“Cuento de Navidad”/” El grillo del hogar”, Charles Dickens, Biblioteca Básica Salvat, libro RTV 52, prólogo de Miguel Delibes, Madrid 1970.
Comencé este año 2017 que ya se va acabando, con la lectura
de este libro de la Colección Biblioteca Básica Salvat de libros RTV. Lo elegí
como lectura al constatar que el prólogo se debía a Delibes, el autor vallisoletano. Un espléndido
prólogo que nos sitúa en el lugar, en la época y las circunstancias particulares
del relato, pero, principalmente, te habla y explica quién fue su autor,
Dickens, del que nos dice Delibes : “fue uno de los primeros novelistas –protesta, el cual, entre el humor
y la ternura, denuncia abusos, ataca a organismos e instituciones y fustiga, en
fin, sin piedad los sistemas que prevalecen en cárceles, orfanatos, educación,
administración de justicia, etc. … humanista, ser bueno y sensible, tiene fe en
la política de los retoques; no aspira a remover los cimientos sobre los que
descansa el espléndido aislamiento inglés…novelista de raza: agudeza para
ahondar en el alma humana, facultad de desdoblamiento (es Dickens, seguramente,
uno de los novelistas de todos los tiempos que más rica y variada galería de
tipos humanos nos ha legado) y un personal sentido de la ambientación que hace
que una página de este autor sea fácilmente identificable por un lector de
mínima cultura”.
Las dos obras de que consta el
libro son narraciones cortas. La primera de ellas,” Cuento de Navidad” es muy conocida. Yo no la tenía leída pero si
vista en una película en versión para niños, con, desde luego, sustanciales
cambios en cuanto a la caracterización de los personajes protagonistas de la
historia como a la ambientación, pero no en su fondo argumental que es la reconversión de un ser ahora deshumanizado , avaro y egoísta, a su estado original de alma buena y generosa. Reconversión
inspirada por el espíritu de la Navidad, ese “estado de beatitud”, así calificado por Delibes, “ que
provoca en el hombre, inglés o no, la Natividad del Señor”,
espíritu de reconciliación, de
generosidad, de caridad, de ayuda al desvalido, de misericordia, de paz…
Pero ¡quién mejor que el propio Dickens para explicar lo que es el Espíritu de la Navidad! Así,
reproduzco sus palabras:
“Mucho fue lo
que vieron, y lejos adonde fueron, así como varios los hogares que visitaron,
pero todo acabó felizmente. El espíritu se quedaba algún tiempo en la cabecera
del lecho de los enfermos y ellos se sentían alegres; a los que estaban en
tierras extrañas, él los acercaba a la patria; a los que combatían, les daba
confianza en un mejor futuro; a los pobres, les concedía la ilusión de la riqueza.
En los asilos, hospitales, prisiones, en todo refugio de la miseria donde el
hombre, envanecido con su brevísima autoridad, no hubiese hecho cerrar la
puerta y dejado fuera al espíritu, dejó su bendición y enseñó a Scrooge sus
preceptos.” (pág. 73)
En cuanto a la segunda de las
narraciones,” El grillo del hogar”
(Cuento de hadas doméstico) estuve a punto de no acabar su lectura debido
a los elementos mágicos descritos en la introducción de la historia que me
hicieron suponer que tal vez me hallase ante , tal como señala el subtítulo, un
cuento de hadas. Y no porque no me gusten los cuentos de hadas, aquéllos que en
mí ya lejanísimos años de la niñez y adolescencia me ilusionaron tanto, no, no fue
esa la razón, sino que buscaba algo desenfadado pero con fondo. Justamente lo
que finalmente esta lectura me proporcionó. El mensaje o enseñanza es que no hemos
de basar nuestras consideraciones y
juicios sobre las apariencias, muchas veces engañosas y cargadas de personales
sesgos y la maledicencia de algunos , pero
casi siempre ajenas y lejanas a la realidad; brillos que ciegan nuestros ojos y
entendimiento a la realidad inmediata, la de que un ser bueno y leal, amante de
los suyos, del que tenemos infinidad de muestras palpables de ello, de pronto,
de la noche a la mañana, sea(lo convirtamos) un ser diametralmente opuesto a lo
que lo teníamos. La historia como los personajes son simples y en ella son
enaltecidos los valores del
hogar cristiano.