viernes, 24 de julio de 2015

Soldados de Salamina, Javier Cercas (I)

A pesar de la fama , tanto del libro como de la película dirigida por David Trueba y protagonizada por Ariadna Gil, no había leído, ni visto, pero ni tan  siquiera se me había despertado el interés de leer  Soldados de Salamina”, (*) del escritor, periodista colaborador habitual de “El País” y profesor universitario de Literatura Española(1), Javier Cercas, editado por Tusquets Editores, edición 21ª, año 2002. Sin embargo, después de leer “Alfanhuí” de Sánchez Ferlosio -lectura con la que disfruté mucho - y saber que "Soldados de Salamina" se basaba en el fusilamiento, a finales de la Guerra Civil, del  padre de aquél,  tuve ganas de leerlo. Lo inicié con mucho interés, pero éste fue disminuyendo según avanzaba en la lectura del libro. Creo que para ser – según dice- un “relato real” (expresión muy repetida) falta documentación, citas y datos objetivos que lo demuestren. También hallé exhaustivo por parte del autor, el empleo del término “acaso”, justificado por las también múltiples  conjeturas y elucubraciones personales  luego de sus entrevistas con personas traídas o llegadas hasta él- argumenta -  por azar. Azar, casualidad, que, en mi modesta opinión, se repite mucho, y que, según él cuenta,   le conduce a unos cuantos de los personajes "reales" allí citados, como Aguirre de ERC, a los Figueras, a los viejos Ferré, Angelats, ... y, en resumen, a la trama argumental de la primera parte del libro. (2) Para, posteriormente, ser la casualidad, - aún más casual, si cabe – la que le lleve a Bolaños y a Miralles y, consecuentemente, al final de libro. Hay, en suma, demasiadas casualidades.


Creo recordar que fue Jung quien afirmó la inexistencia de la casualidad. El azar, la casualidad, no existe- afirmó- siempre hay una causa, y a ésta le corresponde un  determinado efecto.


Por hoy lo dejo,  pero continuaré hablando de este libro. (**)


(*) Este comentario junto con otros que realicé tras la lectura  del libro de Javier Cercas, en el 2005, los conservaba guardados. Hoy he decido "resucitarlos", y publicarlos.

(**) La continuación prometida devino un año más tarde. Ver http://silvialeyendo.blogspot.com.es/2016/07/soldados-de-salamina-2-personajes-y-fin.html

----------

(1) El éxito del libro “Soldados de Salamina” permitió que el autor pudiera dedicarse en exclusiva a escribir, es decir, a ejercer la actividad de escritor y poder vivir de ello. Cosa bastante difícil en nuestros tiempos, según creo.

 (2) Copio y pego párrafo extraído de Wikipedia, Soldados de Salamina, Creación de la novela, en el que se explicita cómo se gestó en Cercas la consumación del libro. 

“Entonces el periodista Miquel Aguirre, estudioso de la Guerra Civil Española, contactó con él y le comentó que un segundo hombre había sobrevivido al fusilamiento: Pascual Aguilar, autor del libro Yo fui asesinado por los rojos, del cual poseía uno de los escasos ejemplares, y que luego le facilitó. Aguirre también fue quien lo puso en contacto con Jaume Figueras, propietario de la libreta de Sánchez Mazas donde escribió acerca de su fusilamiento, e hijo de Pere Figueras y sobrino de Joaquim Figueras, dos de «los amigos del bosque» que ayudaron al falangista en su huida. Además de ponerlo en contacto con sus familiares, Jaume también le presentó a otros involucrados en la historia, como María Ferré, Quim Figueras y Daniel Angelats, el «amigo del bosque» restante.

Con la finalidad de que como yo, poder contrastar diferentes versiones de un mismo hecho, copio y pego información sobre Sánchez Mazas leída en http://www.fnff.es/Rafael_Sanchez_Mazas_ni_me_arrepiento_ni_me_olvido_592_c.htm, de la que extraigo algunos párrafos que seguidamente copio y pego:

"   En marzo de 1936, Rafael Sánchez Mazas fue hecho prisionero en Madrid por los milicianos rojos. Aprovechando un permiso temporal por el nacimiento de su cuarto hijo, consiguió refugiarse en la embajada de Chile. En otoño de 1937  intentó la fuga pero el 29 de noviembre de 1937 fue detenido en Barcelona. Estuvo en el barco-prisión Uruguay hasta el 24 de enero de 1939, cuando fue conducido al Santuario de Santa María del Collell junto a otros prisioneros para ser asesinados. El 30 de enero escapó de un fusilamiento en masa, cuando las balas ni le rozaron y huyó campo a través hasta que alcanzó un bosque y se pudo refugiar. Caminó toda la noche y tuvo la inmensa suerte de encontrarse con los falangistas de la Quinta División de Navarra, en Cornellá de Terri. Este episodio, con muchas tergiversaciones y mentiras, es la base sobre la que se asienta la narración de la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas y la película del mismo título dirigida por David Trueba. Sánchez Mazas, a modo de salutación y ofrenda, escribió a los pocos días de este suceso: “Al unirme a la España Nacional y a la santa hermandad de la Falange –gran guardia del destino patrio, innumerable y heroica familia- tengo el alma desbocada, a la vez de amargura y de júbilo, por la memoria de aquél Capitán mío, a quien tanto quise y perdí: José Antonio Primo de Rivera”.          
 
   En febrero de 1940 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua y en 1951 nombrado Presidente del Patronato del Museo del Prado. Fue, también, Delegado de la Falange Exterior, Consejero Nacional y Vice-Presidente de la Biblioteca Nacional. Junto a numerosísimos artículos periodísticos, en 1951 publicaba La vida nueva de Pedrito de Andía, de la que el crítico Miguel García Posada llegó a decir en 1995, al salir una nueva edición que es “una novela que roza la perfección”.
 





No hay comentarios:

Publicar un comentario