miércoles, 12 de marzo de 2008

El curioso suicidio del escurridizo Stavisky, por Lucien Vieville (Los grandes enigmas de…)

La lectura de este affaire ocurrido en Francia en la década de los treinta del pasado siglo XX, me ha traído a la memoria otros escándalos económico financieros recientes, que han afectado a muchos países, incluida la propia Francia y también España. Cuya principal causa está - como en el caso Stavisky- en los poderosos vínculos y apaños del estafador con las autoridades políticas del lugar. Vinculaciones de tipo familiar, patrimoniales o fruto de la más pura corrupción que favorece la consecución del delito económico en las condiciones más favorables y de mayor impunidad para el ilustre delincuente.

Espejos del grado de la corrupción extendida entre los más altos estamentos sociales. Algunos de cuyos miembros, gozando del más alto prestigio económico y moral, aprovechan este estatus y sus vínculos con los poderes e instancias públicas para, con la connivencia, por activa o por pasiva de éstos, fraguar y ejecutar colosales timos a buena parte de sus conciudadanos. Quienes, pobre gente, luego de muchos años, tras un sin fin de pleitos, recursos, apelaciones y otros procedimientos judiciales quedan como aquel famoso gallo de Morón, "sin plumas y cacareando". Mientras, el o los burladores, en muchas ocasiones, son exonerados de la devolución de lo que no era suyo; absueltos de sus delitos o condenados a penas que no cumplen. ¿Ejemplos? Acaso el de los Albertos como más sonoro y reciente, pero no el único, ya que, desgraciadamente, ha habido muchos.

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