“Casa sin amo”,
de
Heinrich
Böll,(1) Biblioteca Breve de Bolsillo- Libros de Enlace, Editorial Seix
Barral, segunda edición,
1972.
Título original:
Haus ohne Hüter. Berlín, 1954. Traducción de Margarita
Fontseré. Cubierta de Forte.
El libro me gustó. Me gustó
porque habla de niños, de su visión y confusión por el comportamiento de los
mayores, pero en especial por el de sus mamás. Son dos. Martin y Brielach (Heinrich).
El primero muy infantil, el segundo, un “viejo”. La necesidad y la precariedad
de su ambiente familiar le han hecho crecer y madurar en cuanto al conocimiento de los
adultos.
Fue otra de mis adquisiciones del
pasado Sant Jordi (2019), en un puesto de libros de segunda mano. Su lectura me
enganchó desde el inicio. El protagonista principal es Martin. Un niño de
once años, tímido y noblote, que quiere a su mamá y a los suyos, incluida la
muy particular abuela materna que le tocó, y también a su amiguito Brielach y a
la hermanita de éste, por cuyas necesidades y carencias sufre. Su madre es una
viuda joven. El padre era escritor y murió en el frente alemán, al que fue por
obligación y no por convicción, pues ideológicamente estaba en contra. Martin y
su madre viven en la casa de la abuela materna, en la que también viven el que él llama tío Albert, Glum y Bolda. Personajes estos tres con historias propias y sin
vinculación familiar con Martin. Brielach, tiene la misma edad que Martin.
También su madre es una viuda de guerra y con ellos vive uno que él llama “tío”.
La familia de Martin goza de una posición cómoda, la de Brielach no.
Alrededor del mundillo en que se desenvuelven estos dos personajillos y sus respectivas mamás, y mediante su contraste, es desarrollada la
trama argumental de la novela, publicada en 1954, la cual nos ofrece la visión de la Alemania
inmediatamente posterior a la SGM, en muchos de cuyos hogares se da la cuestión
de fondo, allí abordada, de un hogar (casa) en la que no está
el padre verdadero, es decir, el
progenitor masculino. En los años 50 del
pasado siglo, y en la Alemania de
postguerra, situación frecuente debido a las numerosas viudas de guerra.
Situación que- reflexiono-
también hoy, desafortunadamente, es bastante usual en casi todas las sociedades del mundo de
cultura occidental y “cristiana”, aunque por motivos bien distintos. Sociedades
en las que los divorcios y las separaciones proliferan. Y se dan, situaciones muy parecidas a las que
sufren los dos pequeños protagonistas de esta novela e independientemente del
estatus social y económico de las familias.
Realidad –pienso- poco favorable
para los pequeños en general, pero más negativa cuando como en el caso de
Brielach, no hay recursos económicos
suficientes para atender las necesidades básicas que ni el sueldo ni la pensión
de viudedad cubren. Ayuda esta última imprescindible
y que induce a su mamá a permanecer
legalmente “viuda”. Legalmente sí, de hecho, no. Realidad que dará al pequeño
Brielach la sucesión de tres “tíos” ( aquí y ahora le llamamos “pareja”) de su
mamá. Uno de ellos, especialmente odioso, tanto para la madre como para los
niños.
También son abordadas
por Böll las cuestiones del aborto y de
la
violencia
de género ,así denominado hoy el maltrato
de la mujer, y en muchas ocasiones también de los hijos, por parte del bruto y
cobarde varón. Particularmente, considero como uno de los mejores aciertos de
esta novela, el reflejo de esta situación paradigmática, tipo, universal: La
indefensión de una infeliz mujer y de su prole sometida a los arbitrios del
varón, cuando éste en lugar de un buen padre de familia que cuida y vela por el
bienestar de los suyos
es un “macho”, bruto
y cobarde. Que sólo ve a la mujer como una hembra para satisfacción de su
libido, y a los posibles hijos, estorbos de los que hay que deshacerse (abortar).
Me resultó simpático ( no sé qué
otro término emplear) que la abuela de Martin, una muy particular como toda
ella, creyente católica, tuviera la costumbre de cuestionar a su nieto sobre
los rudimentos de la Fe Católica. Los cuales eran recitados por el niño a su
abuela.
Mi experiencia en relación a Böll,
se ceñía a la novela corta “El honor perdido de Katharina Blum”, una espléndida
denuncia contra la prensa amarilla y los entramados de poder en apariencias
democráticos. Lectura que me encantó.
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