro(…)únicamente un
lugar de trabajo, aburrido , fatigoso…hasta que llegaba el retiro final. Para otros, jóvenes y esperanzados, se
trataba de un sitio lleno de
oportunidades, donde los méritos y el trabajo duro eran recompensados con
premios consistentes en ascensos y seguridad. Para los románticos…sede de los grandes comerciantes aventureros; para los pragmáticos, el mayor mercado del
mundo, y para los sindicalistas de
izquierda, un lugar donde los ricos
ociosos e inútiles, nacidos en la opulencia y los privilegios, nadaban despreocupadamente en un mar de
lujo. James Manson era cínico y
realista. Sabía lo que era la City:una jungla pura y simple, y él, una de sus
panteras.” (pág. 40)
(3)”Sir James Manson,
Caballero del Imperio Británico, presidente y director gerente de(…)Depredador
nato, se percató…que había ciertas normas que debían observarse públicamente y
hacerlas trizas en privado, y de que, como en política, sólo había un
mandamiento, el undécimo: ”No descubrirás tus intenciones”(…)observando (éste)había
hecho su fortuna y era varias veces millonario…Tenía sesenta y un años,…agresivo,
… y una crueldad de pirata…lo bastante astuto para fingir respeto por el orden establecido
en la City y en el Reino, por la vía comercial y política, aunque sabía
perfectamente que ambos órganos estaban corroídos por hombres que, bajo la
pantalla de su imagen pública, ocultaban una casi total falta de escrúpulos.
Tenía varios de éstos en su consejo de administración, incluidos dos
exministros…Ambos aceptaban…suplemento en su remuneración…pagadero en las Islas
Caimanes o en Gran Bahama(…)Se sabía muy poco de sus primeros pasos(…)Confesaba
que era hijo de un maquinista de ferrocarril(…)dejaba que se supiese que, de
muchacho, había empezado a trabajar en las minas, y que, más tarde había hecho
fortuna con el cobre. Pero nunca explicaba cómo la había conseguido”. Recomiendo la lectura de las págs.. 40 a 44, en las que se describe
al personaje ,su historia y sus negocios. Tan parecido a los perfiles e
historias de tanto de los próceres y magnates del mundo, incluido España, que
es imposible sea fruto de la
imaginación, sino simple y llanamente una copia, una transcripción tomada
de la realidad inmediata.
(4) Simon
Endean y Martin Thorpe: Manson”había contratado
personalmente a Endean y a Thorpe cuando eran muy jóvenes y que los había
ascendido a posiciones y salarios superiores a los que correspondían a su edad.
..lo había hecho(…)porque había descubierto en ellos una falta de escrúpulos
que rivalizaba con la suya propia, una predisposición a ignorar los llamados
principios morales cuando se trataba de alcanzar el único objetivo: el éxito. Como Shannon, como él mismo, eran
mercenarios.”(pág. 134)