martes, 18 de marzo de 2008

Ensayo sobre la lucidez, José Saramago (II- Sobre el fondo) mayo 2004


Ayer hablaba de la forma, hoy toca hablar del argumento. En esta obra, "Ensayo sobre la lucidez" (*),Saramago evidencia su gran conocimiento de los entresijos del Poder y de muchos de los que lo detentan, los que se caracterizan sobretodo y en especial,  por su falta de escrúpulos y de conciencia; cuya guía única son sus ambiciones e intereses personales. Los suyos y los de nadie más. Actúan con sus semejantes sin ninguna consideración o limitación de orden moral o de cualquier otro tipo. Son depredadores de la especie humana. Saramago , en su ficción los ha hecho de "derechas”. Yo creo, sin embargo, que esta clase de individuos son   consustanciales al Poder, independientemente de creencias religiosas o ideologías políticas;  los cuales,  para acceder, conservar o recuperar el Poder, son capaces de TODO, sin tan siquiera asomos de pudor ni de Ética. Mienten, corrompen, roban y hasta matan.

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(*) 20.02.08  Me doy cuenta, quizás un poco tarde,  que no he dicho nada en relación al singular título de la novela, al menos para mí lo es, impuesto por su autor. Porque, usualmente, cuando lees la palabra ensayo, como parte del título de un libro, piensas en una obra concienzuda, tipo tesis, en la que el autor expone argumentos e hipótesis varias sobre un tema. La palabra ensayo, sin embargo, también es sinónimo de prueba, simulacro, experimento, investigación… Si a estos posibles significados añades el objeto del simulacro, que es la lucidez, a su vez sinónimo de perspicacia, sagacidad, inteligencia…tendríamos que el título del libro bien podría quedar en “Prueba de perspicacia “.



Detallo los otros comentarios realizados sobre esta lectura:

http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/ensayo-sobre-la-lucidez-jose-saramago.HTML
http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/ensayo-sobre-la-lucidez-jos-saramago-i.html
 

 

 

Ensayo sobre la lucidez, José Saramago (I, sobre la forma) mayo, 2004

He tardado un poco, pero, al fin, el pasado viernes,(mayo 2004) terminé de leerla. Su lectura me resultó pesada; con la salvedad de los últimos capítulos,  que me resultaron más amenos debido a la introducción de algunos personajes, aunque muy simples, y de sus respectivas historias.

Me llamaron la atención los extensos párrafos, algunos casi tan largos como los propios capítulos  que componen la obra, así como las múltiples licencias en cuanto a puntuación y ortografía  que el Novel portugués se ha permitido como, por ejemplo,  usar  comas en lugar de los  punto y  seguido o punto y  aparte, prescindir del indicativo guión cuando de un diálogo se trata, o la escritura de los nombres propios sin la  inicial mayúscula. No sé si ello es una simple originalidad del autor o, por el contrario alguna clave o signo a tener en cuenta en su lectura.

Mientras leía el libro, muchas veces recordé  el atentado del 11-M,  en Madrid, por  los numerosos elementos de cierto parecido allí descritos como, por ejemplo, la cita electoral  celebrada aunque las circunstancias aconsejaran en aras de un rigor democrático que fuese pospuestala imprecisión de la autoría del atentado terrorista con la colocación de una bomba en un tren( de metro); la plantación de árboles en homenaje a los muertos. Pero, principalmente,  por la existencia de un  solitario medio que  contradice la versión oficial , así como de  una emisora de radio, también única,  encargada de que se divulgue la versión distinta para movilizar a las gentes. ¡ Cuánto parecido con la realidad! ¡Un Saramago visionario!

Su salida de imprenta, abril 2004,(*) poco después del aciago suceso, justifican, creo, la pura y simple coincidencia con los hechos, tal como advierte la tradicional coletilla añadida a las ficciones verosímiles. ¿No?

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(*)En España fue publicado sobre el 19 de abril, pero en Portugal hacía ya un mes de su presentación, y su  autor  pronosticaba levantaría "un escándalo del diablo" . Que sepa yo, " no lo levantó"

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13 de junio de 2015:  He practicado algunas correcciones a este escrito, al mismo tiempo que he aprovechado para releer el artículo periodístico suscrito por Carmen Sigüenza, en elmundo.es, titulado "Saramago regresa a España con una 'aberración política' bajo el brazo". Su lectura, en estos momentos, día en que se constituirán los nuevos consistorios municipales y autonómicos surgidos no de los resultados de las urnas, sino de los cambalaches y trapicheos antidemocráticos de los politicastros que pululan en las ciénagas corrompidas en las que se ha convertido el mundo político de esta vieja nación, me ha parecido muy oportuna. Así como, también, la reseña suscrita por María luisa de Francesco( Salto, Uruguay) publicada en el recreo.com(libros) : 

Como tantas otras veces, copio y pego aquellos párrafos, a mi modesto entender, más explícitos. En primer lugar cito lo seleccionado de la reseña de Francesco y, seguidamente, lo de Sigüenza. Pero recomiendo la lectura íntegra de ambos trabajos.    


Ensayo sobre la lucidez, es algo así como la segunda parte de Ensayo sobre la ceguera. Es como la continuación pero sólo en parte,(..). La estrategia del autor en este caso difiere del otro ensayo. Ensayo sobre la ceguera rayaba en el texto fantástico pero con connotaciones para repensar acerca de: quién es más ciego, él que no ve o el que no quiere ver, o: todos somos ciegos al fin de cuentas. (...)En este otro Ensayo, que como antítesis trata a la lucidez, no es nada más y nada menos que una finísima ironía sobre la clase política de acá, de acuyá y de más allá. De su descrédito, de su insana manera de pensar, de sus nefastas soluciones que rayan en lugares comunes.                                La derecha, el centro y la izquierda se ven burladas por un derecho más viejo que la democracia misma. Y eso, los asusta, más que una guerra, más que una bomba química, la simple sapiencia de la gente...la simple verdad que puede suceder, la gente pensando, dejando pasar y pensando, decretándose en negativa, sin bombas, sin humo, sin guerras, simplemente declarando la abstinencia permitida. "                        
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"Más combativo que nunca, el premio Nobel José Saramago(**) vuelve a las librerías españolas con ‘Ensayo sobre la lucidez’ (Alfaguara), un libro (...)en el que el autor portugués quiere mover la conciencia y el pensamiento acerca del sistema democrático actual(...)¿Por qué no votar en blanco? Y es que José Saramago(...), parte de una propuesta: ¿qué pasaría si en una ciudad sin nombre los ciudadanos decidieran espontáneamente votar en blanco?(...). Saramago, conocido militante comunista y candidato a las elecciones europeas por una coalición comunista portuguesa, asegura que "la democracia está secuestrada por el poder económico multinacional" y en la novela deja patente "la corrupción que ataca a la democracia y la manipulación que padecen los medios de comunicación". Pero sobre todo demuestra que cualquier ciudadano puede elegir libremente, "pese a las coacciones que intentan constreñirlo, enfrentándose a quienes manejan los resortes del poder"(...)la democracia actual es un punto de partida y no de llegada, traza en esta fábula un sombrío retrato de los mecanismos democráticos contemporáneos(...)¿Un voto en blanco haría ingobernable el sistema democrático?, ¿Tiene sentido suspender derechos a quien no ha cometido otro crimen que ejercer precisamente uno de ellos?



  (**)Saramago murió en 2010.




Otras entradas en relación al mismo libro, autor y cuestión de fondo:

https://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/ensayo-sobre-la-lucidez-jose-saramago.html


https://silvialeyendo.blogspot.com.es/2008/03/ensayo-sobre-la-lucidez-jos-saramago-ii.html

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Ensayo sobre la lucidez, José Saramago, mayo, 2004

Estoy leyendo la obra de Saramago titulada "Ensayo sobre la lucidez", editada por Alfaguara, Grupo Prisa, de muy reciente publicación, abril 2004.El nombre de su autor me sonaba mucho: un portugués, premio Nobel de Literatura, vecino de Lanzarote (Canarias) y, creo que un incondicional del dictador cubano, Fidel Castro, hasta lo de Rivero y otros periodistas y escritores metidos en la cárcel, hechos ocurridos en el 2003.  Pero yo todavía no había leído nada suyo. En este aspecto me era un total desconocido.

Del libro en cuestión sólo llevo leídas  unas ciento cincuenta páginas de las más de cuatrocientas de que consta, y me estoy esforzando mucho por seguir leyéndolo. Los extensos párrafos sin puntos, ni comas, ni tampoco el uso de mayúsculas para los nombres propios, o la ausencia hasta ahora de protagonistas individuales, así como el sesgo de sus reflexiones, inclinadas descaradamente hacia un lado, son, quizás, los motivos que frenan mi interés, pero no su fondo argumental que es el uso y el abuso que del ciudadano común se está haciendo en las democracias occidentales mediante el control de los medios de comunicación y otros resortes del Poder.

Sigue.



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18 de marzo de 2015: Han pasado más de diez años desde que escribí este más bien prólogo. La semana pasada se cumplió un nuevo aniversario de la masacre del 11 de marzo perpetrada en Madrid, en unas estaciones de trenes, en hora punta. ¡Una salvajada! 

Cuando leí el libro, escasamente a un mes del espantoso atentado, me llamó poderosamente la atención,  los muchos parecidos de la ficción contada por Saramago con lo que aquí había ocurrido. Particularmente soy de los que opino que hay muchas cosas aún qué conocer en relación a lo ocurrido en aquellas fechas en España, y en especial acerca de la actuación de algún medio de comunicación con sus exhortaciones a las gentes. Llegado a este punto, y por entender que Zarzalejos, entonces director de ABC, en su artículo  del 14 de marzo de 2004, titulado "Propósito deslegitimador" da razones en este sentido, reproduzco algunos párrafos de dicho escrito:

"HAY una izquierda intelectual y mediática de pensamiento débil y pequeño burgués que, instalada en los mecanismos informativos y en las trincheras de papel, ha logrado manejar como a guiñoles a los representantes de la izquierda política, subordinándolos con sus bulas, sus veredictos, sus cánones, sus obsesiones, sus filias y sus fobias a una dictadura ideológica y estratégica que ha atenazado su desenvolvimiento autocrítico y su soberanía de decisión. El resultado es una izquierda política inerme e inerte, subsidiaria de los peores recursos del pasado -la pancarta, la consigna, la subversión dialéctica- y que se apoya en la muleta de los nacionalismos étnicos y culturales para evitar la apariencia de cojeo y desfallecimiento. La jornada de ayer, democráticamente sucia, es el ejemplo más expresivo de la inanidad de los líderes partidistas de la izquierda y de la hiperactividad irresponsable del gauchismo sin más compromiso que el de sus propias obsesiones.
Corresponde a esos emboscados de la sedicente izquierda intelectual y mediática -desde el micrófono o desde las páginas- el más que dudoso honor de enturbiar hasta límites de indignidad las horas más trágicas de la historia democrática de España. No satisfechos con alentar todo tipo de brutalidades dialécticas -según las cuales el Gobierno estaría engañando a la sociedad, dando pábulo a versiones alucinantes sobre la realidad de intentonas terroristas, y negando el carácter democrático del Gabinete y su partido- han trabajado como estajanovistas en las últimas horas para preparar el discurso deslegitimador del dictamen de las urnas de esta noche si acaso éste encumbra de nuevo al Partido Popular a las responsabilidades del Gobierno de España.

...mohín hipócrita cuando las sedes del PP fueron asaltadas y arrasadas en los días previos -hace un año- a la guerra de Irak; ni una reprimenda -todo lo contrario, fueron instigados y publicitados por ellos- a los que ayer, jornada de reflexión, se manifestaron de la peor manera, coactivamente, ante la sede central del partido del Gobierno en Madrid. ..  viernes, algunos de los representantes de estos cromagnones del gauchismo intentaron y no lograron una manifestación «alternativa». El sábado, violando las convenciones democráticas más elementales, instigaron a un puñado de miles a gritarle a Aznar su condición de «asesino». Un acto de rencor, de venganza ramplona y, seguramente, de temor, al que ellos pusieron altavoz e imagen mientras contemplaban el espectáculo desde la indolente comodidad sabatina del más rancio izquierdismo de salón."
 

Curiosamente y transcurridos diez años desde estos hechos, Pablo Iglesias, el líder de Podemos, la formación política conocida a partir de las elecciones europeas en mayo del pasado 2014, comicios en los que alcanzaron cinco escaños en el Parlamento Europeo, pero, enfatizo, hasta entonces desconocidos del todo para una amplia mayoría de los comunes españoles, en una entrevista con Gabilondo( ¡qué casualidad!), se  decía autor , él  y los suyos del departamento de Política de la Autónoma de Madrid, de los famosos sms que corrieron esos días. ¡Menudo ensayo para la lucidez!


29 de septiembre de 2021: Desde mi último añadido se han producido  cambios en relación a Pablo Iglesias. En primer lugar llegó a ser vicepresidente del gobierno en coalición de PSOE-Unidas Podemos, presidido por Sánchez. En abril de este año 2021 hubo de dimitir porque se presentaba en los comicios de la Comunidad. Fracasó y decidió dejar -dice- que la política. Recientemente he leído que colaborará con la Universitat Oberta y creo que también con el RACC, aquí en Cataluña.
 
 
 
 

 

 

Tres Rosas Rojas, de José Mª Sánchez-Silva

Es la segunda narración del libro, la que sigue a Marcelino Pan y Vino, y me resultó de mucho contraste. La moraleja de la historia, si había intención de ello por parte del autor, es bien sencilla: no te puedes fiar de la veracidad de los hechos ni de la identidad real de los personajes mostrados por "esos que andan escribiendo en los periódicos". Dicho de otro modo, cualquier parecido con la realidad, o verdad, de lo que algunos "periodistas" escriben, puede ser sólo pura coincidencia. Extensiva a todos los medios de comunicación de este país.

La verdad, pura y dura con sus protagonistas reales, pocas veces es mostrada tal como ha sido en el momento en que se produjo. Se nos hacen ver las cosas que les interesa, cuando y como mejor les convenga. Así, la información unas veces se corta y acomoda convenientemente, haciendo "trajes a la medida". Otras, se le resta importancia colocando la noticia, con pocas líneas, en páginas y lugar recónditos. Y la mayoría de veces, las más, tenemos omisiones y silencios. ¿Ejemplos concretos? Creo puede servir la prensa catalana, cuyos periódicos tradicionales y de mayor divulgación y peso dentro de la opinión pública local se caracterizan por su parcialidad o partidismo ideológico, casi siempre en favor del poder político o económico que gobierna. La información es rigurosamente filtrada, revisada y finalmente discriminada, manipulada y retocada en virtud del tamiz ideológico apoyado. Muestras evidentes las tenemos en: el affaire del Carmelo; el abuso y discriminación de las políticas lingüísticas practicadas por la Generalitat; los silencios absolutos o parciales ante los distintos escándalos económicos financieros surgidos estos últimos veinte o veinticinco años en los que están involucrados o protagonizados por alguno o algunos de sus factótums. Pero, para muestra más reciente me remito a la noticia publicada en El Mundo sobre las historias médicas de diversos pacientes de nueve de los grandes hospitales públicos de Cataluña que han sido usados- indebida e ilegalmente- por la Administración Pública Autonómica. Hecho en sí grave, muy grave, por atentar al derecho a la intimidad y privacidad de datos y porque quienes ha infringido este delito son las máximas autoridades que gobiernan en esta Comunidad. Además lo han hecho con el fin innoble de fiscalizar, averiguar, si los médicos y sanitarios adscritos a estos centros públicos usan el catalán. ¡Cómo que ello es vital para la salud pública!

Volviendo al cuento de Sánchez-Silva, cuando el lector descubre la falsedad de lo escrito, anhela hacer pedazos diminutos las hojas leídas. Entre las frases con que termina su historia, transcribo ésta:"Soy impresionable. Temo a los fantasmas, a esos seres inventados que son los fantasmas de verdad."Sólo me cabe añadir: ¡Yo también!

La tregua, de José Mª Sánchez – Silva, enero 06

Narración muy distinta de la de "Marcelino", tanto por sus personajes como por las situaciones descritas. Aquí hay sordidez, crimen, maldad y falsía. Se nos habla del lado oscuro de la condición humana. Los personajes son simbólicos y nombrados en su mayoría, excepto cuatro de ellos, por la característica que les define, así aparecen la madre, el padre, el sátiro, el falso, el asesino, la asesina, el ladrón, el ebrio, la de los pecados ajenos, el capataz, el adúltero, la adúltera,…

Hay un guardián en el campamento minero. Este guarda me recordó a otra figura de ficción últimamente leída, Matiana, la de "Las tierras flacas" de Agustín Yáñez. Como ella, hace de mediador entre Dios y el hombre, en un lugar en donde no hay sacerdotes; como aquélla, conoce de los males y  las enfermedades del alma. Las gentes acuden a él, buscando remedio o ayuda en ocasiones de importancia como la muerte. Sus leyes o Ley, es la natural o de Dios, es decir, lo justo, la verdad y amor que lleva y conlleva la paz. Al menos la interior o consigo mismo, porque la paz humana, la basada en los criterios humanos, es efímera y como la del relato, ondea cual blanca bandera durante un tiempo y… se acabó. Puesto que, curiosamente, los mismos que la izan, más tarde la bajan, y continúan tal como antes: los asesinos asesinando, los adúlteros engañando, los ladrones robando y tratando de recuperar lo perdido o dejado de robar, y  etc., etc.

Marcelino Pan y Vino y otras narraciones, de José Mª Sánchez-Silva enero, 2006

José García Nieto, académico de la Real Academia de la lengua Española, en su prólogo al tomo 31 del Libro RTV de la Colección Biblioteca Básica Salvat, edición 1969 que recoge ocho de los cuentos escritos por Sánchez- Silva resalta las dotes excepcionales de éste como autor de narraciones para niños, "almas puras". 

También señala que en este tipo de escritor (Perrault, Amicis, Grimm...) al mérito de la tarea de creación hay que añadir el esfuerzo de expresar la acción con más intensidad y con la mayor claridad posible, sin retóricas ni adornos sobrados, para lo cual se precisa acertar en la elección de fondo(tema) y en la forma (prosa limpia y clara)tildando ello de "rara disposición de iluminados por ese don misterioso de conseguir con los menores elementos la perfección, la sencillez y la unidad...válido para todos los públicos, sin que pierda jamás altura y entidad". 

Me pregunto, pues, si ese "don" - calificado así por el ilustre académico - se sigue dando entre los escritores para niños, para las almas puras de hoy, luego de ver  los anuncios de los próximos estrenos de películas y oír el título de los libros, destinados ambos para un público infantil. Repletos de personajes de seres más que fantásticos, fantasmagóricos, colores oscuros, brujos, brujería, monstruos violentos...

Pero, vayamos al libro. Debo decir que solo conocía "Marcelino Pan y Vino” por una película muy exitosa, que entonces, un montón de años atrás, vi y de la que aún conservo el recuerdo de la carita redonda y la mirada tierna del artista infantil, Pablito Calvo, que encarnaba a Marcelino. Imagen que constantemente venía a mi memoria mientras leía la narración. Así como la pegadiza melodía de Renato Carosone, muy popular a mediados del XX.

Conocer el argumento no me impidió disfrutar con la lectura de esta sencilla narración que nos habla de un niñito que se cría entre doce frailes franciscanos en un convento - tal como dice la poesía de Fray Luis de León - apartado del mundanal ruido; ante cuyas puertas había sido abandonado cinco años atrás, el día de San Marcelino. La existencia de Marcelino transcurre como la de los frailes: vida austera y comida en la que abundan los frutos de la huerta y del campo en general, siendo la carne un manjar de carácter excepcional, circunstancias que obligarán al gato a ser vegetariano. No hay juguetes, ni tampoco compañeros de su misma edad. Es descrito como niño corriente, ni más listo ni más tonto, jugando y escapándose de la disciplina siempre que puede. Hasta que un día, arrastrado por la curiosidad y ganas de aventura propias de su espíritu infantil, topa con Jesucristo, colgado en Su Cruz, en el desván del convento, lugar  en donde se apilan las cosas inservibles y los trastos viejos. El Crucificado y Marcelino se hacen amigos.

En el prólogo de García Nieto he leído que una historia, contada por la madre de Sánchez - Silva , fue la base de este cuento tan enternecedor,  y ello me induce a pensar que quizás el autor  también quisiera, con esta narración, brindar reconocido mérito a la figura materna.


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25 de enero de 2015: Han pasado unos cuantos años desde que escribí el comentario  sobre este para mí precioso cuento de Sánchez Silva que fue llevado a la gran pantalla. 

El pasado domingo, el Canal " 13TV " puso la película y tuve ocasión de deleitarme de nuevo con la visión de la carita del pequeño y oír los comentarios y las anécdotas referidos por los invitados al programa, entre ellos un joven cura,   y el escritor Luis del Val. 

El sacerdote resaltó como valor principal de la narración el elemento espiritual, hoy, según creo,  desaparecido del todo de los cuentos y producciones para niños, sustituido por conceptos y mensajes que hace muy difícil distinguir, - estimo que hasta para algún adulto -,  entre "lo bueno" y "lo malo" y  "el ser bueno" del "ser malo", al mismo tiempo que afirman el recurso a lo fácil a través de "lo mágico" y  de " los poderes ultra humanos".  

Particularmente me asombro, por no decir, me espanto, cuando veo  "las figuras deformes o de apariencia más bien malignas" de los  personajes de las actuales historias infantiles y público más joven. Como buen ejemplo destacaría el personaje de "La Maligna" protagonizado por Angelina Jolie,  que tiene "encantados" a tantos,   incluida alguna chiquillería.



El fallo, por Antonis Samarakis, junio, 2006

A pesar de tener este libro hace más de veinte años,  aún no lo había leído. Es una novela de intriga escrita por Samarakis, griego (1919-2003). Entre sus datos biográficos más sobresalientes, sacados de la reseña que figura en el propio libro, cito que fue funcionario de las Naciones Unidas, gozó de gran celebridad en Grecia gracias a su producción literaria y sufrió persecución nazi.

El ejemplar por mí leído está editado por Seix Barral, Biblioteca Breve,2ª edición, año 1972, traducción del griego de Francisco Miranda. Por esta novela, publicada en 1966, Samarakis recibió el premio de los Doce. Mérito en Grecia equivalente al Goncourt francés (así consta en la reseña biográfica ya citada).El libro me gustó y eso que no hay mucha historia que contar. Relata las relaciones entre dos seres, policía y preso, en la jornada en que éste es trasladado a otras dependencias policiales.

Me recordó "El factor humano” de Graham Greene. Su título me hizo pensar en tema de tribunales de justicia y sentencias. No van, sin embargo, por ahí las cosas; sino de errores. Porque en cualquier estrategia - por bien urdida que esté - siempre que el elemento básico sea el humano, sus resultados últimos pueden estar fuera de lo calculado o previsiblemente esperado por su hacedor. Por mucho que se afanen algunos en pensar que el ser humano es una máquina, o un monigote capaz de ser movido como marioneta dócil; alguna que otra vez, en algunos de nosotros, ese algo que nos hace diferente al resto de los otros seres vivos, se rebela y revela, o simplemente, se anima. Sale entonces la vena de obrar a tenor de su libre albedrío, y consecuentemente, ya tenemos frustrado el plan más perfecto.

La trama argumental se desarrolla en un país con un régimen político dictatorial que persigue cualquier posible disensión. Para ello cuenta con un cuerpo de policía que no escatima medios ni modos para mostrar su fidelidad a quien le manda.

Este tipo de reacciones del ser humano en relación al grupo, creo es extensible a cualquier otro tipo de escenario. Por ejemplo, a empresas en las que los empleados también se ven sometidos a este tipo de presión, relegada su vida privada a un muy segundo plano. Se les exige vivir sólo para alcanzar los objetivos empresariales. A veces, algunos llegan hasta olvidar del todo a sus familias y a su capacidad de ser personas, individuos, que piensan por sí mismos. ¡Mal asunto!